jueves, 21 de julio de 2022

La Luna en el Sauce, proyecto cumplido

 

El proyecto se ha cumplido y mi madre está feliz. Ella ha recibido su tesoro; las memorias de toda una vida, junto a la de sus antepasados.

Con ello cumplo la deuda que mantenía con mi abuela Carmen y su padre; el mítico cartero de Monesterio, héroe de Filipinas.

La memoria de mi madre ha sido fundamental en el proceso, infinidad de detalles, recuerdos que se clavan en la epidermis y que al fin han encontrado una vía sanadora.
A mi padre les debo el último cuaderno, al ser testigo directo de los acontecimientos que ocurrieron en los barrios de San Julián, San Marcos y Macarena, durante y después de la guerra civil.

He intentado unir, en la medida de lo posible, los dos linajes que preceden mi vida, más todos aquellos mitos que me han ayudado a crecer y formarme como hombre. Advierto que algunos personajes que han ido buscándose sitio por si solos, tal como mi querida Marcelle Auclair, la que desconocía por completo antes de iniciar el proyecto y cuyo perfil me enamoró para siempre.

Todos estos súper héroes forman ahora parte de mí;

«Simone Martel, Picasso, Madeleine, Max Jacob, Modigliani, Ignacio Sánchez Mejías, José Rizal, los hermanos Quintero, Sor Ángela de la Cruz, Federico García Lorca, Blas Infante, José Reina, al señor Santillana -imaginero sabio de Santa Clara-, y por supuesto, en las páginas finales; mención especial a Juana Reina, sostén cándido y artístico de mi familia y niñez».

Consideración especial a la hermana María José, madre superiora del Convento de la Purísima Concepción de Lebrija por ofrecerme su casa, aun siendo esta de clausura.
A la buena gente del pueblo de Monesterio, por abrir y allanar la puerta hacia mi pasado.

A la gente de la Macarena, la que queda y aún mantiene memoria…

miércoles, 20 de julio de 2022

Homenaje a Charlotte Salomon

 

«Mientras la guerra continuaba, me senté junto al mar 
y vi la profundidad del corazón de la humanidad».

Charlotte Salomon.

Charlotee nace en Berlín allá por 1917, concretamente en el barrio Berlines de Charlottenburg y en el seno de una familia acomodada, ya que su padre era cirujano y profesor de cierto renombre en la universidad.

La vida transcurrió plácidamente hasta la inesperada muerte de su madre cuando ella tenía ocho años de edad, siendo en principio la causa del fallecimiento la enfermedad de la gripe.

Charlotte lleva el nombre de su tía, hermana de su madre una joven que se suicidó a los 18 años, por lo tanto, deducimos que ya lleva cierta carga desde el nacimiento.


Cuatro años más tarde el padre de Charlotte vuelve a contraer matrimonio con Paula Lindberf, una importante cantante que se encariña con la niña y la introduce en el mundo artístico.

En medio de todo eso el nacional socialismo va creciendo en Alemania.

Cuando Charlotte cumple los dieciséis años, los nazis alcanzan el poder, razón por la que deja la escuela pública.

Contra todo pronóstico Charlotte es la única estudiante judía que es aceptada en la Escuela Nacional de la Academia de Bellas Artes. Allí aprende las técnicas tradicionales pero sus trabajos de esa época muestran la influencia de las obras modernas, milagrosamente salvaguardadas, en la biblioteca de la Academia.


Dos años más tarde, la presión de las políticas antisemitas del gobierno alemán, hicieron que su inscripción fuese anulada y se le retirase un premio. Durante esos años vivió un romance con el músico Alfred Wolfson, que le doblaba la edad, y que fue un gran valedor de su obra y su talento, animándole a querer la pintura y a expresar su alma a través de la misma.

Cuando el 9 de noviembre de 1938 tiene lugar la aciaga noche de los cristales rotos, Charlotte ya no se encuentra en la Academia, entonces la situación se vuelve insoportable para ella. Abandona Berlín, reuniéndose con sus abuelos en Francia, mientras que su padre y su esposa parten hacia Holanda.


«No quiero volverme loca, escribiré mi historia para no perder la cabeza».

Carta de Charlotte Salomon a sus padres.

A los 24 años presencia cómo su abuela se arroja por la ventana en su casa de la Costa Azul, donde se habían refugiado huyendo de los nazis.

