jueves, 31 de marzo de 2022

Melog, de Ainhoa González de Alaiza y Guille Blanc



MELOG

Ainhoa González de Alaiza y Guille Blanc

2021

(Comprar novela)

Novela aparentemente gótica, aunque dada a coquetear con lo cinematográfico.
Cine negro diría yo, al más clásico estilo de los años 40, y que nos hace recordar al viejo Fritz Lang; pero no, hoy no hablaremos de cine, sino de literatura.

Celebramos el regreso de Ahinoa y Guille, a los aguardábamos con cierta avidez literaria. Reconozco que tras su libro de relatos «Días Bisiestos», nos quedamos con la miel en los labios; como si nos hubiesen guiñado un ojo y nos hubiesen advertido que lo mejor estaba por llegar. Razón por la que hemos aguardado, resignadamente, la irrupción de su primera novela.

«Las cosas que no pasan…»

La vieja leyenda del Golem regresa. Dos historias que se cruzan; una desde Praga, allá por el siglo XIX, y la otra desde la actual Providence, pero, eso sí, con toda la mítica de Lovecraft a cuestas y la leyenda judía del Golem de por medio. Nada más y nada menos.

«La viuda de Foster gritó algo sobre un espantapájaros que no existía…»

Literatura que roza lo fantástico, aunque la definiría más como de misterio dado el pulso y la tensión que mantiene la obra. Combinación notable de estilos en la que nos hace imposible de identificar la pluma de uno u otro autor, y que, por momentos, nos ha recordado a ciertos pasajes de Agatha Christie y Camilla Läckberg; sobre todo en la manera de abordar la trama y en los meticulosos planteamientos argumentales de la misma.

Una obra que se agradece sin duda, dado a lo clásico y sin experimentos de ningún tipo. Misterio, misterio y más misterio si cabe. Con esas premisas el propósito de la novela queda asegurado, dado la difícil combinación de fechas y el juego que elabora la trama entre tan distintas y alejadas sociedades.

«Y es que los muertos en ocasiones se levantan de sus tumbas…»

Mi felicitación y, por supuesto, recomendación de la obra. Ya era hora de que llegara al mercado una novela de tan sugerentes características y sin tonterías de ningún tipo.



martes, 29 de marzo de 2022

Sin salida


Pensaba que no había salida. Tanta era la oscuridad que me rodeaba que me hacía tropezar a cada paso que daba. Continuamente tenía que tantear las paredes y caminar despacio asegurándome cada paso que daba…

Había leído un libro y este me había atrapado. Me había llegado un mensaje por wasap y me había vencido. Tenía miedo. Por primera vez podía asegurar que el miedo me había vencido y esta vez sí que desconocía la causa que lo originaba.
Aparentemente no había motivos, tenía el coche aparcado en la puerta y aun cobraba puntualmente a final de mes. La gente se divertía, bebía cervezas y presenciaba el futbol en los bares.

Y yo... caminaba sin rumbo, tal como me gustaba.

Las calles olían sucias, la basura se hacinaba en los contenedores cuando me vinieron aquellas palabras del abuelo Dostoievski «Hay que querer hasta el extremo de alcanzar el fin; todo lo demás son insignificancias», y entonces me dejé llevar como poseído por una cantata de Bach y todo se deshizo ante mí; las calles, el futbol, el ruido de los coches y hasta la gente bebiendo cerveza.

Percibí una puerta donde antes no estaba y aquel viejo cartel luminoso al fin regresaba; «Teatro Mágico. No para cualquiera».

lunes, 28 de marzo de 2022

Jenny Joseph y su eterna "Advertencia"

 


Jenny Joseph.
(Birmingham, 7 de mayo de 1932 - 8 de enero de 2018)

«La fama más absoluta es cuando tu trabajo se convierte en una parte suficientemente importante del mundo como para llegar a los labios de todos, sin tener consciencia de la autoría, como los refranes, como los cantos de guerra, como las baladas»

***

El poema que hoy traemos a esta casa fue la inspiración para que se fundara la Red Hat Society en Estados Unidos que tenía entre sus objetivos inspirar la excentricidad, la imaginación, la diversión, la amistad y las relaciones sociales de mujeres de más de 50 años. 

«Advertencia»  fue votado el «poema de la posguerra más popular» del Reino Unido en un sondeo realizado por la BBC, en 1996.

