sábado, 26 de febrero de 2022

El universo de Adolf Wölfil

 

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«Importa poco si llamamos a una persona artista o loco. 
En este siglo los dos términos se han vuelto intercambiables».

Henry Darger

En 1908, Adolf Wölfil se lanzó a redactar una obra supuestamente autobiográfica. Llegando a disponer dicha obra de 25.000 páginas y 1.600 ilustraciones reunidas en 45 volúmenes.

El texto entremezcla poesía, composición musical, más de 3000 ilustraciones, composiciones laberínticas y mándalas, combinados estos con multitud de elementos imaginarios.


Unos días antes de su muerte, Adolf se lamentaba de no poder concluir su obra; un final grandioso de cerca de tres mil canciones. Y cuando le solicitaban que explicara el significado de sus enigmáticos dibujos; Wölfild enrollaba una hoja de papel de periódico en forma de trompeta y tocaba un largo solo al ritmo de polka o de mazurca.

No hay que dejarse engañar; Wölfil siempre fue un loco peligroso hasta con un simple lápiz que caía en sus manos... El campesino montañés comenzó a rellenar papeles con complejos y sofisticados diseños.

¿De dónde surgían dichos diseños? ¿Qué modelos utilizó el demente para desarrollar tales dibujos?

Su psiquiatra Walter Morgenthaler, se convirtió en su principal benefactor, le regalaba cada navidad una caja completa de lápices de colores y a cambio se convirtió en su principal coleccionista y valedor de su obra.

Adolf Wölfil murió en 1930 en el loquero y.… hoy sin duda, es tenido por el más grande artista psicótico de la historia. A su muerte se estableció la fundación para conservación de su obra y sus trabajos fueron trasladados al Museo de Bellas Artes de Berna, donde se exponen hoy día.

André Breton consideró su obra «Una de las más importantes del siglo XX».


Nacido el más joven de los siete hijos de un cantero y una lavandera, huérfano antes de su décimo aniversario fue víctima de continuos abusos sexuales, tutelado por la comunidad vivió una sucesión de miserables hogares de acogida. Los tribunales de la época le prohibieron acercarse a la chica que amaba por petición del padre de esta, por lo que abandonó la vida como trabajador agrícola, para en 1883 unirse a la infantería.

En 1890 es condenado a dos años de prisión por intentar abusar sexualmente de dos niñas, y en 1895 después de un tercer incidente de abuso a una niña de tres años de edad, ingresó en la cínica Psiquiátrica Waldau, en Berna, donde permaneció hasta su muerte en 1930.


Sufrió alucinaciones terroríficas durante su internamiento, violento, iracundo; hasta un buen día que un lápiz cayó en sus manos. 

En 1910, se aisló definitivamente; trabajando sistemáticamente en la escritura y el dibujo. Con el tiempo los trabajos de Adolf se apilaron en su celda a una altura de más de seis pies. Adolf Wolfli produjo una monumental obra de dibujos y pinturas para trompeta de papel y voz solista única en el mundo.

El danés Per Norgard, modificó radicalmente su estilo tras contemplar la exposición de Wölfli, llegando a componer una ópera inspirada en la vida de este artista; «El Circo Divino».

viernes, 25 de febrero de 2022

En mi mirada

 


26 de febrero del 2022

Esta foto está tomada en Córdoba, yo me hallaba disimulado en un bar y es que, para contar historias hay que saber observar mucho. Apartarse del ambiente, poner tierra de por medio, tal como decían en las películas americanas y desde cierta lejanía intuir que ocurre en la mesa de al lado.

Preguntarse, ¿Quién es ella y qué relación mantiene con su acompañante? ¿Hacia dónde miran? ¿Hacia el frente? ¿Hacia el suelo?

Más tarde, cuando llega el café o la cerveza, siempre me fijo sí le devuelven la sonrisa al camarero; no dejándome de sorprender esa pregunta que siempre me llega y es el porqué de ese silencio compartido, un silencio que mata.

Ahora, a la pareja, se ha agregado un tercer acompañante, pero ese antes no estaba; la caja de las ausencias le llamo y en donde cada uno de nosotros nos refugiamos de nuestras miserias. Se llama móvil y no tiene piel ni sexo.

El día prosigue y uno camina rodeado de multitud, tremendamente solo, porque el inventor de historias necesita saber hacia dónde se dirige la muchedumbre.

Uno tiene hambre y esta vez prefiere la barra de un bar. Cada vez quedan menos tabernas donde se comparta la barra, ¿no os habíais fijado? En los pueblos no sucede tanto, pero en la ciudad es un hecho contrastado.

