viernes, 29 de diciembre de 2023

Charles Dickens y las mujeres del Urania College



"Concéntrate en todo lo bueno que te pasa, que a todos nos pasa mucho; y no en las desgracias, que a todos nos pasa alguna".

***

En 1842, después del regreso del prolífico escritor a Inglaterra y su triunfal gira por los Estados Unidos, la desgracia y el hambre se afincaron en su país. El precio del pan se duplicaba debido a las malas cosechas, y la pobreza se infiltraba en las ciudades, abrumadas por campesinos en busca de una pequeña caridad. 

La industria algodonera, antaño orgullo de Inglaterra, atravesaba una pronunciada decadencia, generando largas filas en las casas y comedores de caridad en las calles de cualquier ciudad del país.


Dickens, defensor declarado de las libertades civiles y religiosas, así como de los derechos humanos, se horrorizaba ante el creciente odio de clases. El ciclo comenzaba con el cierre de fábricas, desencadenando huelgas que, rápidamente, se tornaban violentas y culminaban con el envío de tropas para sofocarlas.

En medio de los llamados "Hambrientos Cuarenta", la prostitución femenina emergía como una de las realidades más distintivas de la época.

La señora Angela Burdett-Coutts, adinerada y filantrópica solterona, ferviente lectora de Charles Dickens, se convirtió en la principal financiera del Urania College. Dickens le propuso la idea de financiar una entidad que ayudara de alguna manera a rehacer la vida de estas mujeres, llevadas a la prostitución por una imperante necesidad.


La señora Angela abrazó entusiasmada la propuesta de Dickens, convirtiéndose así en la principal benefactora del Urania College. Insistió en que el respetado novelista se pusiera al frente de la institución.

Urania, era un refugio para mujeres caídas, concebido y parcialmente financiado por el propio Dickens, quien lo dirigió con dedicación durante casi quince años. 


El proceso de admisión requería que la aspirante hiciera a Dickens un detallado relato de su desgracia. Esta confesión se realizaba una sola vez, y a partir de entonces, la mujer se comprometía a guardar silencio absoluto sobre su pasado. Ni el personal ni las compañeras del instituto debían conocer las circunstancias de su vida. El silencio se extendía incluso a sus vidas futuras.

Contar por única vez sus desventuras, guardar silencio para siempre, adquirir habilidades domésticas, viajar a algún rincón del Imperio, encontrar un buen hombre, casarse y tener hijos; era el programa de Urania, algo similar al guion de un melodrama de cine con final feliz.


El propio Dickens, con un interés aparentemente terapéutico, realizaba la única entrevista con las aspirantes. Fundador de la institución y de mentalidad freudiana, Dickens exigía que las mujeres llevaran una nueva vida orientada a recuperar el decoro, aprender oficios y destrezas hogareñas. Llevaba un meticuloso registro de entrevistas, así como del desempeño y los progresos de las pupilas en un volumen característicamente llamado "Libro de Casos", que solo él pudo leer.

Alrededor de cien mujeres pasaron por Urania durante los quince años en que sirvió como "refugio societario", según el término de Dickens. Un informe de 1853 detalla que 26 de las primeras 54 pupilas emigraron a Australia y lograron reconstruir con éxito sus vidas. Catorce decidieron abandonar Urania y otras diez fueron expulsadas.


Emma tenía quince años cuando solicitó ingresar en Urania. Antes de prostituirse, vivió una verdadera odisea como obrera infantil en la fábrica de betún donde, aún siendo niño, Dickens había trabajado incansablemente para mantener a su padre encarcelado por deudas. La coincidencia impactó profundamente al autor de "Historia de dos ciudades", generando una especial empatía por Emma, a quien cuidó con esmero durante toda su vida.