Su abuelo le invita a seguir el destino de todas las mujeres de la familia, incluida su madre, a quien hasta ese momento ella creía muerta a causa de una gripe, sin embargo, falleció de la misma manera que su abuela y su tía; arrojándose por la ventana.

    —Serás la próxima —le dice el abuelo.

La revelación sobre la maldición que pesa a las mujeres de la familia es devastadora para la joven Charlotte, que se embarca como poseída en su obra.

¿Vida o teatro? un trabajo catártico y sanador, con el que trata de dar sentido a su vida; superar su pasado y ordenar el caos que le rodea. Entre 1940 y 1942 pintó casi 1.400 pinturas gouaches.


«Venga, sigue adelante y mátate».

En 1942 la rivera francesa fue ocupada por el ejército italiano, momento en el que Charlotte conoció a Alexander Nagler, otro refugiado alemán, también judío y del que se enamoró.

Regresaron a Villafranche, dónde se casaron y Charlotte quedó embarazada. Hicieron oficial su matrimonio en el ayuntamiento de Niza el 17 de junio de 1943, lo que sin duda los expuso abiertamente ante los alemanes.

Éstos, enviaron a un capitán de las SS llamado Alois Brunner con la intención de intensificar la búsqueda de refugiados judíos.

Por otro lado, se preparaba un rescate a gran escala de refugiados. Sin embargo, el capitán Brunner los detuvo antes de que pudiesen huir.


El 24 de septiembre de 1943, fueron enviados al centro de procesamiento de Drancy cerca de París. Y el 7 de octubre de 1943 partieron en el tren Nº60 sin saber hacia dónde se dirigían y viajando durante tres días hasta llegar a su destino final… el campo de concentración de Auschwitz.


«Si no puedo encontrar ninguna alegría en mi vida o en mi trabajo, moriré».

Charlotte Salomon, murió en la cámara de gas en Auschwitz, estando embarazada de cinco meses.

Su padre, el conocido cirujano inventor de la técnica de la mamografía, logró sobrevivir al Holocausto, depositando la obra de su hija Charlotte en el Museo Judío de Berlín.

Ella se la había confiado a su médico una maleta diciéndole: —Doctor, contiene mi vida entera.

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«En el cielo todo es mucho más hermoso que en la tierra».

martes, 19 de julio de 2022

Seguir dibujando de Corinne Rey


«El atentado del 7 de enero de 2015 se repite en bucle en mi mente. 
Todo se desmorona y solo me queda el dibujo…».

La dibujante Corinne Rey, alias Coco, relata en Seguir dibujando su vida después de sobrevivir al atentado terrorista contra la redacción de Charlie Hebdo el 7 de enero de 2015. 

Un camino marcado por el miedo, el dolor, la culpa y el trauma. Una novela gráfica que relata un viaje interior íntimo, conmovedor y auténtico.

Coco trabaja en Charlie Hebdo, guionista y autora de cómics. En 2019 publicó con Raphaël Enthoven Le Banquet, Les échappés, y A l’origine, Editions du Roc, como autora completa.

Coco nos relata en Seguir dibujando los diferentes sentimientos que le ha provocado atentado; el miedo, el dolor, la tristeza, la conmoción, el duelo, la cólera y, sobre todo, una sensación de culpa que no le permite salir a flote y le llevan a revivir constantemente aquel fatídico día.

En el comic, usa precisamente esa metáfora visual, una idea brillantemente ejecutada que representa sus sentimientos de manera diáfana y que nos permite hacernos una idea del profundo sufrimiento que padece y de lo difícil que le resulta convivir con ese dolor y tomar las riendas de su vida. La lectura nos deja una sensación de esperanza y nos muestra sus imparables ganas de seguir viviendo pese a la tragedia. Un mensaje alto y claro que se convierte en el mejor homenaje posible a los asesinados.


A través del cómíc nos relata Coco, cuanto sucedió ese día, y nos explica porque la revista se había convertido en un objetivo. Acertadamente nos cuenta lo más crudo y explícito del atentado con un fundido a negro, porque como dice es un recuerdo que tiene bloqueado. Además, es mucho mejor recordar a sus compañeros llenos de vida. 

Asimismo, nos relata la manera en la que vivió los días posteriores y cómo para los supervivientes el dibujo se convirtió en una poderosa razón para seguir viviendo y continuar con la revista fue el mensaje que les quisieron enviar a los asesinos. De esta manera la novela gráfica se convierte en un alegato en favor de la libertad de expresión y refuerza la idea de que no hay democracia plena si no tenemos la libertad de reírnos y decir lo que queremos.