Me sorprendió en Polonia la cantidad de personas que habitaban en una sola mesa, la tristeza de sus gestos y me dije; esta es una sociedad hastiada que ha buscado consuelo en la religión. Sin duda el peor sitio donde uno se puede consolar. No me equivoqué, en absoluto.

Cuando invento historias casi nunca suelo equivocarme, porque estoy todo yo en contemplación. Todo yo. Solo yo. Muy solo yo. Tan solo mantengo un inconveniente con esa actitud, lo reconozco y es que; ¿Dónde se encuentra mi yo?

jueves, 24 de febrero de 2022

Claude Monet y la nueva poesía



Claude Monet 1899

Nadie habrá llevado una existencia más bella que Claude Monet, pues él ha encarnado el arte en su propia carne y no vive más que en él y por él, con una vida de trabajo incesante.

Admirable y curiosa locura que es la sabiduría suprema, pues él habrá conocido alegrías supremas que muy pocos conocen. París con su fiebre, sus prisas, sus vanas intrigas, no podía convenir a un contemplador obstinado, aun apasionado de la vida y de las cosas, una dama como es M. Claude Monet.

Vive en el campo en un soberbio paisaje en constante compañía de sus modelos, y el aire libre es su taller.

Ninguno está más adornado de sus riquezas que aquél. se le puede ver ya instalado a partir del alba, tanto si nieva, como si hace viento, como si el sol asciende sobre la tierra en una capa de fuego, buscando nuevos horizontes, impaciente por descubrir algo mejor, por ver un dibujo que no haya visto aún, un tono que aún no haya captado.

Hoy ha vuelto a las figuras. Y de la misma manera que inventó para la vida de las cosas una poesía nueva, descubrió para la vida de los seres, un arte que no se había inventado todavía hasta ahora.

Mientras espera, ignora que existe un "Salón" y unas "Academias", que se condecoran artistas, y prosigue lejos de camarillas y de intrigas, la más bella y más considerable entre las obras de este tiempo.

De un artículo de la época. Octave Mirbeau
Edición José J. de Olañeta, para la colección "Centellas"

Llueven bombas sobre Ucrania

 


Acabo de cerrar las noticias y al leer el titular de la misma no he podido dejar de horrorizarme; «Rusia ataca Ucrania», así de sencillo, sin subtítulos ni nada. Y es como bien dice mi querida amiga, la escritora Margarita Hans; «El ser humano es la leche».

Antes, Ucrania quedaba bien lejos, pero ahora me da que está muy, pero que muy cerca. Tenemos ganas de batalla, de eso no me cabe la menor duda. Ganas de matarnos los unos a los otros; nos han ido preparando para ello, lo afirmo. Para comprobar semejante barbaridad, que acabo de manifestar, nada más hay que coger el coche y darse una vuelta por Sevilla.

En el trabajo van por ti; al cuello como diríamos, con una falta de sensibilidad inusual y nunca antes vivida. En la política lo hemos podido comprobar esta semana; como un señor que denuncia un hecho más que comprobado y deleznable, donde quiera que se ponga; es expulsado y lapidado por los barones de su partido, como un pestoso en la edad media. Dado que pone en peligro un sistema corrupto, donde todos se llevan cuanto pueden.

Hace mucho que dejó de importarme la política, la religión o cualquier estructura oficial y establecida. Tal como dijo Thoreau, me aferro hoy más que nunca a sus palabras;

«Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente; enfrentar solo los hechos de la vida y ver si podía aprender lo que ella tenía que enseñar. Quise vivir profundamente y desechar todo aquello que no fuera vida... Para no darme cuenta, en el momento de morir, que no había vivido».

He recurrido a esta fotografía que realice para un ciclo llamado; «El niño herido», ahora que llueven bombas sobre Ucrania o donde quiere que sea. Al final lo pagarán los mismos; los más débiles, mientras los infaustos señores de la guerra se frotarán las manos y continuarán jugando impunemente con nosotros, pero lo peor de todo esto es que les seguiremos el juego, sin darnos cuenta que, en estos instantes, no somos nada; ni tan siquiera fichas en un tablero.


«Desde debajo del oscuro refugio del castillo,
cada noche tomo asiento bajo la ventana,
donde asiste Lucifer.

Y en secreto, él nunca me falla,
observó su paso amable
donde los barcos dibujaron su rastro sin camino
al otro lado del océano».

Versos de «La estrella de la mañana»
Eminescu

martes, 22 de febrero de 2022

Destruir el arte, desmantelar lo sucedido


El día en que me decidí por quemar parte de mi pasado, representado en la obra «Dama», sin duda me equivoqué. Con él se fue la parte más gloriosa de mi vida. Esa extraña sintonía que me hacía creerme inmortal y que a veces es tan necesaria para crear.

