jueves, 30 de diciembre de 2021

El Mago de Oz, interpretación personal.



«Había por allí cerca varios caminos, pero a Dorothy no le costó encontrar el de ladrillos amarillos, y poco después avanzaba muy decidida en dirección a la Ciudad Esmeralda, con sus zapatos de plata tintineando alegremente sobre el duro suelo amarillo. 

El sol brillaba espléndido, los pájaros entonaban sus más dulces cantos, y Dorothy no se sentía tan apesadumbrada como se hubiera pensado de una niña pequeña que, de repente, se ha visto arrancada de su país y abandonada en medio de un mundo extraño».


L. Frank Baum, llegó a ser miembro de la Sociedad Teosófica; organización dedicada a la investigación de asuntos relacionados con el ocultismo y la comparación de las religiones. Fundada por Madame Blavatsky, cuyo fin principal era obtener unas raíces o elementos comunes que sirvieran como normas y doctrinas universales.

El conocimiento de la Teosofía por parte de Baum es adjudicado por muchos expertos en su obra como un elemento de conocimiento que tuvo su debida expresión en el Mago de Oz.

Antes de escribir el Mago de Oz, Baum trabajó como redactor en el Pionero de Aberdeen. En 1890, escribió una serie de artículos en los que introducía a los lectores en la Teosofía. Dos años después de publicar esta serie de artículos, Baum y su esposa Maud Gage se incorporaron como miembros de la Sociedad Teosófica de Chicago.


L. Frank Baum

Con lo anteriormente expuesto, podemos afirmar que la historia del Mago de Oz es una alegoría sobre la trayectoria del alma hacia un conocimiento superior. 

«Había por todas partes manchas de césped, con imponentes árboles cargados de frutos apetecibles y exquisitos. Por donde quiera que se observara, había hileras de esplendidas flores, pájaros de raro y brillante plumaje que cantaban y revoloteaban entre árboles y matas. Un poco más allá había un arroyuelo, deslizándose rápido y destellante entre verdes ribazos, murmurando con voz agradabilísima para una muchachita que había vivido tanto tiempo en las secas y grises praderas».

En el inicio todo es gris y monótono, no hay risas ni emoción en la granja donde Dorothy vive con sus tíos y Toto, que el perro creado por L. Frank Baum, y que sirve como animal de compañía. Toto es el leal perro mascota de la protagonista principal de nuestra historia.

Dorothy, era una huérfana adolescente criada por el tío Henry y la tía Em, en una pequeña y pobre granja ubicada en las desoladas praderas de Kansas alrededor del año 1899 al 1900. Toto era el único amigo de Dorothy y su única fuente de felicidad, ya que le hacía compañía en la soledad de aquellas tierras. Gracias a su naturaleza amable y enérgica, Toto es el guía que evita que Dorothy compartiese los destinos sombríos de los adultos y es el quien la introduce en el corazón de un tornado que la eleva por los aíres y la traslada hasta el mundo de Oz.


«El tornado había asentado la casa, muy suavemente para tratarse de un huracán, en medio de un paisaje de maravillosa belleza».

La niña (alma pura e inocente), es llevada hacia al mundo de Oz a través de un tornado gigante, lo que es lo mismo, una espiral que se eleva en representación o alegoría de la Kundalini (energía intangible representada simbólica y alegóricamente por una serpiente). Tal como hace referencia C.W. Leadbeater en su obra Los centros de fuerza y el fuego despertino; «Es llamado en sanscrito Kundalini y es la manifestación en el plano físico de una de las grandes fuerzas universales»

Con el proceso de la espiral comienza el camino de baldosas amarillas representado la evolución y la ascensión del alma sobre la materia; el camino de la vida donde el amarillo representa la energía de la «armonía a través del conflicto». La niña se encuentra en un nuevo mundo lleno de luz y color, con personajes extraños y nuevos para ella, por lo que podemos afirmar que la historia del Mago de Oz es una alegoría sobre la trayectoria del alma hacia un conocimiento superior.