La fábrica, conocida como Warren's Blacking Factory, estaba ubicada en la orilla del río Támesis, cerca de la estación de Charing Cross de Londres. Dickens tenía 12 años cuando comenzó a trabajar allí en 1824. Las condiciones de trabajo eran extremadamente duras: 10 horas al día, seis días a la semana, por un salario de 6 peniques diarios. Su trabajo consistía en pegar etiquetas en los botes de betún, una tarea repetitiva y monótona.

Dickens detestaba su labor en la fábrica, considerándola una humillación y sintiéndose prisionero. En una carta a su amigo John Forster, expresó:

"Mi trabajo era pegar etiquetas en botes de betún. Era agotador y miserable, rodeado de niños tan desafortunados como yo".


La experiencia de Dickens en la fábrica dejó una profunda huella en su vida y obra. Novelas como "Oliver Twist" y "David Copperfield" exploran temas como la pobreza, la desigualdad social y la injusticia.

La visita de Elizabeth Gaskell a Urania Cottage en 1852 aumentó la visibilidad de la residencia. Gaskell, amiga de Dickens y novelista destacada, elogió el trabajo realizado en Urania Cottage en una carta al propio Dickens. Su respaldo contribuyó a su creciente popularidad.

Urania Cottage cerró en 1858, pero su legado perdura. Ayudó a cambiar la percepción de las mujeres jóvenes que habían sido prostitutas, demostrando que podían transformar sus vidas y encontrar un futuro mejor.

¡Un brindis por el señor Dickens!

sábado, 23 de diciembre de 2023

Esa noche en la que Vincent Van Gogh se deshizo de su oreja

 


"Puse mi corazón y mi alma en mi trabajo, 
y he perdido mi mente en el proceso".

En una noche como la de hoy, hace 135 años; es decir, en la noche del 23 de diciembre de 1888, sucedió que Vincent Van Gogh entregó su oreja a una mujer en un burdel local llamada Rachel. Al día siguiente, el 25 de diciembre, la policía fue alertada por el propietario del burdel y encontraron a Van Gogh en su casa, gravemente herido.

La oreja cortada fue recuperada del lugar donde Van Gogh la dejó y se dice que fue entregada a un médico llamado Félix Rey, quien trató al pintor después del incidente. Este trágico episodio es parte de la compleja biografía de Vincent van Gogh y ha suscitado mucho interés y debate a lo largo de los años.


Las circunstancias exactas de lo que sucedió esa noche siguen siendo un misterio. La versión más aceptada es que Van Gogh se cortó la oreja a sí mismo después de una discusión con su amigo y colega, Paul Gauguin. Los dos artistas habían estado viviendo juntos en la Casa Amarilla de Arles, Francia, durante varios meses, y su relación se había vuelto cada vez más tensa.


La noche del 23 de diciembre, Van Gogh y Gauguin tuvieron una discusión particularmente acalorada. Gauguin se fue de la Casa Amarilla y Van Gogh quedó solo, angustiado y enojado. Es posible que haya experimentado alucinaciones o delirios, o que haya sufrido un ataque de epilepsia, que era una condición médica que sufría, aunque también existiese la posibilidad de que se hubiese puesto de absenta hasta el cogote.

A la mañana siguiente, Gauguin regresó a la Casa Amarilla y encontró a Van Gogh inconsciente en su cama. Van Gogh fue llevado al hospital, donde recibió tratamiento por su herida. La oreja de Van Gogh nunca se encontró. Algunos creen que fue enterrada en el jardín de la Casa Amarilla, mientras que otros creen que fue arrojada al río Ródano.


"El arte es para consolar a los que están quebrantados por la vida".

El acto de Van Gogh de cortarse la oreja fue un evento traumático que tuvo un profundo impacto en su vida y obra. Se cree que el incidente contribuyó a su deterioro mental, que finalmente lo llevó a suicidarse en 1890.

La mañana después de cortarse la oreja, Van Gogh escribió una carta a su hermano Theo. En la carta, Van Gogh describe lo que sucedió la noche anterior. Esta carta es una fuente importante de información sobre lo que sucedió la noche de la oreja cortada. La carta muestra que Van Gogh estaba muy angustiado y que no estaba en control de sus acciones.