Jenny Joseph estudió literatura inglesa en el St Hilda's College, de la Universidad de Oxford. Las primeras publicaciones de Jenny Joseph las realizó el editor John Lehmann en 1954 en The London Magazine, una publicación periódica de poemas, cuentos breves y ensayos,​ cuando la escritora era aún una joven estudiante. 

Publicó su primer libro de poemas, The Unlooked-For Season, en 1960. No fue hasta 1974 que salió a la luz su segundo libro, Rose in the Afternoon, que incluye su poema más famoso.​


ADVERTENCIA

Cuando sea vieja me vestiré de púrpura
y llevaré un sombrero rojo que no combine bien.
Me gastaré el dinero de la pensión en coñac,
guantes de verano y sandalias de satén,
y diré que no me alcanza para mantequilla.

Me sentaré en la acera cuando esté cansada
en las tiendas devoraré las muestras gratuitas,
haré sonar escandalosas alarmas,
con mi bastón meteré ruido
en las verjas de los edificios,
y me desquitaré de la moderación de mi vida.

Andaré bajo la lluvia en zapatillas,
cortaré flores en jardines ajenos
y aprenderé a escupir en el suelo.

Extravagantes blusas podré usar
y un kilo y medio de embutidos devorar
o pasarme una semana comiendo sólo pan y mermelada,
y guardar cajas llenas
de plumas, lápices y chapas de cerveza.

Pero ahora debo vestir de forma adecuada,
no decir palabras feas y pagar el alquiler,
debo dar buen ejemplo a los niños,
invitar a cenar a mis amigos
y leer los periódicos.

Y sin embargo ¿no debería practicar un poco desde ahora?
Para que la gente que me conoce y que me quiere
no se escandalice demasiado ni se sorprenda
si cuando yo sea vieja
yo me vista de púrpura de repente.

Jenny Joseph.

sábado, 26 de marzo de 2022

Lewis Caroll, las historia de un amor imposible II

 


Lewis Carroll vivía en una pequeña casa de dos plantas, convirtiendo la planta alta en un estudio y laboratorio fotográfico, donde su habilidad en la fotografía pronto se hizo notable. 

Tomó más de 3000 fotografías, de las cuales solo se conservan alrededor de 1000 en la actualidad. Realizó retratos de figuras prestigiosas como John Everett Millais, Ellen Terry, Dante Gabriel Rossetti, Julia Margaret Cameron y Alfred Tennyson.

Apasionado por la belleza y el arte, Carroll no encajaba perfectamente en la estricta época victoriana en la que vivió. Fue criticado por su búsqueda de la belleza como símbolo de la inocencia y una edad dorada perdida. Sostenía creencias en un Dios benevolente en lugar de uno vengativo.

En 1856, Henry Liddell, un nuevo decano en Christ Church en Oxford, trajo consigo a su joven esposa e hijas, quienes desempeñarían un papel importante en la vida de Lewis Carroll. 

Forjó una fuerte amistad con la madre y especialmente con las tres hijas: Lorina, Alice y Edith. 

Se convirtió en una tradición llevar a las niñas de picnic al río en lugares como Godstow o Nuneham por Lyndhurst, y es muy probable que incluso hayan ido juntos a Brighton, donde Carroll pasaba largas temporadas de vacaciones. Es precisamente en Lyndhurst donde se encuentra la tumba de Alice Liddell.


La estrecha amistad entre Carroll y las hermanas Liddell se refleja en una carta de Alice, quien describe un paseo en bote el 4 de julio de 1862 en el que Carroll les contó la historia de Alicia: 

"Nos relató la historia en una ardiente tarde de verano. Desembarcamos en una pradera y bajo un almiar compartimos el deseo de que nos contara una historia". 

De las tres hermanas, Alice fue la que más disfrutó del relato. A su regreso de la excursión, Alice le pidió a Carroll que escribiera la historia en papel. En Navidad de 1862, le entregó el relato, ilustrado por ella misma.

Tres años después, motivado por el gran interés que había despertado el manuscrito entre sus lectores, Carroll llevó el libro al editor Macmillan, quien lo aceptó de inmediato. Después de considerar títulos como "Alicia entre las hadas" y "La hora dorada de Alicia", la obra se publicó finalmente en 1865 como "Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas" (Alice's Adventures in Wonderland), firmada por Lewis Carroll. Las ilustraciones de esta primera edición fueron creadas por sir John Tenniel.

