miércoles, 7 de julio de 2021

La Flecha Envenenada



«Enfermedad significa todo cuanto hemos perdido con la capacidad del darnos cuenta»

Annie Chreveux


La Parábola de la Flecha Envenenada


Esta es la historia de un hombre que cayó herido por una flecha envenenada. Sus amigos corrieron en su auxilio, llamando a un médico para que le curase, pero él se negó en rotundo diciendo:

    —No consentiré que me arranquen la flecha hasta saber qué clase de hombre me ha herido, si es de la casta noble de los guerreros, un braman, agricultor o si acaso pertenece a una casta inferior.

Sus amigos le suplicaban que se dejase curar, pero él continuaba impasible.

    —No dejaré que me arranquen esta flecha hasta saber de qué nombre o familia pertenece el individuo, si es alto, bajo o de mediana estatura. Si es negro, blanco, moreno, amarillo. Si viene de esta o de aquella aldea, ciudad o pueblo. Hasta saber si la cuerda del arco que me hirió estaba hecha de celidonia, de fibra de bambú o cáñamo. Hasta que sepa si el astil estaba hecho de una planta silvestre o cultivada. Si estaba emplumado con plumas de ala de buitre, de garza, de halcón o de gallo. Si estaba asegurada con tendón de toro, de búfalo, de ciervo, de mono. Hasta que sepa si era una flecha ordinaria, una flecha tajadora, una flecha de hierro o de diente de ternera.

Ese hombre obviamente murió, el veneno le alcanzó el corazón antes de tener la posibilidad de averiguar tantas cosas.

Budha


Así pues, con esta historia Buda trató de enseñar a su alumno como es importante saber separar lo sustancial de lo prescindible, para un momento dado, suponer la diferencia entre vencer a una dificultad y ser vencidos por ella.

La parábola sería; ¿Dónde estaba puesta su atención?