De las obras pictóricas de Ernesto Sábato apenas nos quedan ejemplos para tan prolífica faceta de nuestro admirado autor de «El Túnel», dado su pasión por quemar las obras una vez terminadas.

    —No hay desnudez más auténtica y terrible que la expresión artística—. Dijo una vez.

En esa desnudez va implícita la desposesión de toda fertilidad creativa para, como en acto supremo, pasar a la descomposición de los elementos establecidos. Podríamos declarar que es el último detalle con nuestra obra; destruirla dentro del marco puramente creativo.

Últimamente hemos podido comprobarlo en la obra de Bansky; «La niña y el globo», donde se podía leer la cita del anarquista Mikhail Bakunin: «El impulso de destruir es también impulso creativo». Afirmando el mismo Bansky, en palabras posteriores, que la destrucción de su obra suponía un acto artístico en sí; recordemos que nada más subastarse la obra esta se trituró a sí misma debido a un mecanismo oculto tras el cuadro. Aunque en este caso, por mi parte, apostaría que dicho acto se debía a un acto más comercial que creativo.

De todo lo expuesto, vaya mi evocación para una obra que me acompañó por los caminos y me hizo creer que el mundo era demasiado grande para poder abarcarlo en una sola existencia.

jueves, 17 de febrero de 2022

El Altar de la Peña


«En cuanto llegué creí verme en un delicioso paraíso, del que salían cuatro ríos que regaban toda la tierra; o en un monte elevado desde donde con el favor de Dios, con el auxilio de las lenguas antiguas, y con cierta luz que me alumbra, me pareció ver ya algún rastro o semejanza de la gloria de Cristo, cuya hermosura me dejó tan encantado y preso que desde aquel día me propuse, libre de otros cuidados, entregarme en la soledad a la contemplación de aquella grandeza y claridad que ya descubría y consagrar mi vida entera sólo a esto».

Benito Arias Montano


Una vez dije; si existieran las hadas y los elfos estos resistirían en la Peña de Arias Montano, de eso hace muchos años y la vida ha cambiado considerablemente.

La necesidad de mantener unos principios hacen que cada vez me aleje un pasito más de cuando la sociedad me ofrece.

Soy un apasionado de la vida y de la obra de Arias Montano y cada vez entiendo más su decisión de huir de la corte de Felipe II y de refugiarse en esta cueva donde aún se mantiene, tallado en piedra, el asiento desde donde meditaba y presenciaba el amanecer.

A la entrada de la cueva se levanta esa extraña barca de piedra; altar céltico para algunos arqueólogos y para otros, los más atrevidos, de bastante más antigüedad. En las profundidades de Peña existe un lago, hoy sin apenas agua, y en sus orillas se han encontrado estatuillas que representan a la gran Diosa; aquella que imperó en occidente, antes de la llegada de las invasiones romanas.

Muchos, relacionan la Peña como el último reducto atlante y a diversos cultos de las cavernas. Lo que está claro es que sin duda debió florecer una gran civilización en ese lugar. El altar, hoy olvidado, tuvo sus momentos de esplendor, cuando en el amanecer del solsticio de verano se inundaba de agua y regaba su superficie con polvo de oro; para recibir los poderosos rayos de sol de ese día y cuyos reflejos pudieran decorar la caverna.

miércoles, 16 de febrero de 2022

Saltar




17 de Febrero del 2022

Decía Perls, que el dolor de cabeza formaba parte de la interrupción del mecanismo de contacto, enunciado con el siempre estuve de acuerdo.

Sí observamos atentamente la imagen podemos presenciar un vallado de madera, cuyas tablas acaban de forma puntiaguda. Nuestra primera proyección se podría conformar en cierta forma de obstáculo, el segundo sería las maneras punzantes en las que termina la madera, y cuya proyección, sin duda, nos proporcionaría algo de intimidación. Con todo ello, la imagen es hermosa, pero en un primer impasse hay algo en ella que hace detenernos y nos impide el avance; así de simple es cuánto está sucediendo en nuestra vida; nos detenemos ante una simple afirmación, sin el análisis concebido por nuestra parte.

Todo esto, me recuerda al elefante que se domestica trazando una raya en el suelo y se le hace ver que no puede traspasar dicho trazado. En principio nos parece absurda la cuestión y nos reímos de la torpeza e ingenuidad del elefante, lo que realmente desconocemos es que nosotros estamos siendo adiestrados como el elefante, aleccionados a no cruzar la raya.

Pero, por favor, no nos detengamos y continuemos observando la imagen que acompaña el texto.

Tras la valla se observa un cielo hermoso que incita a saltar y caminar, sí somos más curiosos observaremos como una pequeña hierba trepadora nos da a entender que esa valla lleva bastante tiempo levantada y si somos capaces y NOS ATREVEMOS; no como hace el elefante, quizás algún día alcancemos a entender que no hay nada que sostenga dicho impedimento.