Carroll era una persona reservada que evitaba la fama. En sus palabras, 

"Odio la publicidad que me convierte en un león que detesta este mundo. Tengo aversión a ser observado".

Las siguientes afirmaciones se basan en rumores, por lo que deben considerarse con precaución. Se sugiere que Carroll pudo haber tenido traumas psicológicos desde su infancia y que su mundo imaginario pudo haber sido influenciado por los fármacos que tomaba para la artritis.


Aunque Carroll mantuvo amistades cercanas con mujeres, nunca tuvo relaciones amorosas conocidas. Era un hombre solitario con una imaginación fértil, y es posible que su tartamudez y aislamiento hayan influido en una sexualidad reprimida.

Es relevante señalar que el escritor Vladimir Nabokov sugirió que la novela "Lolita" podría haber sido inspirada en la relación entre Carroll y Alice. Carroll deseaba casarse con Alice, y su madre, preocupada por su afecto hacia la niña, intervino y ordenó destruir todas las cartas que Carroll había escrito a Alice. Este incidente provocó una separación entre Carroll y la familia Liddell. Si bien su relación era intensa, queda claro que nunca cruzó límites inapropiados.

miércoles, 23 de marzo de 2022

Jornada de reflexión


Jornada de reflexión, sin duda. Vuelve a llover y eso siempre es sinónimo de alegría y de esperanza.

Las hojas lo agradecerán, la hierba y la tierra. También mi débil cabello, mis manos y zapatos. El alma se colmará de nueva vida, germinarán las flores y por un leve instante florecerá el pensamiento.

A veces, me siento como un alma que, con las alas heridas, revolotea sobre el barro sin poder alzar el vuelo. Otras, un viento me empuja y me alzo sobre cordilleras y valles, y en las más de las veces, me ensartan cientos de flechas en pleno combate.

Me gustaría poder vivir en paz, aunque tan solo sea por dentro de mí. Fuera rugen tormentas, pero íntimamente se mece un mar sin olas, rabioso y dispuesto a conquistar la otra orilla.

martes, 22 de marzo de 2022

Lewis Caroll, la historia de un amor imposible I.

 


Antes de atreverme a descomponer un libro tan difícil y confuso en su interpretación como Alicia en el País de las Maravillas, es preciso abordar la historia que dio origen al cuento; cómo y dónde surgió. Siendo de suma importancia el desenlace del autor, con la chica que dio origen a la historia.

Historia sumamente compleja, muy difícil de trasladar al formato blog, por lo que intentaré ser lo más escueto posible, descomponiéndola y dividiéndola en partes, tal como se hacía en los antiguos folletines literarios.

Comencemos por su verdadero nombre que era Charles Dogson, aunque fuese más conocido por su seudónimo literario llamado Lewis Carroll.

Nos hallamos frente a un hombre de suma complejidad y que desarrolló a lo largo de su vida multitud de facetas; tales como diacono anglicano, matemático, fotógrafo y escritor.

Nacido en una familia donde los varones eran tradicionalmente miembros del ejército y de la Iglesia High Church, anglicana, hijo de un párroco rural, nacido una pequeña parroquia de Dareso, en Cheshire.

Fue el tercero de los hijos del matrimonio Dodgson, y el primer varón. Después le seguirían ocho hijos más; aunque lo que resulta verdaderamente insólito para la época es que todos ellos; siete chicas y cuatro chicos, sobrevivieran hasta la edad adulta.

Cuando Charles, Lewis Caroll, tenía once años, su padre fue nombrado párroco de la localidad de Croft-on-Tees, en North Yorkshire, por lo que toda la familia se trasladó a la espaciosa rectoría que sería la morada familiar durante los siguientes 25 años.


El joven Charles inició su educación en su propia casa. Las listas de sus lecturas conservadas por la familia atestiguan su precocidad intelectual.

Se ha contado que sufrió un trauma infantil cuando se le obligó a contrarrestar su tendencia natural de ser zurdo; aunque advierto que no hay ninguna evidencia de que esto sucediese así.

Sufrió además de un tartamudeo que tendría efectos perjudiciales en sus relaciones sociales durante toda su vida.

También padeció sordera en el oído derecho a consecuencia de una enfermedad.

A los doce años fue enviado a una escuela privada en las afueras de Richmond, y en 1845, fue trasladado a Rugby School, donde fue evidentemente infeliz según sus propias palabras.