Coco convierte Seguir dibujando en un sentido homenaje a sus compañeros de redacción, relatando pequeñas anécdotas de cada uno de ellos y las conversaciones que tuvieron justo antes de la reunión llenas de bromas y vida. También nos enseña el funcionamiento interno de la revista y los problemas que tuvieron en los meses posteriores al ataque.

Bang hace una edición muy cuidada de la que, sin duda, será una de las obras más recordadas de este 2022. Ojalá tenga la repercusión en nuestro país que un trabajo tan valiente como este se merece.

lunes, 18 de julio de 2022

Benedictión, la nueva película de Terence Davies.


Basada en la vida del poeta Siegfried Sasoon. Benediction, es proyecto en el que Terence Davis comenzó a trabajar hace siete años, con este film vuelve a tocar algunos de los temas que marcan su muy personal modo de encarar las historias que transporta a la pantalla.

Terence Davies recrea la vida del escritor inglés tras la Primera Guerra Mundial con maestría y elegante estilo

Ahí está, como uno de los ejes de lo que se narra, la añoranza y memoria, tanto la colectiva de aquella Inglaterra de los años 20 del pasado siglo, como la individual de los personajes que configuran el relato, con un foco directo sobre el escritor Siegfried Sasoon, el atribulado y gran protagonista del filme, al que da vida en sus años de juventud un espléndido Jack Lowden y en los de vejez un decrépito Peter Capaldi.

Siegfried Sassoon fue un hombre complejo que sobrevivió a los terrores de combatir en la I Guerra Mundial y fue condecorado por su valentía, pero a su regreso se convirtió en un firme crítico de la continuación de la guerra por parte de su gobierno. Su poesía se inspiró en sus experiencias en el frente occidental y terminó siendo uno de los principales poetas de guerra de la época. Idolatrado por aristócratas y estrellas del mundo literario y escénico londinense, mantuvo relaciones con varios hombres mientras intentaba aceptar su homosexualidad. Al mismo tiempo, roto por el terror de la guerra, hizo de su viaje vital una búsqueda de la salvación, tratando de hallarla en la conformidad del matrimonio y la religión.

"Davies recrea la vida del escritor (...) con maestría y elegante estilo (...) película atravesada de bellos (...) diálogos, con un sentido profundo del tempo musical y de la puesta en escena que se eleva gracias a un elenco de sobresalientes actores"


Elsa Fernández-Santos: Diario El País


"Un tan descomunal como herido trabajo Terence Davies (...) avanza por la pantalla como un sueño lúcido e iluminado que lo mismo llama a la exaltación que a lo pavoroso."

Luis Martínez: Diario El Mundo

"Todo me resulta afectado, vacuo, con diálogos empeñados todo el rato en ser brillantes y mordaces, con una galería de personajes sofisticados que me dan grima."

Carlos Boyero: Diario El País


"La nueva joya de Terence Davies (...) Estremecedora (...) Davies construye 'Benediction' sobre la convicción de que el desamor duele como una guerra mundial. (…) Puntuación: ★★★★★ (sobre 5)"

Manu Yáñez: Fotogramas

"Una obra llena de melancolía enfermiza, belleza interior y sensibilidad lírica (...) un plano final que constituye una de las imágenes más emocionantes y cinematográficamente más impresionantes que este cronista ha contemplado en los últimos años"

Carlos F. Heredero: Caimán

"En conjunto, ‘Benediction’ no alcanza las cotas artísticas de los títulos que convirtieron a Davies en uno de los grandes cineastas vivos, pero no le hace falta. Una película menor suya es una película muy grande."

Nando Salvá: Diario El Periódico

"Un puñado de excelentes intérpretes británicos, que declaman con exagerada perfección, enriquecen esta obra de cuidadísima factura (...) El esfuerzo es plausible pero sus logros son algo más discutibles.

martes, 12 de julio de 2022

El Campo de Longo, Juan Ramón Jiménez

 


El Campo de Longo
(A Salvador Rueda)

No quiero vivir muriendo como tú. Salvador colorista, en una Grecia de museo de reproducciones, escayola blanca, dura, fría de muerte amontonada. ¡Adiós, malagueño de Benaque, me voy a mi Moguer!

