miércoles, 23 de diciembre de 2020

Constelación Literaria o el Calor de lo Humano


Agrupados bajo el mando de la Soley Aragonés, nace «Constelación Literaria» con la intención de aportar mediación en tiempos de desasosiego. 

Se dice que la intención es lo que cuenta, por lo tanto, Soley hace un llamamiento a la causa, y 25 escritores se comprometen en un solo objetivo; el de contribuir desde lo narrativo para llevar ilusión a este desierto colmado de vacuos intereses. 

Si de algo va sobrado el libro es de fantasías y quimeras. En sus páginas surcamos mares, ciudades imaginarias, recibimos regalos, suspiros y hasta besos, junto con la exploración de nuevos territorios. Y dejadme ser generoso en mí expresión; ofertando calor humano como causa, ese del que tanto adolecemos.

Agradecido por la labor de mis compañeros, «Constelación Literaria» surca ya los parámetros de lo meramente retórico, bañado por su propia luz desde el momento en que es presentado; ejemplo de solidaridad sin ánimo de ganancias. 

Es de buen nacido ser agradecido, dice el refrán, por lo tanto; damos comienzo oficial a este nuevo blog y que por circunstancias adversas quedó retenido hace diez años. Haciéndolo con la mejor compañía posible y dando cobijo a esos nuevos amigos que han de ejercer el viaje, conmigo.

He disfrutado de lo lindo con su lectura, algunas veces insolente y otras inquietante. 

25 escritores brillan en un firmamento común, conformando las buenas causas que, por fuerza, han de hacer mejor este mundo. 

Gracias, no está de moda extenderse demasiado, atrás quedaron las largas parrafadas de mis libros antiguos. Hoy más que nunca miramos hacia el futuro con miedo, pero con una ilusión tremenda por hacer frente a tanta adversidad e infortunio. 

Gracias y que la dicha os acompañe, nos diría el maestro Yoda.


Soley, se te quiere y bien lo sabes. No cambies nunca y cuenta con nuestra pluma como espada y sosiego, valga la contradicción. Que como bien dice el poema... 


¡Oh capitán, mi capitán!
Terminó nuestro espantoso viaje,
El navío ha salvado todos los escollos,
Hemos ganado el codiciado premio,
Ya llegamos a puerto, ya oigo las campanas...

Walt Witman


Todo lo recaudado en esta antología se destinará para la "Asociación Aladina", comprometida en la ayuda contra el cáncer, en niños y jóvenes.



jueves, 17 de diciembre de 2020

El Río del Bosque.


El Río del Bosque 


Esta tarde me he bañado en el río que atraviesa el bosque,
y las náyades se han asustado de mí.
Me pareció verlas muy lejos,
en el fondo del agua oscura. 

Las llamé para que me adornasen los cabellos
con las flores amarillas y blancas que nacen entre los juncos. 

Y con una hierba que pasó junto a mí, 
arrastrada por la corriente, 
me hice un cinturón verde, 
oprimí mis pechos e incliné un poco la cabeza. 

Llamándolas de nuevo: ¡Náyades! ¡Náyades! 
¡Jugad conmigo! No huyáis de mí. 

Pero como estas son transparentes,
puede que haya acariciado sus brazos, 
y tocado sus muslos finos y ligeros, 
sin apenas darme cuenta del roce de su piel.




viernes, 11 de diciembre de 2020

De cuando el miedo llegaba volando. Refugios de Almería.


Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos. Era la edad de la sabiduría, era la edad de la imbecilidad. Era la época de las creencias, era la época de la incredulidad. Era la época de la luz, era la época de la oscuridad. 


Charles Dickens 




Me encuentro a solas, profundamente inquieto, difuso bajo el subsuelo y preguntándome sí me hallo cerca el Hades o del mismísimo Infierno. Me encuentro en el interior de unos refugios construidos hace años, con el único objetivo de sobrevivir a los bombardeos alemanes. Me viene a la memoria un reportaje sobre el Hurin Pacha, el reino del subsuelo Inca, soy así. No lo puedo evitar. 


Pero antes de proseguir, es necesario detenerme y dar entrada a los hechos: 


Almería aguanta hasta el final de la guerra como último reducto republicano de España, quedando aislada y sola frente de los despiadados ataques del bando nacional. 

El comienzo de la monumental obra de ingeniería de los refugios se inicia tres meses después del alzamiento fascista.