«Creo que por nada en este mundo volvería de nuevo a vivir los tres años que pasé allí. Puedo decir, honestamente, que si hubiese estado a salvo de la molestia nocturna, la dureza de la vida diurna se me hubiera hecho, en comparación, muchísimo más soportable».

Sin duda el paso por el centro Rugbi School marcó su vida, sufriendo la rudeza y crueldad, tanto por los maestros como por los compañeros de aula.


En 1851 se trasladaría a la universidad de Oxford, pero al cabo de dos días regresó a su hogar debido a que su madre había muerto de meningitis a los 47 años de edad.

A causa de su pereza, perdió una importante beca, pero, aun así, su brillantez como matemático le hizo ganar en 1857 un puesto de profesor de matemáticas en Christ Church, en Oxford, que desempeñaría durante los 26 años siguientes.

Se le diagnosticó epilepsia, padeciendo de insomnio durante toda su vida, pasando noches enteras despierto e intentando resolver problemas matemáticos.

En 1856 descubriría algo que cambiaría su vida y sería su gran afición por muchos años; la fotografía...

miércoles, 16 de marzo de 2022

Gratitud Gratitud

No quiero dejar pasar más tiempo sin expresar mi agradecimiento a Samuel y Blanca, por permitirme presentar el libro Las Granjas Paradiso en «El Teatro del Arte».

Dicha presentación suponía un reto, pues trataba de llevar a cabo cierto intento, lo confieso. Un experimento que consistía en trasladar el mundo de Thyrsá dentro un marco creado a conciencia para ello. Para mí, fue una presentación mágica; la que más.

El Teatro ha supuesto un lugar de acogida desde siempre; tanto que puedo manifestar que es un lugar más que importante dentro de mi creación literaria. Sin duda un sitio especial; y no lo sería sin la aportación de sus propietarios. Gente noble y buena donde las halla y que, aunque no lo parezca, siempre están pendientes más de la persona que del cliente.

Carmona es un lugar perfecto para escribir y soñar, dado que supone la manifestación de múltiples culturas; un crisol le oí decir a alguien. 


Carmona es una especie de encuentro con lo efímero y con aquello que no es tangible; aquello que es indefinido y si no me creéis probad en rodear Santa María en una mañana de niebla. Está levantada para las almas sensibles y es que estoy más que convencido que Carmona se levantó para quererla; si no, decidme como puede ser tan hermosa.

En sus laberínticas calles reinan los susurros y a veces se pueden percibir hasta fantasmas que corren o se limitan a saludarte mientras caminas. Entonces sucede que uno se topa con una plazuela y esta te atrapa; y ya no quieres continuar; te quedarías allí de por siempre, hechizado.
Muchas veces la imagino como una dama con los ojos cerrados, tal como un cuadro de Redon, otras como una vieja ciudad semejante a la mítica Minas Tirith de J. R. Tolkien y que, en algún lugar, debe existir un árbol que aguarda florecer. Con lo que dicha aserción nos acercaría a la leyenda del retorno del Rey, pero en nuestro caso no sería un personaje imaginado, si no nuestro querido Pedro I de Castilla que tanto la quiso.

Pero… dejadme acabar, ya que sí algo tengo claro es que, para percibir este puñado de ensoñaciones, lo primero de todo consistiría en hacer un alto y pagar la consabida entrada, tal como diríamos en el sur. Hacer parada y fonda en el «Teatro del Arte», para luego uno dirigirse, camino arriba, hasta toparse con una vieja puerta que aún se resiste en ser puerta desde el principio de los tiempos, y entonces… sí que nos hallaríamos en condiciones de poder dar ese paso que nos permita la entrada al más bello de los sueños.



domingo, 13 de marzo de 2022

Aproximación a "La Gitana Dormida de Rousseau".

 

«Una nómada, tañedora de mandolina, con un cántaro a su lado, duerme profundamente, extenuada por la fatiga. Un león pasa, la huele, pero no la devora. El efecto de la luna es muy poético. La escena transcurre en un desierto árido y la bohemia viste ropa oriental».

1897 - Henri Rosseau

Sí existe un cuadro donde se represente la metáfora y el misterio a la vez es en «La Gitana Dormida» de Rousseau.

El cuadro fue descubierto, casualmente, por Louis Vauxcelles en 1923, en un comercio de carbón en París.

Desde su hallazgo desató fuertes discusiones sobre quien sería su autor.

El encuentro entre la gitana y el león es enigma puro, unido a cierta dosis de magia primitiva y ancestral. La tensión entre lo amenazador y la paz es insoluble.