Allí sí que está viva mi Grecia, allí, en mi Moguer andaluz de la Andalucía baja. Todo lo moguereño es allí griego. Tartessos, Monsurium, al lado de la laguna infernal de Palos, junto al templo de Minerva es mi campo de Longo. Allí está mi cabezo arenoso de verbena, adonde viene mi amor adolescente a encontrarse conmigo.

¡Soleado y salado Moguer mío, alcor, escoria ocre y violeta, entre río rojo y alto mar brillante; de olivos con búho, viñas anacreónticas, picos coronarios, donde palpita y arrulla esa paloma, la blanca Cloe!

Elejías andaluzas (1924 – 1929)
Juan Ramón Jiménez

domingo, 10 de julio de 2022

Desconocidos




«Muy mal no me interesa nada de esto ».

Este es un comentario que me he encontrado en la bandeja de entrada de mi página en Cocina Andaluza y en lo referente a la cocina andalusí.

Cabría preguntar a «Desconocida» sí no le gustan los platos o la referencia a un tiempo pasado, en el que a algunos parece se les clava en el culo como si se hubiesen caído encima de una chumbera. .

Le podría contestar con un; «A juí, hija, que, al más tonto se le conoce pronto» .

Trabajar a través de la red es harto delicado, dado la cantidad de personas que se hacen del trabajo ajeno con una deshonestidad sorprendente.
Tuve que dejar de publicar en Cocina Andaluza por la cantidad de «copia y pegas» de mis entradas, con imágenes y textos explicativos incluidos.

Denuncié tres webs que se alimentaban de mi trabajo y encima, uno ha de soportar comentarios de gente que se oculta tras el disfraz de «desconocido», y en los que, más o menos, suelen expresar toda la frustración que llevan a cuestas.

Es lo que viste, siendo el traje más utilizado en una red «democráticamente» injusta y en donde el más tonto de los tontos adquiere el grado de General o Presidente, en el mejor de los casos. También los hay aquellos de tintes presocráticos y más tontos que Abundio, tal como dice el refrán.

— ¡Un desconocido! —gritó aquel chico en la película de Arnold Schwarzenegger y todos hemos de salir huyendo como pollo sin cabeza. Así está el tema.

Conclusión; no validemos quien no llama antes a la puerta, cuestión de cortesía, o simplemente no levante su mano antes de intervenir. Viejas y sanas costumbres que uno hereda de sus padres.

        ¿Qué soy muy viejo? Sí, no hace falta que me lo recordéis.

miércoles, 6 de julio de 2022

Lectura de un noticiario


Acabo de leer el noticiario y me he quedado de piedra; «Dar la paz por descontada en Europa puede terminar en una guerra». —dice hoy Jens Stoltenberg, el líder de la OTAN.

Ante bestialidades como esta, queda claro que lo primero que se me antoja es suspender de empleo y sueldo al tipo ese; de por vida, más claro que el agua. Retirarlo de la vida pública y ponerlo a coger aceitunas, en septiembre, para que reflexione ante la barbaridad que acaba de pronunciar.

Y mientras uno lee estas imbecilidades, resulta que la vida hace giros que uno no tenía previstos de afrontar; un viaje a Bérgamo, la caída de mi madre y la casi plena dedicación a su cuido, una huelga general que pinta negra, negrísima, la amenaza constante de un desabastecimiento importante en otoño…

Ante todo, este elocuente torbellino, no se me antoja más que, tal como decimos por el sur, alardear de que afortunadamente seguimos viviendo y podemos contarlo.

Decía Antonio Blay que no hay nada más importante como la respuesta que demos a cada suceso que vaya aconteciendo; que la vida es eso un proceso de actualización de nuestra energía, inteligencia y afectividad. Llegar a actualizar ese proceso es la base del crecimiento del yo.

Cuando uno se pasea, sobre todos en las mañanas, por esta red social e intenta captar el mensaje que deja en ella decenas de personas, uno llega a dudar de todo; la realidad, uno mismo y el enfoque con que afronta la vida. Afortunadamente que ya uno tiene donde agarrarse para poder mirar hacia otro lado y seguir para delante; retomar lecturas pendientes, promocionar sus libros, oír música y, en suma, ejercer de la manera de vivir que uno entiende que es la más adecuada para él.

Cada vez estoy más convencido de que la visión poética no es otra cosa más que un uso ponderado de la capacidad de ternura que todos llevamos dentro; y, esa es la cuestión que tira de mí; que me hace intentarlo una vez más.