Existe cierta analogía entre el camino de baldosas amarillas y el «Golden Path»; camino de oro del budismo y que forma parte importante de las enseñanzas teosóficas. También nos llama poderosamente la atención la utilización de gorros amarillos y rojos, en referencia a diversas escuelas en el Tíbet.

«El camino de los ladrillos amarillos»

Tradicionalmente en la psicología de la Gestalt, se considera esta zona (fantasía) como el lugar privilegiado de la neurosis; aquí residen los perjuicios, fobias, paranoias, distorsiones en general de lo que llega de fuera o de dentro; sin embargo, habría que entender que esto representa todo tipo de exuberancia. Es decir, en qué medida soslaya y sustituye la conciencia de las zonas interna y externa.

«La experiencia es la única fuente de conocimiento y cuanto más permanezcas sobre la tierra, tanta más experiencia tendrás sin duda».

Antes de comenzar el viaje, Dorothy recibe los zapatos de plata, simbolizando la unión que existe entre el plano material y el espiritual. Por lo que el camino queda servido, dando comienzo a la aventura.


El Espantapájaros o el pensamiento

Una vez que inicia su camino, la niña conoce al espantapájaros, representante de la mente o el pensamiento. Dicho personaje, es encuentra clavado en una estaca de la que no se puede mover; símil sobre el comportamiento de la mente analítica y lógica.

El hemisferio izquierdo de nuestro cerebro es aquel que selecciona, esquematiza, y organiza; sin dejar lugar a la imaginación o abstracción de los pensamientos que nos ofrece el hemisferio derecho. Es lo que le falta al personaje del espantapájaros para sentirse completo. En el viaje es quien toma decisiones y ofrece ideas al grupo sin tener consciencia de que lo hace, mientras reclama un cerebro.

El Hombre de Hojalata o la emoción

El hombre de hojalata es la representación de las emociones y aquello que se define como «el darse cuenta o el sentir». Donde la vida las oxida convirtiendo las emociones en formas infames y rígidas; tal como la hojalata, recordemos el caballero de la armadura oxidada. Es un personaje que necesita de constante atención para que no se enmohezca y necesita de los demás para que le aporten de aceite. Es un personaje que necesita amor, para poder ofrecer amor.

El León y la fuente de toda energía

El León, es la representación del miedo que nos paraliza en la vida. La falta de acción nos limita, nos hace perder manifestación de nosotros. La existencia debe basarse en la acción o energización, recordemos una vez más los ciclos gestáticos, en referencia al hacer, poder equivocarse, levantarse, volver a hacer, acertar y sacar nuestras propias conclusiones basándonos en nuestra propia experiencia. El miedo nos provoca la inacción, nos paraliza y nos contrapone contra el elemento fundamental de la existencia. Como el resto de los personajes, durante el camino el león dará muestras de aquello que reclama para él, muestra valentía a cada paso del camino.

«Echó los brazos al cuello del león y le besó, acariciándole tiernamente la cabeza. Luego besó al leñador de hojalata, que estaba llorando de una manera peligrosísima para sus articulaciones. Pero en vez de besar la cara pintada del espantapájaros, estrecho su cuerpo blando y relleno y se dio cuenta de que ella misma estaba sollozando en esta triste separación».


L. Frank Baum

El Mago

El Mago, en este caso es un hombre pequeño, calvo y tímido que se esconde tras una gigantesca máscara o bola de fuego, en algunas versiones, y que de manera sorprendente manifiesta; «Se supone que soy un gran mago, pero tan solo soy un hombre inocente...». He aquí al hombre, quien creyendo en sí mismo forja su mundo. Sin grandes apariciones ni espectáculos; tan solo un hombre sencillo que muestra cierta apariencia de debilidad pero que en su interior alberga la magia y un discernimiento capaz de cambiar su mundo y el de cuantos le rodea.