¿De dónde vine ese viento que en una tranquila noche de luna llena despeina la melena del león? ¿No será que el león es parte del sueño de la mujer gitana? ¿Reacción o respuesta al círculo de espiritistas que Rousseau frecuentaba por aquella época?

André Breton alude en relación del efecto de la «casualidad mágica».

«Solo en la tierra de la fantasía, bajo el dictado de un pensamiento sin control racional, puede suceder que el cono acústico del instrumento de cuerda, el oscuro rostro de la gitana y la blanca luna llena, establezcan secretas relaciones entre sí».

Pero para mí la descripción más hermosa del cuadro la hizo Jean Cocteau diciendo simplemente la primera vez que lo vio:

— ¡Qué sensación de paz!

El misterio cree en sí mismo y se presenta sin envolturas, la gitana duerme, los ojos cerrados... ¿Cómo puede describirse esta figura que fluye inmóvil desde un punto cercano al olvido? ¿De dónde surge semejante criatura? ¿A qué baraja del Tarot diríamos que hace referencia semejante naipe?

Nos llama poderosamente la atención, que ese pintor que nunca olvida un detalle, haya evitado cuidadosamente toda huella de arena de los pies de la durmiente. La gitana no llegó hasta ese lugar donde duerme. Esta allí y no está. No ocupa ningún lugar del espectro humano; ella vive en el reflejo del león y la luna.

Lo imposible se hace realidad, el observador tropieza con las fronteras del lenguaje y el mito ¿Interpretación?

Tarea imposible, aquí no cabe interpretación alguna. Te invito pues a observar y describir una emoción.

miércoles, 9 de marzo de 2022

Reglas del Funcionamiento Interno del Sanatorio de Santa Clara en Chipiona


Reglas del Funcionamiento Interno del Sanatorio de Santa Clara en Chipiona

Os dejo como ejemplo algunos artículos del funcionamiento interno del centro que he podido rescatar.

Art. - 1º Habiendo sido fundado el Sanatorio de Santa Clara para cuidar, sanar y educar a los niños escrofulosos y raquíticos, fortaleciéndoles y evitando la tuberculosis, el fin que han de proponerse cuantos intervengan en el servicio del Establecimiento benéfico será el de considerar al niño como personalidad-preferente y preferida en toda ocasión y momento, aspirando siempre a su mejoramiento físico y moral.

Art. - 3º Podrán formar parte de la familia del Sanatorio los niños débiles a quienes se conceda alimento, enseñanza y baño con fines profilácticos o protectores.

Art. - 4º Se procurará por todos los medios difundir los preceptos higiénicos en toda la familia, con ejemplos prácticos, cuidando escrupulosamente de que se observen todas las prescripciones establecidas.

Art. - 5º La cura, instrucción, crianza y educación en el Sanatorio serán tan maternales, que no se rompan jamás por parte del personal del Sanatorio los vínculos que deben existir entre los que pertenezcan o hubiesen pertenecido al establecimiento para contribuir al mejoramiento físico y moral de los mismos.

Art. - 6º Para ingresar en el Sanatorio será preciso la instancia del padre, tutor o encargado del niño, el informe del médico designado por la Junta de que aquél no padece de tuberculosis pulmonar confirmada, tiña en cualquiera de sus formas, epilepsia, corea u otra dolencia contagiosa o peligrosa para la familia.

Art. - 7º. Antes de su ingreso se someterá al niño a un examen antropométrico completo y un historial que comprenda los antecedentes patológicos y hereditarios.

Art. - 9º. La estancia será siempre gratuita, pero se aceptarán por la Junta los donativos que con destino al Sanatorio pudieran hacer las Corporaciones o personas caritativas a nombre de cualquier niño o para el sostén de la fundación al ingresar alguno. Estos donativos no serán nunca motivo para cambiar el régimen de ningún niño, ni ocasionarán preferencias de ningún género entre la familia.

Art. - 10º. Los asilados se levantarán a las seis en verano y a las siete en invierno, acostándose a las nueve o a las ocho respectivamente. Los niños enfermos harán vida especial con arreglo al plan descrito. Se tomará el primer desayuno a las siete y media, dándose clase, a las ocho y media, de una hora, con recreo de hora y media. Todas las clases serán prácticas y, a ser posible, al aire libre. La hora del baño en el mar se regulará con arreglo a las mareas. Los baños en bañadera o piscina, duchas, etc, serán motivo de prescripción médica especial.