En 2002, una periodista francesa llamada Martine Gosset afirmó haber encontrado la oreja de Van Gogh. Gosset dijo que había recibido la oreja de un hombre que se presentó como un descendiente de la prostituta Rachel, a quien Van Gogh le había regalado la oreja.

Sin embargo, la autenticidad de la oreja encontrada por Gosset fue rápidamente cuestionada. Los expertos en arte dudaban de que la oreja fuera la de Van Gogh, ya que estaba en un estado de conservación demasiado bueno. Además, la historia del hombre que la había encontrado era poco creíble.

En 2003, el Museo Van Gogh de Ámsterdam realizó una investigación sobre la oreja encontrada por Gosset. Los expertos del museo examinaron la oreja y concluyeron que no era la de Van Gogh. La oreja era demasiado pequeña y tenía la forma incorrecta. Además, la oreja estaba hecha de cera, no de carne. Por lo tanto, continuamos con el misterio…

miércoles, 20 de diciembre de 2023

El Cascanueces y el Rey de los Ratones, algo más que una simple historia


E.T.A. Hoffmann, cuyo nombre completo es Ernst Theodor Amadeus Hoffmann, fue ciertamente una figura peculiar y fascinante del romanticismo alemán. Además de ser un escritor, también fue jurista, dibujante y compositor musical. Su vida estuvo marcada por una mezcla de creatividad, imaginación, y también por momentos de desafíos personales.

Ya hicimos referencia en el blog con «El hombre de arena», uno de los cuentos más enigmáticos y terroríficos, por qué no decirlo, del autor. 

Hoffmann tenía una inclinación por lo fantástico y lo surrealista en sus obras literarias, y su imaginación única le valió reconocimiento en el ámbito literario. Al mismo tiempo, enfrentó luchas personales, incluyendo problemas de salud y desafíos en su carrera legal.


En cuanto a su interés por los autómatas y la mecánica, refleja su fascinación por la intersección entre lo humano y lo artificial, un tema que aparece en muchas de sus obras. Aunque puede parecer extraño desde nuestra perspectiva contemporánea, este tipo de intereses eran relativamente comunes en la Europa del siglo XIX, especialmente entre los románticos, que a menudo exploraban los límites de la realidad y la imaginación.

Resumiendo, Hoffmann fue, de hecho, una figura multifacética y única en la historia literaria y artística.

«El Cascanueces y el Rey de los Ratones» es una obra clásica escrita por E.T.A. Hoffmann. Este cuento fue publicado por primera vez en 1816 como parte de la colección de Hoffmann titulada «Cuentos nocturnos para niños». La historia ha ganado popularidad y es conocida principalmente por haber inspirado el famoso ballet «El Cascanueces» de Piotr Ilich Chaikovski.


La trama del cuento habla de Clara, una niña que recibe un cascanueces como regalo en la víspera de Navidad. Durante la noche, el cascanueces cobra vida y se enfrenta al malvado Rey de los Ratones. Después de la batalla, el cascanueces se transforma en un príncipe y lleva a Clara a un reino mágico lleno de dulces y juguetes.

Hoffmann, logra combinar la inocencia de un cuento de hadas con elementos más siniestros y oníricos. 

La adaptación de Chaikovski para el ballet, estrenada en 1892, contribuyó significativamente a la popularidad de la historia, convirtiéndola en una obra clásica de la literatura infantil y la música clásica.


«El Cascanueces y el Rey de los Ratones» es un cuento que ha sido interpretado de diversas maneras a lo largo del tiempo, y su simbología puede variar según las interpretaciones. Pero vamos a mojarnos un poco… aquí os dejo algunas de las posibles interpretaciones y simbolismos asociados con la historia:

El viaje del héroe: La historia sigue el patrón clásico del «viaje del héroe», donde Clara se embarca en una aventura que la lleva a enfrentarse a desafíos, superar obstáculos y regresar transformada. Este viaje puede simbolizar el proceso de iniciación, maduración y autodescubrimiento.