El proyecto fue encargado al arquitecto municipal Guillermo Langle Rubio. Participando, también, el ingeniero de minas Carlos Fernández Celaya y José Fornieles, ingeniero de caminos.

Proyecto en el que participa la población de Almería de manera voluntaria, acelerando de esta forma la construcción de tan magnánima obra.

Se consiguió crear cerca de cien accesos al interior de los refugios. La idea era, que ningún residente tuviese que recorrer una larga distancia para poder acceder a ellos en caso de ataque. 

Los refugios disponían de enfermería, quirófano, sala de curas, zona de almacenamiento de víveres, una cocina, despensa, luz y agua potable. Con una longitud de 4.5 Km de galerías subterráneas. 

Llegando a tener cabida para 40.000 personas, todo minuciosamente calculado para poder albergar a la totalidad de la población. Incrementada inesperadamente por la famosa "desbandá" de Málaga, episodio terrible para la historia de nuestro país. 




Una flota alemana el 31 de mayo de 1937 bombardea Almería, mueren 40 personas y deja un reguero de 150 heridos y más de 200 edificios destruidos.

El día de Reyes de 1937, a las dos de la madrugada, un avión bombardea la estación de ferrocarril trayendo el consiguiente regalo a los niños. Tres días más tarde regresan y vuelven a bombardear la ciudad, por si algún niño se ha quedado sin su correspondiente regalo.

Tras la caída de Málaga el litoral andaluz se vuelve un infierno. 

Tomada Almería por las fuerzas fascistas a finales de marzo de 1939, los refugios fueron sellados y olvidados para siempre. Hasta que pasados setenta años se han vuelto abrir, llevándose a cabo una ardua tarea de limpieza, dado el lodo acumulado y la retirada de raíces que impedían el acceso y la circulación por las galerías.




Me apoyo en la pared de la galería, frente a mí, y sobre una pared lateral que hace las veces de muro de contención, un niño ha aprovechando el fraguado del hormigón como si de un lienzo se tratase. Plasmando la impronta de su miedo. 

El ruido del paso de los coches por el paseo y sobre mi cabeza, me ayuda a rememorar la barbarie.

Me encuentro solo, tremendamente solo en este largo pasillo. Frente a mí, el dibujo trazado sobre el cemento, dándome por imaginarme el olor al espanto, el llanto de los críos, una oscuridad perniciosa, las respiraciones forzadas, suspiros y algunos rezos por lo bajo, (aunque nos encontremos en zona republicana, no es menester recordar que el hombre siempre ha rezado).

Y el arte una vez más o mejor dicho; la expresión artística que nos ayuda a escapar del horror y de la situación presente. Cómo un murmullo que nos acompaña desde el principio de la especie humana.

Sofocamos el miedo con lo creativo, disolvemos la parálisis del espanto con un movimiento que nada más nos sirve que para escapar de la realidad. 

¿Qué se puede expresar en un largo y oscuro pasadizo sepultado en el fondo de la tierra? 

Ya lo vimos en Terezing, cuando el horror nazi se alzaba en su mayor grado de atrocidad y barbarie. 

Cierro los ojos y me imagino a ese niño pintado sobre el hormigón aún no fraguado, mientras me pregunto; ¿Cómo se puede pintar sin luz? 

jueves, 10 de diciembre de 2020

Oración de la Gestalt, según Fritz Perls



Yo soy Yo y Tú eres Tú.


Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas y,
tú no estás en este mundo para cumplir las mías.


Tú eres Tú y Yo soy Yo.


Si en algún momento o en algún punto nos encontramos. 


Y coincidimos, será maravilloso.


Si no, pocas cosas tenemos que hacer juntos.


Falto de amor a mí mismo
cuando en el intento de complacerte me traiciono.


Falto de amor a ti
Cuando intento que seas como yo quiero,
En vez de aceptarte como realmente eres.


Tú eres Tú y Yo soy Yo



Fritz Perls

martes, 8 de diciembre de 2020

Poesía en el Valle I


POESÍA DEL VALLE 


I


Te recuerdo yaciente en la campiña,
por entre el trigo dorado.

En ese lugar te hice pan de mi vida,
alimento de mi alma 
y fruto de mi agonía.

Y en la despedida de mi tormento,
fermentamos las caricias y 
sacralizamos los momentos.

Desde ese trigo, al viento,
yo me nutría del blanco pan de tu pecho.
Hoy memoria de nuestro frugal entendimiento.

Rogando fidelidad a la luna, 
testigo de nuestras noches,
bendición bajo juramento.

R. Reina Martel