Art. - 11º. Quedan terminantemente prohibidos los castigos corporales y la privación de alimento en los niños.

Art. - 12º Ni la concesión de premios ni en la imposición de penas se exaltará ni humillará nunca con exceso al niño.

Art. - 15º La Superiora de las Hijas de la Caridad llevará un diario en el cual se consigne todo lo referente a la vida del Sanatorio, haciendo las observaciones convenientes, respeto a los niños para su mejoramiento físico y moral.

lunes, 7 de marzo de 2022

The sweet table


Cuando Lubna Aysel y yo preparamos esta obra para cierta exposición de arte contemporáneo, nunca pensamos que caería tan pronto en el olvido, aunque lo realmente importante de todo ello fue su elaboración; una en las que más he disfrutado.

Recuerdo como trazamos el diseño y el discurso que llevaría implícito. Quizás falló el atrevimiento, pues toda obra de arte que se preste debe llevar cierto grado de osadía y hacer añicos la cabeza o el alma de aquel que la contempla. Y es que la creatividad siempre es una especie de danza de interdependencia entre el observador y el observado.

Decía Louise Nevelsón; «Tú tienes que estar con la obra, y la obra tiene que estar contigo».

Quizás jugábamos en otro estadio del tiempo y en la que pocas miradas tenían cabida; una mesa cubierta por un mantel blanco inmaculado, los nidos como alimento principal con sus cubiertos de plata, junto a bandejas con cáscaras de huevos recubiertas de una gelatina resplandeciente como centro de todo el universo.


Luego, quedaba lo más importante de todo; la historia de cada comensal, pues una vez diseñada la mesa quedaba subscribir la ficción de quien tomaría partido de ella.
«El mejor momento de comenzar una novela es cuando te encuentras fregando los platos», nos diría Agatha Christie, por lo que nunca mejor dicho.

Manuel Tolosa Latour y su terapia del mar


No conocer al insigne doctor Manuel Tolosa puede suponer un verdadero improperio en estos tiempos de tanta mediocridad.

Humanista y reformista, pero por encima de todo «una buena persona». Su amor por la infancia marcó la trayectoria de su vida.
Luchando, contra viento y marea, consiguió sacar adelante numerosos logros. en relación con la infancia.

Una persona adelantada a su época. Este es el triste término con quien se denominan a quienes luchan por un mundo solidario y más justo.

En 1904, consiguió que se redactase y aprobase la Ley de la Protección a la Infancia en el Congreso de los Diputados. Un Congreso que era una auténtica batalla y donde nadie dejaba hacer a nadie. Era este, por entonces, un país hundido en la más absoluta de las miserias tras las desastrosas campañas de Cuba y Filipinas.

En medio de ese caos, tan familiar para el pueblo español, surge la figura de don Manuel, junto a los insignes nombres de Giner de los Ríos, Benito Pérez Galdós, Emilia Pardo Bazán y otras personalidades.

Liberal y progresista, se casó con la famosa actriz doña Elisa Mendoza Tenorio que, lo abandonó todo por seguir la causa de su marido.


Federico Godoy Castro
En la playa del sanatorio de Santa Clara

En 1904, el doctor fundó el consultorio llamado «Gota de Leche» en Madrid y Sevilla. «Hay que lavarse y saber lavarse» pregonaban Doña Elisa Tolosa y Doña Concepción Arenal, luchando contra la ignorancia y supersticiones cercanas a una España sumida en la edad media. Ambas mujeres, enseñaban a asearse a las mujeres, mientras les advertía no era perjudicial ni pecado alguno. Sin perjuicios de ningún tipo. les ofrecía ejemplos de cómo mantener una higiene correcta que evitase enfermedades, tanto para ellas como para sus hijos. Mientras, que nuestro querido doctor intentaba enseñar el acto sagrado de amamantar, instruyendo a grupos de más de 50 mujeres a la vez.

Doña Eloísa y don Manuel, intentaba un cambio en la rancia mentalidad española; campaña a la que se unió las más avanzadas ideas feministas de la época. Pero a don Manuel lo que más le interesaban eran los niños y recaudar fondos para sus proyectos.