No existen refuerzos en los laterales; por lo tanto, se encuentra levantada sobre la mentira y el engaño. Krishnamurti hablaba mucho sobre ello; de esa mera ilusión levantada para someternos como el elefante.

Nuestra libertad se haya mucho más allá de una simple apariencia; aprender a discernir por nosotros mismos, para simplemente ser capaces, algún día, de dar un empujoncito a ese muro y continuar viviendo en dignidad y mesura. Nada es como aparenta ser.

martes, 15 de febrero de 2022

Matisse en Sevilla y sus cuadros perdídos

 


Interior
Pintado en Sevilla 1910 - 1911
Museo de Ermitage en San Petersburgo

El gran Matisse pasó el invierno de 1911 en Sevilla, junto a su esposa Amélie en un hostal de la Plaza Nueva llamado «Fabián España». Compartiendo estudio con su amigo el pintor cántabro Francisco Iturrino, al cual le unía una gran amistad desde los tiempos que trabajaron juntos en el taller de Gustave Moreau .

Parece ser que el interés por lo oriental le vine a Matisse tras asistir a una exposición denominada «La lección de Oriente» en Munich. El maestro curioso y motivado por la indagación del fauvinismo alemán, surgido en Dresde pocos años antes y de la mano de Kirchner, Nolde y unos cuantos más que no vienen al caso ahora.

Obsesionado, como tan solo lo hace los artistas, se dispuso a investigar dicha corriente, decidiéndose por Sevilla como puente de investigación entre París y África.

Matisse se decide por ella al ser una ciudad de moda, impulsada quizás por ciertos artículos publicados por Juan Ramón Jiménez en la ciudad del Sena, en diarios y noticieros de tiradas célebres entre los círculos de vanguardia.

El interés por el arte islámico hace que nuestro curioso pintor y hombre de infinitos recursos levante anclas, como tantas veces en su vida, y se decida a descubrir de primera mano el arte andalusí. Desde Sevilla visitó la Alhambra, donde pasó varios días en la pensión «Villa Carmona».

El caso real que nos concierne es que se cuenta que Matisse tuvo que salir de Sevilla deprisa y corriendo debido a una repentina enfermedad de su esposa Amélie, dejando abandonados cuadros, dibujos y bocetos.


«La revelación me llegó de Oriente, Oriente nos ha salvado»

Matisse, tras una visita a la Alhambra

De todo esto nos ofrece testimonio directo el desaparecido y genial pintor; Catedrático de Dibujo Natural de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla; don Miguel Pérez Aguilera. Quien conociera a Matisse durante una fiesta en la Escuela Superior de Bellas Artes de París y este le mencionara la intención de venirse a Sevilla.

Durante muchos años todo esto no fue más que una mera hipótesis, pues olvidada la corta estancia del ilustre pintor en Sevilla, tan solo nos quedaba prueba directa de su estancia el testimonio que relata Don Miguel en el libro; «Miguel Pérez Aguilera. El pintor de los silencios», de la editorial Renacimiento.

A partir de entonces, Don Miguel se obsesiona con la idea de recuperar los lienzos y bocetos perdidos de Matisse, Indagando entre rastrillos, anticuarios y coleccionistas; aún a sabiendas que podía ser más que probable que hubiesen terminados en la basura. Dado el desconocimiento del valor de las piezas y la carencia de cultura de vanguardia de sociedad sevillana.


Don Miguel Pérez Aguilera visitaba semanalmente el popular rastrillo del jueves, donde tantas veces se hallan restos históricos y verdaderas obras de arte sin un valor aparente, al se le presupone en primera instancia. Recordemos los hallazgos del doctor Carriazo o el recién hallazgo de un Goya entre restos de lienzos rotos y dibujos indescifrables.

De lo que realmente ocurriera con el material abandonado, todo quedó en leyenda. Pues no quedaron pruebas ni testigos directos; tan solo ese halo invisible que envuelve estas zonas del sur de Europa; tan dadas a dejarse dormitar confundiendo lo fantástico con las realidades. Así, los lienzos perdidos de Matisse pasaron a formar capítulo de leyendas sevillanas.