Concluyo citando a Annie Besant, una de las primeras precursoras de la Teosofía, que afirma en su libro El yoga y el hombre perfecto;

«Existe en la evolución del hombre un sendero por recorrer que precede inmediatamente al objeto hacia el cual tienden los esfuerzos de la humanidad. Recorrido este sendero, el hombre como hombre ha cumplido con su labor. Él ha alcanzado la perfección, ha llegado al término de su carrera.»

miércoles, 29 de diciembre de 2021

Francesca Woodman en el recuerdo

 


«Estar una presente,
al mismo tiempo que se oculta...».

Nací en una familia de artistas. Mi madre, Betty, era artista ceramista, y mi padre, George, pintor y, tras mi muerte, fotógrafo. Mis padres compartían una visión muy estética de la vida. Todo lo que veían les interesaba mucho y eso nos influyó de forma determinante a mi hermano Charlie y a mí. Charlie también es artista, el vídeo y la electrónica son sus formas de expresión, y es también profesor de Bellas Artes en la Universidad de Cincinnati.

Como es normal, en una familia como la nuestra se hablaba mucho de arte, de cómo eran las cosas, de lo que veíamos, de cómo lo veíamos… Todo eso nos resultaba especialmente interesante.

Recuerdo oír a mi madre decir que ella no podría vivir con alguien que no diera al arte la misma importancia que ella, que odiaría a esa persona, así, sin más motivo.

Cuando me fui al internado, mi padre me regaló una cámara Rollei japonesa de imitación. Aquello me cambió y para finales de ese mismo año la fotografía ya se había convertido en algo indispensable en mi vida. Fotografiaba de manera compulsiva.


El 19 de enero de 1981, Francesca decidió quitarse la vida con solo 22 años, saltando por una ventana del loft del Lower East Side de Manhattan, Nueva York.


«Esta noche no estoy contenta».

«Pienso y hablo a menudo de mi detestable tendencia al romanticismo».

«Creo que el esfuerzo de deshacerme de esta actitud en mi trabajo; ha tenido un extraño efecto en mi vida».


«La fotografía es también una manera de conectar con la vida».

«Hago fotos de la realidad filtradas a través de mi mente».

«No tiene nada que ver con no poder soportar la decepción en la gran ciudad, con las propias dudas o con que mi corazón se haya ido».


«Tampoco se trata de enseñarle a la gente una lección.
Simplemente es otra cosa».

«Hay un riesgo psíquico en ser un artista,
quizás eso haya hecho que mi vida sea un poco más difícil»

«Lo real no me asusta; sólo me asusta lo que yace en mi mente».


«Las cosas parecen extrañas porque mis fotos dependen de mi estado emocional…
Sé que eso es verdad y he reflexionado sobre ello mucho tiempo.
En cierto modo, me hace sentir muy bien, mucho».

«Mi vida en este punto es como un sedimento muy viejo en una taza de café y preferiría morir joven dejando varias realizaciones… en vez de ir borrando atropelladamente todas estas cosas delicadas…».

«Nadie me mira como me miro yo».

© George and Betty Woodman

martes, 28 de diciembre de 2021

El encuentro entre Zhang Daqian y Picasso




«La tinta, al impregnar el pincel, lo dota del alma;
el pincel, al utilizar la tinta, la dota de espíritu».

Shitao

Pablo Picasso lo definió como «el mejor pintor de oriente». En mayo de 1956, Zhang Daqian, a la edad de 57 años, viajó a París, junto con su esposa Deng Wenbo.

Fue entonces cuando a Zhang Daqian se le ocurrió la idea de hacerle una visita al famoso pintor malagueño. Así que ni corto ni perezoso y tras disuadirle sus amigos llamó personalmente a Picasso, usando la ayuda de un intérprete de francés.

La secretaria de Picasso, Jacqueline, anotó rápidamente el teléfono de Zhang al recordar la admiración que Picasso siempre sentía por la pintura china.