Una lucha titánica a contra reloj le llevó a emprender uno de los proyectos más innovadores de Europa; el sanatorio de Trillo en Guadalajara y el sanatorio marítimo de Chipiona donde aplicaría una terapia reformadora y a la vez más antigua del mundo; la talasoterapia, que consiste en el uso de los diferentes medios marinos como el agua de mar, algas, barro, pero principalmente del clima marino como agente terapéutico.


Se decidió por Chipiona dado el alto contenido en yodo de sus aguas, por lo que ayudado por el padre Franciscano José Lerchundi, y tras un sin fin de vicisitudes, consiguió, a través de donaciones particulares y sin ayuda oficial, fundar el sanatorio de Santa Clara.

El sanatorio abrió sus puertas el 12 de octubre de 1897. Llenándose de inmediato al recibir niños repatriados de Cuba, además de los niños raquíticos, anímicos y escrofulosos que llegaban de toda España.

viernes, 4 de marzo de 2022

Decía Antonio Blay


Decía Antonio Blay, que dejáramos a un lado nuestros recuerdos, los objetos que nos acompañaron en la infancia, la ropa, lugares y personas...

Decía Antonio Blay, que nos olvidáramos del pasado en la medida de lo posible; que nos concentráramos en el niño que fuimos y que volviéramos una y otra vez a la respiración para no desubicarnos.

Decía Antonio Blay, que el acto de respirar era el único punto en común que nos mantenía ligados al pasado.

Decía Antonio Blay, que el pasado no sostenía el presente y menos aún nos conduciría hacia futuro.

Decía Antonio Blay que cerráramos los ojos. Lo recuerdo como si fuese ahora; y que respirásemos profundamente y regresáramos a ese niño que un día fuimos.

¿Qué queda de mí? ¿Qué queda de cuanto sentía o añoraba por entonces? ¿Qué se había mantenido a pesar de los traumas y la experiencia atesorada…?

En aquel momento, Antonio Blay nos hacía visualizar que nos aproximábamos al niño y que lo acogíamos en nuestros brazos. Nos insistía para que nos entregáramos a él; aún recuerdo algunos gritos de emoción de algunos de los participantes del taller.

Seguidamente, nos pedía que le habláramos y le contáramos como nos había ido por la vida.

Decía Antonio Blay, que intentáramos no valorar, ni apegarnos a las formas, a las personas o los paisajes. Tan solo ese sentimiento del aquí y ahora; este presente que nos comunicaba con un tiempo que nunca había sucedido.

¿Qué queda de mí del niño que un día fui? Intentad penetrar en la esencia, insistía. En esa inquietud que nunca cesa y comprobaréis que nada ha acontecido; que aún somos parte de ese niño; y que ese niño es parte de nuestro aquí y ahora; eso, tan solo, es la realidad.

Averiguad, seguía insistiendo Blay, cuanto queda de mí; que parte sostengo y conservo de ese niño que un día fui…

Cuando, al fin, descubramos aquello que nos hace inherentes, comprenderemos que aún somos ese niño y que nada, realmente, ha trascendido.

Sólo entonces, cuando lo averigüemos, podremos comenzar a cuestionarnos el sentido de nuestra vida.

miércoles, 2 de marzo de 2022

Paul Éluard y sus bombas de libertad


Conocí el centro de Paul Éluard, este se encontraba en la Rue de la Villette en París. Pasaba todos lo días por delante de su puerta, y a través los cristales de la pequeña ventana pintada se podía vislumbrar un piano y un jarrón azul. Un día le eché valor y me atreví a entrar, entonces me explicaron que ofrecían una especie de encuentros, lecturas de poemas y clases de francés. Pasamos una inolvidable velada e incluso la amable señora que nos recibió nos cantó viejas canciones al piano, desde entonces el nombre de Paul Éluard quedó ligado a mi vida.

Este poema fue bombardeado desde aviones ingleses, sobre el París ocupado por el nazismo. Este poema fue escrito en 1942, en la Francia ocupada por los nazis, y miles de copias fueron lanzadas sobre París por aviones ingleses. Para ello Paul Éluard, que vivía escondido, le dio el manuscrito a su mujer P, Nusch, que lo entregó a las imprentas de la resistencia francesa dentro de una una caja de bombones.

Dejo el ejemplo del acto reivindicativo  en sí, considerando más que necesario que salga a la luz en estos momentos.



En mis cuadernos de escolar
en mi pupitre en los árboles
en la arena y en la nieve
escribo tu nombre.

En las páginas leídas
en las páginas vírgenes
en la piedra la sangre y las cenizas
escribo tu nombre.