Dualidad entre el bien y el mal: La lucha entre el Cascanueces y el Rey de los Ratones puede representar la dualidad del bien y el mal. La transformación del Cascanueces después de la batalla sugiere la victoria del bien sobre el mal.

El poder del imaginario: La visita de Clara al reino mágico después de la batalla puede interpretarse como un escape, una salida a un mundo de la imaginación y la fantasía. Este reino simboliza la capacidad de la mente humana para crear mundos maravillosos y escapar de la realidad.

El paso de la infancia a la madurez: El cuento puede considerarse como una alegoría del paso de la infancia a la madurez. Clara, al enfrentarse a desafíos y descubrir un mundo mágico, representa el crecimiento y la transición hacia el discernimiento.

El poder transformador de la fantasía: La capacidad del Cascanueces para transformarse de un simple muñeco en un príncipe simboliza el poder transformador de la fantasía y la imaginación, mostrando cómo estas pueden cambiar nuestra percepción de la realidad.

El subconsciente y los sueños: La historia se desarrolla en gran medida en un mundo de sueños y fantasía, sugiriendo la importancia del subconsciente y los sueños en la vida psicológica. La batalla entre el Cascanueces y el Rey de los Ratones, así como la posterior visita al Reino de los Dulces, podrían simbolizar la lucha entre las fuerzas del subconsciente y la búsqueda de la realización personal a través de los sueños.

La transformación y el desarrollo personal: La transformación del Cascanueces en un príncipe después de la batalla podría representar procesos de cambio y desarrollo personal. Este elemento podría sugerir que a través de la confrontación de los miedos (representados por el Rey de los Ratones), uno puede experimentar un crecimiento personal y transformarse en una versión mejorada de sí mismo.

El contraste entre la realidad y la fantasía: La historia también puede explorar la relación entre la realidad y la fantasía, sugiriendo que la mente humana tiene la capacidad de escapar de la realidad a través de la imaginación y los sueños. Este contraste podría reflejar la dualidad de la mente humana y cómo las personas a menudo buscan refugio en la fantasía para lidiar con las complejidades de la vida.

La dualidad de las emociones: La dualidad entre el Rey de los Ratones y el Cascanueces también podría interpretarse como la representación simbólica de las emociones humanas. La batalla podría simbolizar la lucha interna entre emociones negativas y positivas, y la victoria del Cascanueces podría sugerir la capacidad de superar las emociones destructivas.


El ballet «El Cascanueces» fue encargado por el director de los Teatros Imperiales de San Petersburgo, Ivan Vsevolozhsky, al compositor Piotr Ilich Chaikovski. Chaikovski, inicialmente, no estaba muy entusiasmado con la idea y consideró que la historia era demasiado infantil. Además, el ballet no fue inicialmente bien recibido por el público y la crítica.

La ironía reside en que hoy en día «El Cascanueces» es uno de los ballets más populares y ejecutados del mundo, especialmente durante la temporada navideña. La suite orquestal derivada del ballet, que incluye la famosa «Danza del Hada de Azúcar», es ampliamente conocida y apreciada.


La transformación de la percepción de «El Cascanueces» de un proyecto inicialmente despreciado a una obra maestra atemporal destaca cómo la apreciación del arte puede evolucionar con el tiempo y cómo una obra que puede no ser comprendida o apreciada en un momento dado puede convertirse en un clásico duradero.

Otra anécdota interesante relacionada con «El Cascanueces» está vinculada a la propia vida del autor del cuento original, E.T.A. Hoffmann.

Hoffmann era un apasionado por los juguetes y la mecánica, y su fascinación por las marionetas y autómatas se refleja en la historia.