Dos horas más tarde, llamó a Daqian para comunicarle que al día siguiente podría reunirse con Picasso. Aprovechando la inauguración de una exposición de cerámica que se iba a celebrar en un pueblo cercano de donde ellos residían.

Los esposos Zhang y su intérprete llegaron muy contentos a la ceremonia, en la que reinaba un ambiente festivo. Sorprendiéndose al descubrir como Picasso era llevado a hombros por los admiradores del pueblo cercano, mientras el artista, a sus 75 años, saludaba con la mano, sonriendo a la gente.

Como obviamente el pintor no pudo apenas atenderles, volvieron a citarse para día siguiente.


Ya más relajado, Picasso se adecentó y vistió con una camisa de rayas. Cuando Zhang Daqian entró en su estudio que el pintor había decorado a conciencia, con reproducciones de acuarelas de Qi Baishi, y este le pidió consejo al maestro chino. A Daqian, le sorprendió el gran interés que mostraba el famoso pintor occidental por la pintura china.

Le explicó Zang las características y los usos de los pinceles chinos, así como la importancia de la concepción artística en la pintura tradicional china. Todo eso lo escuchó Picasso con mucha devoción.

La reunión ocurría plácidamente hasta que Picasso le pidiera a Daqian escribir su nombre con un pincel chino y tinta negra. Al presenciar la técnica caligráfica de Zhang, Picasso gritó con admiración:

    — ¡No entiendo de verdad por qué los chinos venís a París a estudiar arte!

Zhang se quedó sorprendido por sus palabras y le pidió que las repitiera creyendo que el intérprete las había traducido mal.

Y Picasso le volvió a decir que no sólo no había arte en Francia, sino que en todo el mundo occidental tampoco lo había. Al ver la actitud modesta de Zhang, el gran pintor le insistió con más emoción: —Los chinos sois los primeros en el mundo artístico. Los japoneses son los segundos, aunque su arte también proviene de China, y los terceros son los africanos ¡Los occidentales no somos nadie en este campo!


Ese día, Picasso no dejó marcharse al pintor chino, cenando con los esposos Zhang. Pasearon por el jardín y haciéndose algunas fotos juntos. El maestro le regaló a Daqian una pintura suya titulada «Fauno Español». La noticia de su entrevista se divulgó pronto por toda la ciudad de París.

Más tarde, Daqian dibujó especialmente una acuarela de bambúes para Picasso y, además, le regaló un juego de copias calcadas de las pinturas chinas de la dinastía Han (206 a.C.-221 d.C.) y unos pinceles preciosos.


Nacido en Neijiang, en la República Popular China, y autoexiliado en los años 50 por su rechazo al régimen comunista, Zhang Daqian, fue un experto en estampa japonesa y en pintura tradicional china. También promovió una corriente propia vinculada con el expresionismo abstracto. Se formó en pintura, artes textiles, caligrafía y sellos con los principales maestros de su época.

jueves, 23 de diciembre de 2021

Carta de Milada Horáková a su hija

 


Milada Horáková (25 de diciembre de 1901 - 27 de junio de 1950) fue una abogada y política checa, víctima de los procesos políticos de los años 50 en Checoslovaquia. Fue la única mujer ejecutada durante estos procesos y gracias a su firmeza por sus ideales se convirtió en el símbolo de la resistencia contra el régimen comunista.


Mi única y pequeña Jana;


Dios bendijo mi vida como mujer, contigo. Además de la magia de tu padre, eres el mejor regalo que recibí del destino. Sin embargo, la providencia planteó mi vida de tal manera que no podría darte casi todo lo que mi mente y mi corazón habían preparado para ti.

La razón no era que te amara poco, nada de eso; te amo tan pura y fervientemente como todas las madres aman a sus hijos. Pero entendí que mi tarea aquí, en el mundo, era que la vida sea mejor y que todos los niños puedan vivir bien. Y, por lo tanto, a menudo teníamos que estar separados durante mucho tiempo. Ahora es por segunda vez que el destino nos desgarra. No te asustes y te pongas triste porque ya no volveré más.