El territorio de lo poético, como respuesta intrínseca del organismo —entiéndase organismo como diligencia máxima de nuestro SER—, la capacidad por recuperar, una y otra vez, el asombro. Ese asombro por las cosas sencillas y, por encima de todo, recuperar nuestra manera de percibir el mundo de cuando apenas éramos unos críos; asombrándonos y descubriendo a cada paso que dábamos.

Coger zapateros, girasoles, piñas y asar sus pipas en una hoguera, jugar a las canicas, llegarme a la orilla del río y percibir el celaje que deja cada amanecida, pasar por el quiosco de Alfaro y soñar en cada portada de los comics de la Marvel y, de camino, descubrir en los anuncios de los cines de verano, esas carteleras tras las que se ocultaba todo misterio y toda esperanza de vida.

Y al señor ese, el de la OTAN , pues que le vayan dando… café en mano, pistola no; nunca. Cerveza sí, toda la que ese señor quiera, acompañada de aceitunas, si fuese de menester...

martes, 5 de julio de 2022

La Ley Moret y el fin de la esclavitud

 


Ley del 4 de julio de 1870

Me ha resultado curioso el desconocimiento que tenemos de la historia y que sea precisamente un gaditano quien suprimiera la esclavitud en España. Información que se ha cruzado en mi camino edebido a la intensa labor de investigación que me ha llevado a cabo la publicación de "La Luna en el sauce" .

Reinando en España Isabel II y siendo Ministro de Ultramar, Don Segismundo Moret y Prendergast, presentó la Ley preparatoria para la abolición de la esclavitud, conocida como Ley Moret que fue aprobada por las Cortes el 4 de julio de 1870.

Personaje controvertido, pero fundamental en la historia de España, ya que constituyó un pilar fundamental durante los reinados de Isabel II, Alfonso XII y Alfonso XIII.

Aboliendo en principio la esclavitud en la forma y bajo las reglas que se expresan: Disposiciones para la emancipación de los esclavos existentes en Cuba y Puerto Rico.


Artículo 1

Todos los hijos de madres esclavas que nazcan después de la publicación de esta Ley, son declarados libres.

Artículo 2

Todos los esclavos nacidos desde el 17 de septiembre de 1868 hasta la publicación de esta Ley son adquiridos por el Estado mediante el pago a sus dueños de la cantidad de 125 pesetas.

Artículo 3

Todos los esclavos que hayan servido bajo la bandera española, o de cualquier manera hayan auxiliado a las tropas durante la actual insurrección de Cuba, son declarado libres. Igualmente quedan reconocidos como tales todos los que hubieren sido declarados libres por el Gobernador Superior de Cuba en uso de sus atribuciones. El Estado indemnizará de su valor a los dueños si han permanecido fieles a la causa española: si pertenecieren a los insurrectos no habrá lugar a indemnización.

Artículo 4

Los esclavos que a la publicación de esta Ley hubieren cumplido sesenta años son declarados libres sin indemnización a sus dueños. El mismo beneficio gozarán los que en adelante llegaren a esa edad.

Artículo 5

Todos los esclavos que por cualquier causa pertenezcan al Estado son declarados libres. Así mismo aquellos que a título de emancipados estuvieren bajo la protección del Estado entrarán, desde luego, en el pleno ejercicio de los derechos de los libres.

Artículo 6

Los libertos, por ministerio de esta Ley, de que hablan los artículos 1 primero y 2 segundo quedarán bajo el patronato de los dueños de la madre, previa indemnización conforme a lo prescrito en el artículo 11.

Artículo 7

El patronato a que se refiere el artículo anterior impone al patrono la obligación de mantener a sus clientes, vestirlos, asistirlos en sus enfermedades y darles la enseñanza primaria y la educación necesaria para ejercer un arte o un oficio. El patrono adquiere todos los derechos de tutor, pudiendo a más aprovecharse del trabajo del liberto sin retribución alguna hasta la edad de dieciocho años.

Artículo 8

Llegado el liberto a la edad de dieciocho años, ganará la mitad del jornal de un hombre libre según su clase y oficio. De este jornal se le entregará, desde luego, la mitad, reservándose la otra mitad para formarle un peculio de la manera que determinen disposiciones posteriores.

Artículo 9

Al cumplir los veintidós años, el liberto adquirirá el pleno goce de sus derechos, cesando el patronato, y se le entregará su peculio.