En su vida cotidiana, E.T.A. Hoffmann tenía un interés especial en construir y coleccionar autómatas, figuras mecánicas que imitaban movimientos humanos. Se dice que incluso incorporó algunos de estos autómatas en sus lecturas y eventos literarios, creando un ambiente único y fantástico para sus espectadores.

Esta conexión entre la vida personal del autor y su obra resalta cómo Hoffmann incorporó sus propias pasiones e intereses en sus creaciones literarias, dando una dimensión adicional a la historia del Cascanueces y su mundo mágico.

lunes, 11 de diciembre de 2023

Hansel y Gretel o la trama del abandono.



Hoy toca sumergirnos en el mundo de los hermanos Grimm. Concretamente en el cuento «Hansel y Gretel», que fue recopilado y publicado, en su famosa colección de cuentos de hadas titulada; «Cuentos de la infancia y del hogar». 

La primera edición de esta colección fue publicada en dos volúmenes, el primero en 1812 y el segundo en 1815. Sin embargo, «Hansel y Gretel» fue incluido en la segunda edición revisada, que se publicó en 1819. La colección experimentó varias ediciones y revisado a lo largo de los años, pero la versión que conocemos hoy en día es en gran medida la que fue publicada en la séptima edición en 1857.


La trama de cuento, nos relata a dos hermanos que son abandonados en el bosque por sus padres debido a la escasez de alimentos. En su intento de regresar a casa, Hansel utiliza migas de pan para marcar el camino. Sin embargo, las migas son devoradas por los pájaros y los niños se desorientan y pierden.

Tras vagar por el bosque, al fin encuentran una casa construidas con golosinas y dulces. Hambrientos, comienzan a comérsela sin darse cuenta de que la casa pertenece a una bruja malvada. La bruja los captura y los mantiene prisioneros con la intención de comérselos.

Gretel, astuta, engaña a la bruja y logra liberar a su hermano. Juntos, consiguen empujar a la bruja dentro de su propio horno, y de esa manera lograrán escapar. Después de derrotar a la bruja, encuentran una fortuna en el interior de la casa de la bruja. Al regresar a su hogar, descubren que su madre ya ha fallecido. Con su padre, ahora arrepentido, viven felices con las riquezas que encontraron en la casa de la bruja.


Dentro del ámbito de la psicología moderna, se podrían interpretar diversos análisis sobre los cuentos de hadas, incluyendo «Hansel y Gretel». Aunque es importante destacar que estas interpretaciones son subjetivas y pueden variar según el enfoque teórico y el punto de vista del analista. 

El síndrome del niño abandonado es una condición de comportamiento o psicológica que resulta principalmente del abandono del niño por parte de los padres de una manera voluntaria o por la pérdida de uno o ambos padres. El abandono puede ser físico (el padre/madre no está presente en la vida del niño) o emocional (el padre/madre retiene afecto, nutrición o estimulación)

Para algunos niños el abandono es principalmente físico. El abandono físico ocurre cuando las condiciones físicas necesarias para prosperar han sido reemplazadas por:

Carencia de supervisión apropiada.

Provisión inadecuada de nutrición y comidas.

Ropa inadecuada, vivienda, calor, o refugio.

Abuso físico y/o sexual.

Verbal y/o abuso emocional (avergonzamiento, rechazo).

Negligencia

Algunos psicólogos y expertos, como Gustav Jung, han sugerido conexiones entre elementos de los cuentos de hadas y ciertos aspectos psicológicos. Aquí hay algunas interpretaciones posibles desde diferentes perspectivas:

Desarrollo Infantil:

Desde una perspectiva del desarrollo infantil, el cuento podría abordar temas como la separación de los padres (abandono en el bosque), la lucha por la supervivencia y la resiliencia de los niños ante situaciones difíciles.

Algunos elementos pueden interpretarse simbólicamente. La casa de dulces podría representar deseos y placeres tentadores, mientras que la bruja podría simbolizar amenazas o conflictos inconscientes.