Un día, cuando seas grande, te preguntarás por qué tu madre, que te amaba y cuyo don más grande eras tú, manejaba su vida de forma tan extraña.

Recorre el mundo con los ojos abiertos y escucha no solo tus propios dolores e intereses, sino también los dolores y anhelos de los demás.

El hombre no vive solo en el mundo; en eso hay una gran felicidad, pero también una tremenda responsabilidad. Esa obligación de ante todo no ser una sola y no actuar en exclusiva, sino fusionarse con las necesidades y los objetivos de los demás. Esto no significa perderse en la multitud, sino saber que soy parte de todo y contribuir lo mejor que puedas a la comunidad. Si lo haces, lograrás favorecer los objetivos comunes de la sociedad humana.

Confieso, hija mía, que a menudo en mi vida estaba deslumbrada por el brillo. Y a veces incluso brillaba tan falsamente, que una dejaba caer el oro puro de la mano y buscaba, o corría detrás de un oro falso que no podía distinguir.

Tienes que dejar tus raíces donde el destino determine tu vida. Tienes que encontrar tu propio camino. Búscalo de manera independiente, no permitas que nada lo aleje de él, ni siquiera el recuerdo de tu madre ni de tu padre. Si realmente nos amas, no nos critiques duramente, simplemente te pediría que no sigas un camino equivocado, deshonesto y que no armonice con la vida.


He cambiado de opinión muchas veces, regulando y clasificando muchos valores. Pero lo que quedó como valor esencial, sin el cual no puedo imaginar mi vida, es la libertad de mi conciencia. Me gustaría que tú, mi niña, pienses si tenía razón.

Y no te olvides del amor en tu vida. No solo estoy pensando en la flor que un día brotará en tu corazón. Ya que, si el destino te favorece, encontrarás una flor similar en el corazón de otra persona, cuyo camino se unirá al tuyo. Estoy pensando en el amor, sin el cual una no puede vivir felizmente. Nunca destruyas ese amor, aprende a darlo por completo. Aprende amar a cuantos lo necesitan y entonces, por lo general, no cometerás ningún error.

Mi pequeña Jana, cuando elijas quién quemará tu corazón virginal, recuerda a tu padre.

No sé si te encontrarás con tanta suerte como yo. No sé si conocerás a un ser humano tan hermoso como tú padre. Pero, sea quien sea el afortunado, elije un ideal cerca de él. Tal vez tú, mi pequeña, hayas empezado a comprender, y ahora tal vez entiendas el dolor por cuanto hemos perdido en él. Y lo que me resulta más difícil de soportar es que yo soy culpable de esa pérdida.

No seas exigente con la vida, pero ten metas altas. No seas exclusiva con el otro, porque lo que yo llamo exigencia en los demás, son nociones y necesidades egoístas de una misma.

Leer mucho y estudiar idiomas. De ese modo, ampliarás tu vida y multiplicarás su contenido. Hubo un momento en mi vida que leí con voracidad, y luego cuando el trabajo no me permitió tomar un solo libro en la mano, me apoyé en la literatura profesional.

Y ahora te diré algo para tu cuerpo. Me alegro de que te dediques a los deportes. Solo que hazlo sistemáticamente, creo que debería haber ejercicios rítmicos, y si tienes tiempo, también una buena gimnasia nunca viene mal.

En Leipzig, en prisión, leí un libro: las cartas de María Teresa a su hija María Antonieta. Me impresionaron los consejos de María a su hija. Era un libro alemán, y no recuerdo el nombre del autor.