Para sorpresa de muchos han aparecido recientemente dos bodegones fechados y catalogados provenientes de Sevilla, en el museo Ermitage en San Petersburgo. Titulados; Interior I y Interior II, ambos fechadas en 1910-1911 y en Sevilla según el catálogo de Sophie Monneret. Parece ser que ambas obras fueron compradas por el amigo moscovita de Matisse, Sergei Shukin promotor de las vanguardias artísticas en París.


lunes, 14 de febrero de 2022

Lucía en la mirada


Hace tres años, le pedí a mi querida amiga Lucía que hiciera de modelo para la promoción de «Cartas a Thyrsá»Siempre me cautivó la mirada de Lucía, una manera de mirar profunda como he visto en pocas personas; te mira y te desgarra por dentro. Juntos hicimos «Tribu», una apuesta visual en donde ella, por sí sola, ganó todo el terreno. Y es que, la vida marca, deja huellas en el rostro de las personas y yo, como fotógrafo, las conozco y sé de ellas sin que me hablen. 

Hay personas que a pesar de la distancia y las diferencias parecen unidas por un lazo invisible, incomprensible para la razón. Algunos terapeutas dicen que el responsable de que esto ocurra es la neurosis, esa que llevamos implícita en nuestro carácter; tomando forma con el devenir de las circunstancias.

Oí decir que; «Cuando una persona te atrae, sólo significa que tu subconsciente es atraído por su subconsciente. Y lo que llamamos destino, sólo son dos neurosis que hacen buena pareja».

Es por ello que, si analizáramos nuestro pasado, la manera en que hemos conformado el carácter comprenderíamos como hemos ido levantando nuestro futuro. No es cuestión de magia y ni tan siquiera interviene en ello eso que llamamos destino; por ello me atrae tanto el psicodrama y por eso navego como pez en el agua entre tragedias y es que, por mucho que digamos y nos empeñemos en cuestionar lo contrario; «Todo lo grande en el mundo viene de los neuróticos», ya lo dijo Marcel Proust.

sábado, 12 de febrero de 2022

La necesidad de lo poético


En este amanecer se me ocurre pensar sobre la necesidad de lo poético y cómo su intersección ha influido de manera importante en lo colectivo, independientemente a cualquier tipo de sociedad a la que se pertenezca. Incrustándose al igual que un aguijón en la epidermis de la clase política y dominante.

Yo diría que este tipo de escritores o poetas son parte de un linaje, dado que haberlos los ha habido desde el principio de los tiempos. Desde los lejanos estoicos hasta la llegada del término «Maldito» establecido por Verlaine.

¡Oh, aquella vez, Rocinante,
En que la palabra Justicia
te llevó ciegamente hasta las aspas del Molino!

La palabra surgida en voz del escritor o poeta tiene un poder explosivo, siendo capaz de levantar el ánimo deprimido de los pueblos y ser causa de exaltación e inspiración. Tomemos como ejemplo el libro «Rocinante», de León Felipe, que dormía en la mesita de noche del Ché, la noche antes para partir hacia Bolivia o los versos de Machado, Neruda, Hernández…

Sin duda que la poesía hace tambalear la conciencia en todos los sentidos; desde en lo político a lo religioso y pasando por cualquier forma de discernimiento.

A las aladas almas de las rosas…

Los juglares o trovadores alegraban las plazas de los pueblos y era su palabra capaz de originar el contento o descontento de la población.

La poesía es un arma cargada de futuro, nos dijo Gabriel Celaya, es por ello que debemos recuperar ese espíritu reivindicativo y hacer uso de nuestras armas, en forma de versos, e intentar recomponer algo que creíamos ya innecesario, pero visto como está el patio; ahora más que nunca se ha de volver a cantar las causas nobles y justas; intentando reivindicar ciertas quimeras que parecían prisioneras en la mazmorra de ese viejo castillo donde eternamente yace nuestra princesa durmiente.

«Otra vez siento bajo mis talones
el costillar de Rocinante; vuelvo
a mi camino con mi adarga al brazo».

(Del Ché, en carta última a sus padres)

viernes, 11 de febrero de 2022

La vida fluye y lo hace de manera asombrosa


28 de enero del 2022

Ahora que mi nuevo libro está a punto de ver la luz, forzosamente he de detenerme. Han pasado tres largos años desde la publicación de «Cartas a Thyrsá» y en medio se me ha debido caer el mundo al suelo, haciéndome añicos, un montón de veces.
Amanece de nuevo y de fondo me acompaña «El cant dels ocells», de Paul Casals, lo que me hace vivir un momento de lirismo absoluto; una introspección que no alcanzaré durante el resto del día.

La vida fluye de manera asombrosa, incomprensiblemente, ya que ponemos tantos obstáculos para que esto no suceda que, debe ser un milagro que continúe fluyendo y es que, a uno le da que pensar que debe de existir alguna razón, verdaderamente poderosa, que nos empuja a vivir.

Krisnhamurti decía; «Solo cuando la mente está libre de ideas y creencias puede actuar correctamente», por eso cada día uno se mantiene en el intento de vaciarse un poquito más de mí mismo, sí cabe.