También se podría analizar la dinámica familiar, especialmente el acto de los padres al abandonar a los niños y cómo esto puede influir en la percepción de la seguridad y la confianza en las relaciones familiares.

Desde una perspectiva más general, el cuento también podría abordar el tema del miedo y cómo los niños enfrentan y superan situaciones aterradoras. Además, el proceso de aprendizaje y la toma de decisiones por parte de Hansel y Gretel son aspectos que podrían analizarse en términos de desarrollo cognitivo y emocional.


Bruno Bettelheim, en su obra «Psicoanálisis de los cuentos de hadas», ofrece un enfoque psicoanalítico para analizar los cuentos de hadas, incluyendo «Hansel y Gretel». Aquí hay algunos aspectos clave de su interpretación:

Bettelheim argumenta que los cuentos de hadas no solo son entretenimientos infantiles, sino que también desempeñan un papel crucial en el desarrollo psicológico de los niños. Él sostiene que los elementos simbólicos de los cuentos de hadas ofrecen a los niños una manera de comprender y procesar sus propias emociones y experiencias.

Bettelheim considera a Hansel y Gretel como arquetipos que representan aspectos universales de la experiencia humana. Por ejemplo, interpreta la casa de dulces como un símbolo del deseo y la satisfacción inmediata, mientras que la bruja representa la figura materna malévola o autoridad opresiva.

La casa de los pasteles:

Representa las tentaciones y placeres efímeros de la vida. Puede interpretarse como un cebo utilizado por el malvado brujo para atraer a los niños.

La atracción hacia lo dulce y apetitoso puede reflejar la búsqueda de placer instantáneo y gratificación, a menudo presente en la infancia.


Las migas de pan:

Originalmente, las migajas de pan sirven como marcadores para que Hansel y Gretel encuentren su camino de regreso. Sin embargo, también pueden simbolizar la fragilidad de la seguridad y la confianza ante un entorno peligroso. Las migajas pueden representar la vulnerabilidad y la necesidad de tener una guía constante en la vida, especialmente en situaciones desconocidas.

La bruja:

Puede interpretarse como un arquetipo de la figura materna malévola o la amenaza desconocida en la vida de los niños. La figura de la bruja puede representar los miedos infantiles hacia las figuras de autoridad o la pérdida de inocencia. También puedes explorarse desde una perspectiva de lucha entre el bien y el mal dentro de la psique infantil.

sábado, 2 de diciembre de 2023

Abrir los ojos

 


«Y cuando estés cerca yo tomaré tus ojos, y los pondré en lugar de los míos. Y tú tomaras mis ojos, y los pondrás en el lugar de los tuyos. Y entonces, yo te miraré a ti con tus ojos y tú me mirarás con los míos».

J. Moreno


Abrir los ojos y mirar. percibir cuánto nos rodea, a ser posible ofertando algo de ternura.

Mirar sin ver, ver sin mirar.

Abrir los ojos a la emoción, a lo más sencillo de todo, a lo más simple.

Mirar sin ver, ver sin mirar.

Abrir los ojos e intentar concebir el latido de las cosas ¡Cuanta ilusión va puesta en ello!

Mirar sin ver, ver sin mirar.

Abrir los ojos ante los que se agitan a tu lado, y que ahora no pasan a ser más que sombras.

Mirar sin ver, ver sin mirar.

Abrir los ojos y oír cuanto no se dice, ese silencio que habla por sí solo.

Mirar sin ver, ver sin mirar.

Abrir los ojos a la oscuridad, los colores y también las esquinas.

Mirar sin ver, ver sin mirar.

Abrir los ojos para descubrir justo lo necesario y prescindir del resto.

Mirar sin ver, ver sin mirar.

Abrir los ojos sin juicios de ningún tipo.

Mirar sin ver, ver sin mirar.

Abrir los ojos para poder mirar al otro.

Mirar sin ver, ver sin mirar.

«Dejar que los ojos hagan su trabajo de mirar
y… permitirse uno ser su propio novelista».

Fritz Perls.