Y una cosa más, la música. Creo que mostrarás tu gratitud por tu abuelo Horak y por enseñarte piano, y por favor acompaña a Pepik cuando toque el violín o la viola, hazme ese favor. Sé que significaría mucho para él, y sería hermoso. Y cuando puedan tocar juntos, toquen el aria de Martha: "Mis rosas, florezcan solas allá en la ladera", y luego: "Duerme mi pequeño príncipe" de Mozart, y luego el largo favorito de tu padre: "Debajo de tu ventana" de Chopin. Lo harás por mí, ¿no? Siempre te estaré escuchando.

¡Agarra la vida con ambas manos! ¡Hasta mi último aliento rezaré por tu felicidad, mi querida hija! Beso tu pelo, ojos y boca, te acaricio y te abrazo.

Concluyo copiando de memoria el poema que su padre compuso para ti en la cárcel, en 1940.

Siempre estaré contigo, siempre estaré contigo.


miércoles, 22 de diciembre de 2021

Robert Doisneau y la escandalosa secuencia de Romi

 

En 1948, el fotógrafo francés Robert Doisneau, confabulado con el dueño de la galería Romi, en la rue de Seine de París. Decidieron gastar una broma a la gente que pasaba por la calle. Escondieron la cámara de Doisneau en una silla antigua, estratégicamente colocada para captar bien la escena. Colgaron en el escaparate una pintura un tanto indecente de una jovencita desnuda, con sus alegres posaderas desnudas. Y se sentaron a esperar.

A tenor de las caras retratadas en esta divertida serie, titulada «Regard oblique». En Le vitrine de Romi, nos podemos hacer una idea de lo bien que se lo pasaron con el dichoso experimento.

«Si tomas fotos no hables, no escribas, no te autoanalices y no respondas a ninguna pregunta».


«Cuando eres prisionero de la imagen, te atreves con todo».

«Las maravillas de la vida diaria son apasionantes».


Ningún director de cine puede organizar las sorpresas que te puedes encontrar en la calle».

«Sugerir es crear; describir es destruir».


«Fotografiaba, los gestos normales de la gente normal en situaciones normales».

«París es un teatro en el que se paga asiento con el tiempo perdido. Y yo continúo esperando».


«Una centésima de segundo aquí, una centésima de segundo allá, incluso si las juntas, únicamente suman todavía uno, dos o quizás tres segundos arrancados a la eternidad».


«¿Una cámara?...

¡Capullo Papá Noel, yo había pedido una metralleta!».


Robert Doisneau

martes, 21 de diciembre de 2021

Louis Soutter, el hombre que pintaba con los dedos



Pintar cuadros lindos y correctos
tocar con el violín sonatas bellas y sin tacha,
sonatas a Kreutzer y a la primavera,
todo lo aprendí una vez cuando era joven,
corrí hacia el mundo claro y muy abierto,
fui joven, fui elogiado, fui amado...

Pero una vez que miro a través de las ventanas,
río con mandíbulas descarnadas,
a la muerte y mi corazón

Se heló mi cuerpo, me helé del todo,
aún hoy me siento helado.
escapé vagabundeé de un lado a otro.
Pero ellos me atraparon
y año tras año me encerraron.

A través de mi ventana, tras la reja,
miro con ojos saltones,
miro con ojos saltones y rio.

Me conoce, sabe.
A menudo pinto a hombres sobre un papel tosco,
pinto a mujeres, pinto a Jesucristo,
a Adán y Eva, el Gólgota,
nada correcto, nada exacto.

Pinto exactamente con tinta y sangre,
pinto con verdad.

La verdad es terrible.
Pero yo cubro mi hoja, línea tras línea,
más suelta, más espesa, gris, plateada, negra,
proliferan vellos como en el musgo,
y así crepitan como granizo seco,
pinceladas como esqueleto de los peces,
velos grises, redes de líneas, telas de araña.

Viento en la hierba, tejido de raíces, caligrafía,
rasguño de mil líneas,
cuaderno tras cuaderno,
lisas, hinchadas, erizadas de pelos,
con la pluma, llameantes, erguidas,
evito los ensortijamientos de sus cuerpos blancos como la nieve.