Tan solo en el no ser encuentro algo de sentido, no en la negación. No, no van por ahí los tiros; Castaneda sabía mucho de eso. Es algo que se llega cuando se medita a diario, cuando se navega en una nave que no acepta discursos ni da nada como verdadero. Tan solo el intento de alcanzar ese estado que tanto nos describe Rumí o San Juan de la Cruz; «Quien supiere morir en todo, tendrá vida en todo».

Ayer me pasé buena parte del día en urgencias del Virgen Macarena, por favor no preguntadme, eso es lo que menos importa ahora. Lo importante es estar aquí, en el ahora. Existe una posibilidad de vivir con decoro y dignidad. Estoy absolutamente convencido de ello, aunque, en estos instantes, todos los fuegos del infierno se hayan desatado en una sociedad que hace aguas por todos lados. Es por ello, que se nos presenta una gran oportunidad de ir en contra de ese movimiento, ese que nos venden a diario y que damos por verdadero, ¿Recordáis aquella canción de Dylan?

«Tu voz es como alondras del prado,
pero tu corazón es como un océano
misterioso y oscuro».

miércoles, 9 de febrero de 2022

Residencia de Mayores de Marchena, un viaje en el tiempo

 


Sólo no hay primavera en mi recinto.
Enfermedades, besos desquiciados,
como yedras de iglesia se pegaron
a las ventanas negras de mi vida
y el sólo amor no basta, ni el salvaje
y extenso aroma de la primavera.

Pablo Neruda

Año de 1240

Fernando III conquista Marchena un 20 de enero.

Año de 1558

Se construye el Hospital de San Jerónimo junto a la puerta de Osuna, traspasando los límites de la muralla antigua. Siendo primero hospedería de jesuitas, para luego, y con el tiempo, pasar a ser colegio de niñas y niños.

Año de 1629

Es fundado como colegio por D. Gonzalo Fernández, presbítero de la Villa, tras otorgar su testamento en el año 1609. Tuvo los primeros alumnos en 1629. Los Jesuitas del Colegio de la Encarnación impartían aquí clases de filosofía y moral, pero por la vinculación que tenía con el Colegio de San Hermenegildo de Sevilla, los alumnos de Marchena tenían preferencia frente a otros a la hora de pasar al de Sevilla para estudiar Teología.


Sor Carmen Fons

Año de 1774

Los Jesuitas son expulsados de España, el colegio se convierte definitivamente en hospital.

Año de 1836

Se agrega al campus el Hospital de la Misericordia, creando un marco incomparable y con una superficie global de 12.170 metros cuadrados, destinados a colegios, hospitales, asilo y zona conventual. Constituyendo un marco de servicio sociales de los más grandes de Andalucía.

Año de 1864

Año en que llegaron las Hermanas de la Caridad, concretamente un 19 de junio y con la intención de atender a los pobres y necesitados de la ciudad que no eran pocos. Se dice que fueron recibidas al replique de todas las campanas de Marchena. Por sus dependencias pasaron nada más y nada menos que 8.200 necesitados donde encontraron una cama limpia y un plato de sopa caliente.


Año de 1936

La terrible guerra hizo estragos y en dichos años se hubieron de abrir las puertas del huerto. Familias enteras se alojaban bajos sus frutales y las parras, al amparo de las monjas. El hospital se colapsó y el hambre hizo estragos. Ni tan siquiera había tiempo de enterrar los muertos en el cementerio, tal era la catástrofe que se cernía sobre Marchena y el resto de España.

Año de 1964

Existe una gran fiesta de la que se tiene constancia por escrito; concretamente en 1964 al celebrarse el centenario de la llegada de las Hermanas a Marchena y en donde el pueblo entero se entregó con verdadera devoción, siendo la algarabía de tal magnitud que una monja tras despedirse el último de los asistentes exclamó; — ¡Menos mal que esto no volverá a ocurrir hasta después de 100 años!

Año de 1970

A finales de los años setenta fue abandonado el edificio por las monjas, permaneciendo vacío. Las Hermanas de la Caridad negociaron la cesión del edificio al ayuntamiento, plasmándose dicho acuerdo en un documento donde venía especificado que en dicha cesión, el ayuntamiento se comprometía a que dicho solar fuese destinado a una Residencia de Ancianos.


Año de 1985

Comenzaron las obras de restauración en la zona del huerto, levantándose una nueva Residencia. Junto al nuevo edificio quedó el antiguo hospital, dónde recuerdo que había un pozo, una alberca, un vivero, un hermoso patio de columnas blancas y una escultura de la Virgen.

Año de 1994

Al fin se contrató al personal en la segunda mitad de octubre de 1993, pero hasta marzo de 1994 no pudo inaugurarse, festejándose por todo lo alto y con una pomposa celebración donde no faltó música, ni las figuritas de mazapán de las Hermanas Clarisas, ni los políticos de turno.