Artículo 10

El patronato determinará también:

Por el matrimonio del liberto, cuando lo verifiquen las hembras después de los catorce años y los varones después de los dieciocho. Por abuso justificado del patrono en castigos, o por faltas a sus deberes, consignados en el artículo 7.

Cuando el patrono prostituya o favorezca la prostitución del liberto.

Artículo 11

El patronato es transmisible por todos los medios conocidos en derecho y renunciable por justas causas.

Los padres legítimos o naturales que sean libres podrán reivindicar el patronato de sus hijos abonando al patrono una indemnización por los gastos hechos en beneficio del liberto.

Disposiciones posteriores fijarán la base de esta indemnización.

Artículo 12

El Gobernador Superior Civil proveerá en el término de un mes desde la publicación de esta Ley las listas de los esclavos que estén comprendidos en los artículos 3 y 5.

Artículo 13

Los libertos y libres a que se refiere el artículo anterior, quedarán bajo la protección del Estado, reducida a protegerlos y proporcionarles el medio de ganar su subsistencia sin coartarles de modo alguno su libertad.

Los que prefieran volver al África serán conducidos a ella.

Artículo 14

Los esclavos a que se refiere el artículo 4 podrán permanecer en la casa de sus dueños, que adquirirán en este caso el carácter de patronos.

Cuando hubieren optado por continuar en la casa de sus patronos, será potestativo en éstos retribuirlos o no; pero en todo caso, y especialmente en el de imposibilidad física para mantenerse por sí, tendrán la obligación de alimentarlos, vestirlos y asistirlos en sus enfermedades, como también el derecho de ocuparlos en trabajos adecuados a su estado.

Si se negare el liberto a cumplir la obligación de trabajar, o produjere trastornos en la casa del patrono, la Autoridad decidirá oyendo antes al liberto.

Artículo 15

Si el liberto por su voluntad saliese del patronato de su antiguo amo, no tendrán ya efecto para con éste las obligaciones contenidas en el precedente artículo.

Artículo 16

El Gobierno arbitrará los recursos necesarios para las indemnizaciones a que dará lugar la presente Ley por medio de un impuesto sobre los que, permaneciendo aún en servidumbre, estén comprendidos en la edad de once a sesenta años.

Artículo 17

El delito de sevicia, justificado y penado por los Tribunales de justicia, traerá consigo la consecuencia de la libertad del siervo que sufriese el exceso.

Artículo 18

Toda ocultación que impida la aplicación de los beneficios de esta Ley será castigada con arreglo al Título XIII del Código penal.

Artículo 19

Serán considerados libres todos los que no aparezcan inscritos en el censo formado en la isla de Puerto Rico en 31 de diciembre de 1869, y en el que deberá quedar terminado en la isla de Cuba en 31 de diciembre del corriente año de 1870.

Artículo 20

El Gobierno dictará un reglamento especial para el cumplimiento de esta Ley.

Artículo 21

El Gobierno presentará a las Cortes, cuando en ellas hayan sido admitidos los diputados de Cuba, el proyecto de Ley de emancipación indemnizada de los que queden en servidumbre después del planteamiento de esta Ley.

De esta emancipación se verifica, queda suprimido el castigo de azotes que autorizó el capítulo XIII del Reglamento de Puerto Rico y su equivalente en Cuba.

Tampoco podrán venderse separadamente de sus madres los hijos menores de catorce años, ni los esclavos que estén unidos en matrimonio.

Por acuerdo de las Cortes Constituyentes se comunica al Regente del Reino para su promulgación como ley.


Ministro de Ultramar, Segismundo Moret y Prendergast

lunes, 4 de julio de 2022

Desde la distancia



Van pasando los años... y continuamos soñando como cuando entonces; bien que la vida lo puso difícil, para lo que fue necesario incrementar el ritmo, sudores he ir acumulando cansancio de caminos.

Desde la distancia se perciben muros y ciudades caídas, tal como sucedió en la conquista de de Alejandro; muchos fallecidos, demasiado para que todo sea limpio.
El recuerdo de todos ellos va conmigo; la maldición del errante persiste.

Subiré más sí cabe, explorares subsuelos y amaré con la misma pasión de cuando comenzaba a correr el semen por mi cuerpo.