Aplasto a Jesús contra el suelo
con el peso de la cruz.

Un aleteo espectral
de pájaros a través de un bosque de sueños, flores copiosas
ríen tristemente marchitadas desde las hierbas.

Hermann Hesse

Louis Soutter fue artista, pintor, músico y diseñador suizo. Nacido en Morges, cerca de Lausana el 4 junio de 1871, murió en el anonimato cerca de Vallorbe, el 20 febrero 1942. Soutter, tuvo una vida llena de cambios y movimientos, incluyendo los seis años pasados en EE. UU. casado con una estadounidense y director del departamento de arte y diseño en Universidad de Colorado, para pasar a ser, quince años, como violinista en el oeste de Suiza.

Louis Soutter, produjo la mayor parte de su obra en miles de dibujos de una originalidad extrema, que no pertenecen a ninguna tendencia artística conocida desde antes de la guerra. Siendo estos producidos después de su reclusión y en contra de su voluntad en un hospicio para los ancianos; el asilo de la Jura de Ballaigues, desde 1923 hasta su muerte.


Su primo y amigos se reunieron en la "Asociación de Amigos de Soutter", los galeristas, editores, comisarios, trabajaron incansablemente para descubrir la obra del artista Luis Soutter. En 1945, Jean Dubuffet lo descubrió gracias a Jean Giono.

Se añadió de inmediato Soutter al movimiento de Art Brut (un concepto que él creó en 1945 donde incorporaba el arte no profesional y libre de la cultura artística entre los enfermos mentales)

En el oeste de Suiza, Louis Soutter fue un creador demasiado original para encontrar un lugar dentro de cualquier movimiento artístico conocido, ostentando la reputación de "locura" que se había ganado durante el último tramo de su vida.


El año 1937 marcó un cambio en la obra de Louis Soutter. Tenía 66 años, era un "viejo" hombre a pesar de su tenacidad, "viejo" no tanto por edad que por el desgaste de su existencia en Ballaigues, privación de alimentos vitales que necesitaba, motivada por su ascetismo. Su cuerpo delgado se hizo viejo, cansado de sus largas caminatas en el campo de la Jura, su rostro surcado de arrugas y sus labios sobre sus encías sin dientes, las manos deformadas por la artrosis.

Al no poder sostener un lápiz o una pluma, dejó de dibujar. Para seguir creando con la herramienta de sus dedos, sumergiéndolos directamente en la tinta o la aguada, una técnica que utilizó hasta su muerte; este es el período conocido como "pintar con los dedos" (1937 -1942).


Los períodos de "libros", "manierista" y "dedos" son diecinueve años de creación, de una riqueza extrema a pesar de la simplicidad de medios técnicos.

Murió en Ballaigues 20 de febrero 1942, a los 71 años. El Asilo del Jura se hizo cargo del funeral, sus conocidos y amigos se enteraron de su muerte a los pocos días por un obituario.

Después de su muerte, fueron hallados en su habitación las pinturas y los diseños. Ofrecido por Soutter, a sus amigos y trabajadores a cambio de compras y las bebidas en el bar o en trajes para ser ser vestido por el mejor fabricante de Lausana.

Este número de obras se duplicó cuando se descubrió la colección de Le Corbusier, los dibujos figuraron en la primera exposición de Hartford, Estados Unidos, en 1936, y en las futuras exposiciones de los amantes del arte de Soutter.


«Louis Soutter, músico y pintor, vivió desde 1871 hasta 1942. Fue alumno predilecto del violinista Ysaye. atacado de tifus, pasó las dos últimas décadas de su existencia internado, donde dibujó de un modo genialmente furioso, según lo atestigua la edición de su obra realizada, mucho después de su muerte».

Hermann Hesse

lunes, 20 de diciembre de 2021

George Peréc, me acuerdo de...

 


«Vivo en el planeta tierra,
¿tendré un día la oportunidad de decírselo a alguien?»