Fueron los mejores años de la Residencia, pues la alegría del numeroso personal contratado impregnaba la actividad de la misma. Entonces el patio se llenó de flores y no faltaron canarios ni jilgueros que cantaban en sus jaulas, pareciendo el salón de una enorme casa donde todos, trabajadores y residentes convivían en armonía.

Se celebraba la misa todos los domingos y toda la historia del pueblo y del mundo… pasaba por allí. Se recibían visitas a diario, también recuerdo oír buen cante flamenco, sonar las guitarras, coros rocieros, chirigotas, campanilleros, bandas de tambores y cornetas, saeteros, sevillanas y hasta los Reyes Magos lo visitaban por navidad.

Recuerdo un concurso de flores, donde cada anciano cuidaba de su maceta.

Se comentaba, por aquellos años, que en algunas se podía oír el sonido de un corazón como si fuese un latido e incluso se decía que en algunas madrugadas se podía presenciar al espíritu de Sor Carmen Fons paseando por los pasillos y visitando a los ancianos.

Dedicado a quienes compartimos los mejores años.

Los juguetes de antaño



Intentaba recordar los juguetes de infancia, mientras aprendía a hacer un booktrailer de esos. Cuando me vino lo fácil que nos resultaba jugar sin necesidad de aprendizaje ni manual. Recordé mi primer Scalextric, creo que se escribía así, donde tan solo se necesitaba acoplar unas vías y enchufar unos cables para que aquellos coches cogiesen velocidad. También aquel ExinCastillo que tanto me hizo disfrutar destruyendo sus almenas para recomponerlas a continuación.

Estaban los cromos, y por supuesto los juegos en la calle; la lima, el trompo, las bolas o canicas y la pelota, que reinaba por encima de todos los juguetes. La simplicidad era parte de una función y de una sociedad que parecía no exigirnos más. Luego, cómo tan solo había un canal de televisión, pues lo teníamos la mar de fácil y los comentarios del día siguiente derivaban, obviamente, de la visualización que hiciéramos en el día anterior.

Con esto, tan solo quiero manifestar lo sencillo que para un niño era el proceso mental en lo que se refiere a la absorción de ideas y de sus consabidos juicios y comparativas. Sin embargo, cada vez que veo a mis hijas manipular el móvil o la Tablet, suelo decirles en broma; —Veras cuando se te llene el disco duro de la cabeza lo que os va a tardar en arrancar.

De ahí la extraña metafísica en la que nos encontramos envueltos; habiendo desterrado aquellos pequeños detalles, junto a todo lo sencillo, tal como dice canción de Serrat, que tenían la facultad de hacernos felices con prácticamente nada y sin necesidad de recurrir a ninguna tienda digital ni al devorador acto de consumo en el que nos hallamos sometidos.

domingo, 6 de febrero de 2022

Análisis del Arco de la Histeria de Louise Bourgeois



«Estoy en el negocio del dolor»
Louise Bourgeois

No es algo cualquiera, es mucho más que una escultura. Uno pasea por la exposición y cada pieza de Louise parece que le habla, pero cuando llega junto a esta; El arco de la histeria, uno se detiene y le llega ese extraño equilibrio le despoja de cualquier certeza posible. Le viene a la mente la ingravidez en la que parece sostenerse la figura, su extraña composición y una considerable falta de sexualidad. Luego, cuando termina de observarla, le alcanza el grito de angustia de la artista. Vuelvo una vez más a rodear esa extraña figura, algo me impide alejarme de ella, que manteniéndose en un sugerente mutismo, me apasiona.

Hermosa escultura en bronce, realizada con la ayuda de su asistente Jerry Gorovoy, y que ilustra la importancia que para Bourgeois significa tener conciencia de la histeria.


Louise Bourgeois

(25 de diciembre de 1911 – 31 de mayo de 2010)

Louise Bourgeois denuncia que la histeria es una condición universal sin género. Ya que tradicionalmente la histeria, desde la antigua medicina griega, hace referencia a «enfermedad de las mujeres».

Mientras que Breuer describió las causas de la histeria postulando una causa neurofisiológica, en cambio Freud utilizó un punto de vista psicológico. Freud llamó «Fuente del Nilo» a su descubrimiento de que el origen de los trastornos psíquicos se hallaba en la vida sexual de los pacientes.

Para Freud lo relevante era establecer la causalidad psíquica de los fenómenos histéricos y presentar por vez primera una relación causal entre la sexualidad y la neurosis.

Una de sus conclusiones, fue que, el varón histérico es útil para la sociedad, mientras que la mujer histérica se vuelve una carga.