Oiré grillos, la chicharra arrasará aún mas el verano y, de vez en cuando, te pediré hablar conmigo, detenernos y mirarnos frente a frente; a los ojos no, dolería demasiado. Eso sí, en la mesa de un bar, como antaño, cuando dormitaba o, mejor dicho, lloraba el guerrero.

sábado, 2 de julio de 2022

La historia de Judith Scott, del infierno a la gloria


«Dejamos de hablar y de vernos, y entonces ella, dejó de existir»

Joyce Scott

Vi la película de Julio Medem; «¿Qué tienes debajo del sombrero?» Me emocionó de veras, muy profunda y a veces diría que hasta desconcertante. 

Que estas líneas supongan mi más sincero homenaje a Judith Scott, la tejedora.


Vino al mundo en un 1 de mayo de 1943, en el estado de Ohio (Estados Unidos) junto a su hermana Joyce. Ambas eran hermanas gemelas. Para Judith y Joyce, la vida había designado un destino paralelo; vestían por igual, compartían un hogar feliz junto a sus hermanos mayores y sus padres intentaron mantener una idílica semejanza entre los miembros más jóvenes de la familia.

Pero el cuadro que presentaba Judith era más que desalentador; sordomuda y síndrome de Down. Al llegar el momento de incorporarse a la escuela, la clasificación por parte del profesorado fue que Judith era imposible de educar, ni tan siquiera se aprobó su pase a la clase de niños con dificultad en el aprendizaje. Al no reconocerse su sordera, se pensaba que Judith era profundamente retrasada.

Por recomendación del consejo médico, los padres se decidieron en internar a Judith en la Institución Columbus State, una institución para personas con retraso mental.


Según John MacGregor, psicólogo e historiador de arte;

«Ella no parece tener un buen contacto con su medio ambiente. Ella no se lleva bien con los otros niños, está inquieta, come desordenadamente, siempre se mancha la ropa, golpea a los demás niños. Su influencia en la sala es una influencia perturbadora».

Jamás sus cuidadores se percataron durante los treinta años de internamiento de Judith que padecía de sordera, sin embargo, cierta inquietud permanecía en el pensamiento de su hermana Joyce;

«Una mañana me desperté y ella no estaba. Sólo recuerdo un espacio frío en mi cama, dejamos de hablar de vernos y ella dejó de existir».

Tras una larga lucha judicial Joyce consiguió la custodia de Judith en 1986, y tras observar los informes médicos de las instituciones por donde había pasado su hermana, descubrió largos lapsos de tiempo sin justificar, sospechando que podían haber experimentado ciertas drogas con ella.


Habían pasado treinta años, olvidada y recluida en el silencio. Se duda que se le hiciese jamás una adecuada revisión médica, ya que ningún médico le diagnostico su completa sordera. Nunca tuvo una educación especial, nunca aprendió un lenguaje de signos, nunca tuvo una amiga, un gesto, un compromiso por parte de nadie. Tan solo el silencio, la soledad y el vacío.

Una vez de vuelta con su hermana se incorporó al Centro de Arte Oakland, y tras dos años de familiarizarse y de situarse con el nuevo medio, Judith descubrió el hilo y la lana, gracias a la artista Silvia Seventy que le ofreció una madeja de hilo y unos palos de madera.

Entonces, el ser profundo que habitaba en el cuerpo de Judith renació, floreciendo como una flor lo hace a la orilla de un cenagal. Una nueva luz alumbraba a la artista, a partir de entonces se rodeó de cariño y ya no se volvió a hablar más de la Judith solitaria, ahora emergía una nueva naturaleza, el arte la había transformado, produciéndose un milagro.


Sus esculturas comenzaron a cotizarse al alza, sus obras alcanzaron precios que sobrepasaron los 30.000 dólares. Exponiéndose su obra en Lausana, Baltimore, Tokio, Dublín...

Con los años de creación Judith creció como mujer y se permitió vestirse, adornarse con sus excéntricos sombreros de colores y sus largas bufandas.

Judith llego a disponer de plena autonomía e incluso se permitía ciertas exigencias.

«Cuanto más aumentaban sus obras, más reconocimiento recibía y más adornos se colocaba. Era una expresión de autoestima» —dijo Joyce.

¿Qué escondía Judith en el interior de sus obras?

Cualquier cosa valía; un carrito de la compra, latas, zapatos, sillas… La tejedora con ese acto cubría el universo entero.


Judith se nos fue de este mundo en el año 2005, para ser un ejemplo de cómo prevalecer a pesar de los condicionamientos. Murió plácidamente en los brazos de su hermana a los 61 años, superando la esperanza de vida diagnosticada.