George Peréc, creador de un espacio dentro de su propia historia, un tiempo indefinido y en el cual quedó encerrado sin poder escapar.

Me acuerdo de…

Raíces, hormigas y contusiones… me acuerdo de un río de lágrimas que descendían hacia el mar.

Cuentan que George Perèc, recorría a diario París a la búsqueda de los últimos tesoros escondidos, de las últimas páginas aún sin escribir; de aquel mayo del 68 junto a ciertas reticencias.

Je me souviens…
Isy, Cyrla... a los que nunca vi.


Contratos y exterminios que no se superan, aunque uno pierda parte de su vida paseando por el interior de crucigramas, palíndromos y de absurdas aficiones. Dando por hecho que nunca se encuentra aquello que está más allá de lo sensible.

Un grito que se escapó, al final de una tarde cualquiera desde Auschwitz, evocando un frenético apego hacia esos infinitos detalles que nunca terminó de encontrar.

Cosas que pasan y suceden, pero por más que se enmarañen entre laberintos y vocablos; nunca terminan de acontecer.

Me acuerdo de...

La primera vez que oí hablar de Peréc, fue en un taller de escrituraterapia. Allí escribíamos frases, imitando el estilo del libro de Peréc. Aportando una zona de nuestra vida que empujaba por retornar. Convertida en frases cortas y en donde todas comenzaban diciendo así;

Me acuerdo de...

Un juego, aparentemente banal y sin sentido, y que poco a poco calaba en nuestro interior; echando abajo nuestra estructura emocional como si tal cosa.


En su libro, Peréc, consigue contribuir a la memoria colectiva de todo un país, aportando esos pequeños detalles que no se suelen incluir en los libros de historia. Mencionando aquellas pequeñas situaciones que nos ofrece la vida diaria.

Con tan solo una frase, Peréc crea un ambiente que se repite y repite, sin estructura aparente y para cuando uno se da cuenta de ello; ya nos hallamos atrapados dentro de la trama y sin escapatoria posible. Garabateando en un papel contiguo y de modo automático un repetido: me acuerdo de...

domingo, 19 de diciembre de 2021

Motohiko Odani, el inquietante.

Motohiko Odani, nacido en 1972, estudió escultura en la Universidad de Tokio (Artes) y en 2003 representó a Japón en la Bienal de Venecia.

«Phantom Limb», es su mayor exposición individual hasta la fecha.

Y según cuenta el mismo, «Espera dar forma a lo que los ojos no pueden ver... los fantasmas que se esconden dentro de nosotros».


Su trabajo (como por un proceso de transferencia) está lleno de sensaciones inquietantes: inquietantes porque se sienten contradictorias.

Lo logra mediante la utilización de una amplia gama de materiales: la primera sala contiene un vestido hecho de pelo humano (Doble Filo del Pensamiento 1997), un ciervo de peluche con una fundición de aluminio pierna dispositivo de retención (Erectro Bambi, 1998) y un vestido de la cabeza y el cuerpo de dos lobos (Lección Humanos 1996), en alusión a la historia mitológica de Amala y Kamala, las niñas, dijo que han sido criadas por los lobos.


Esta es una exposición donde se tocan los grandes temas de la muerte, el amor, la identidad y el lado espiritual de la vida. Conceptos abstractos tales como el movimiento y el dinamismo también proporcionan un contrapunto, como Inferno de la nueva pieza (2008-10) - un espacio para la instalación con una proyección de agua a lo largo de un lado y un piso de vidrio – lo demuestran claramente.

Se puede observar la lucha para formar un lenguaje que es más que una polaridad entre los binarios creados artificialmente supone: dolor / placer, vida / muerte, y la belleza / fealdad.


Sus obras, como la escultura de Helen Chadwick, transmitir algo visceral, pero a diferencia del trabajo de Chadwick hay una distancia de observación. Es como si se producen las obras fuera cuestionar el propio papel en su creación.