Louise Bourgeois se debatía por el derecho a ser una mujer con histeria «masculina»: con su violencia y creatividad.

En el caso del histérico el descubrimiento de un trauma que provoca vacío y que, aun siendo la fuente de gran angustia, es también condición para que emerja algo nuevo.


La Histeria es a la vez narcisista y sexual.

La escultura colgante del Arco de la histeria expresa sus sentimientos torturados sobre la sexualidad y el cuerpo, el alfa y omega de su ser, en la medida en que los dedos del cuerpo tocan los talones, completando un círculo narcisista y orgásmico.

El placer y el dolor se funden en la histeria, sustituto del orgasmo, por lo que el yo de Bourgeois está en peligro.

Dentro de uno de los tipos de histeria, el histriónico, encontramos características descritas por Louise Bourgeois en la conducta de su padre, tales como el egocentrismo, la inestabilidad emocional y conductas teatrales.


El arco de la histeria: una figura totalmente andrógina que se arquea ante un acto de histeria. Esta histeria, antes de estudios más profundos, estaba relacionada solamente con el sexo femenino. Las mujeres de la época victoriana se encontraban reprimidas sexualmente; lo que en un principio eran síntomas manifestados psicológicamente y que en lo corporal se manifestaban produciendo el arco en sus espaldas, y movimientos de sus extremidades de forma no intencional, tal como muestra Louise Bourgeois en su obra.

La diferencia, enteramente notable, entre la realidad de las mujeres victorianas y la obra de Bourgeois es que en esa escultura no se distinguen genitales, lo que conlleva a no poder determinar el sexo de la figura. Esta obra se transforma en un sujeto que podría ser tanto hombre como mujer, sufriendo un ataque de histeria. Tiempo más tarde, se comprobó que es real que ambos sexos pueden tener represiones sexuales no exteriorizadas, padeciendo histeria como consecuencia.

Según el análisis del curador de la obra de Louise Bourgeois; el color dorado, el cual corresponde a toda la figura tallada remite a lo sagrado, lo lujoso y suntuoso.


La Puerta al Infierno

«Yo sabía que no era una locura porque hacía años que venía trabajando con ella. Pero volviendo a lo que usted me pregunta, no lo volvería a hacer. Pongámonos en esos términos».

sábado, 5 de febrero de 2022

All you need is love

 


Esta foto pertenece a una colección que hice en los escaparates de la vieja plaza Des Vosgues en París. Allí solía pasar las horas sin otra pretensión que acompañarme de una buena lectura o poder observar a quienes transitaban por tan excelente lugar.

Bajo uno de los soportales se accede a la que fue vivienda de Víctor Hugo y uno no dejaba de imaginarlo salir y acercarse hasta los viejos muros de La Bastilla en plena creación literaria de Los Miserables. Durante la mañana, solía llegarme a una pastelería cercana y comprar un perfumado pastelito de pistacho o me dejaba llevar por el irresistible deseo de hacerme con un par de manzanas, de esas que vende en los puestos ambulantes de la zona y que pagaba a precio de oro.

Por aquellos años, se respiraba amor y una libertad que se rezumaba por todos lados. Pasado el tiempo, reconozco que las expectativas que en aquella plaza se levantaron han quedado en una futilidad o digamos que en una levedad parecida a las que nos describe el maestro Kundera en su obra.

Daría lo que fuese por regresar a aquel tiempo, desde donde uno vislumbró un mundo idílico en el que lleváramos flores en el pelo y nos besáramos sin poder contener el impulso. Todo lo que se necesita es amor cantaron Lennon y McCartney, ¿alguien es capaz de refutar tan simple manifiesto?

***

Amor, amor, amor.
Amor, amor, amor.
Amor, amor, amor.

No hay nada que puedas hacer
Que no pueda ser hecho.
Nada que puedas cantar
Que no pueda ser cantado.
Nada que puedas decir
Pero puedes aprender
Cómo jugar el juego.
Es fácil.

Nada que puedes hacer
Que no pueda ser hecho.
Nadie a quien puedas salvar
Que no pueda ser salvado.
Nada que puedas hacer
Pero puedes aprender
Cómo ser tú mismo con el tiempo.
Es fácil.

Todo lo que necesitas es amor.
Todo lo que necesitas es amor.
Todo lo que necesitas es amor, amor.
Amor es todo lo que necesitas.

Nada que puedas saber
Que no se sepa.
Nada que puedas ver
Que no sea mostrado.
Ningún lugar en que puedas estar
Que no sea donde
Se supone que debes estar.
Es fácil.

Todo lo que necesitas es amor.
Todo lo que necesitas es amor.
Todo lo que necesitas es amor, amor.
Amor es todo lo que necesitas.

The Beatles
Magical Mistery Tour