En las imágenes doradas
en las armas del soldado
en la corona de los reyes
escribo tu nombre.

En la selva y el desierto
en los nidos en las emboscadas
en el eco de mi infancia
escribo tu nombre.

En las maravillas nocturnas
en el pan blanco cotidiano
en las estaciones enamoradas
escribo tu nombre.

En mis trapos azules
en el estanque de sol enmohecido
en el lago de viviente lunas
escribo tu nombre.

En los campos en el horizonte
en las alas de los pájaros
en el molino de las sombras
escribo tu nombre.

En cada suspiro de la aurora
en el mar en los barcos
en la montaña desafiante
escribo tu nombre.

En la espuma de las nubes
en el sudor de las tempestades
en la lluvia menuda y fatigante
escribo tu nombre.

En las formas resplandecientes
en las campanas de colores
en la verdad física.
escribo tu nombre.

En los senderos despiertos
en los caminos desplegados
en las plazas desbordantes
escribo tu nombre.

En la lámpara que se enciende
en la lámpara que se extingue
en la casa de mis hermanos
escribo tu nombre.

En el fruto en dos cortado
en el espejo de mi cuarto
en la concha vacía de mi lecho
escribo tu nombre.

En mi perro glotón y tierno
en sus orejas levantadas
en su patita coja
escribo tu nombre.

En el quicio de mi puerta
en los objetos familiares
en la llama de fuego bendecida
escribo tu nombre.

En la carne que me es dada
en la frente de mis amigos
en cada mano que se tiende
escribo tu nombre.

En la vitrina de las sorpresas
en los labios displicentes
más allá del silencio
escribo tu nombre.

En mis refugios destruidos
en mis faros sin luz
en el muro de mi tedio
escribo tu nombre.

En la ausencia sin deseo
en la soledad desnuda
en las escalinatas de la muerte
escribo tu nombre.

En la salud reencontrada
en el riesgo desaparecido
en la esperanza sin recuerdo
escribo tu nombre.

Y por el poder de una palabra
vuelvo a vivir
nací para conocerte
para cantarte
Libertad

martes, 1 de marzo de 2022

La muerte de Arturo


02/03/2022

La Muerte de Arturo de Sir Thomas Malory, fue editada en España, creo recordar que en Toledo, por primera vez, sobre el 1515 y en Sevilla, en el año de 1535.

Desde ese lejano día, las correrías de Arturo y Lancelot nos vienen acompañando; despertando fantasías y sirviendo de inspiración para obras posteriores como «Amadís de Gauda» y, por supuesto, para nuestro admirado Cervantes.

El Quijote se publicó a principios de 1605, por lo cuál; ¡Qué Cervantes debió empaparse del ciclo artúrico y de sus correspondientes secuelas es, para mí, un hecho incuestionable! ¿Cuándo? Cualquiera sabe, pero intuyo que debió de ser en uno de sus largos retiros espirituales en presidio.

«El valeroso Amadís no sólo se había contentado con llamarse Amadís a secas, sino que añadió el nombre de su reino y patria, por hacerla famosa, y se llamó Amadís de Gaula, así quiso, como buen caballero, añadir al suyo el nombre de la suya y llamarse don Quijote de la Mancha...»

Desde ese lejano día de 1605, nuestro querido Quijote nos han acompañado siempre en el imaginario colectivo, es por ello que la necesidad de regresar a lo mejor de nuestra civilización occidental es algo que se me antoja imprescindible. Y más en estos instantes de tremenda incertidumbre, aunque por el sur os llevemos algo de ventaja, dada nuestra alianza histórica con lo mejor del oriente y su indudable legado persa.

Es por ello que convoco ese mundo del ensueño y la fantasía, para hacer frente a este despiadado y devorador pensamiento que nos rodea. Quienes me conocen, deberían saber que no me refiero a círculo político alguno. No, mis palabras no van destinadas a esos que tanto saben y que hacen que nos sintamos como verdaderos gilipollas cuando nos representan en parlamentos y cortes.

Afirmo con tremenda rotundidad que no hay nada más despiadado y dañino como el arte de la política en estos momentos. Pobre de Platón o Pitágoras si levantaran la cabeza… tantos siglos para llegar al principio.

No me extenderé, oigo llover con tremenda generosidad, por lo que no me perderé ese asombroso espectáculo de la naturaleza con banalidades y pedanterías de un cocinero loco. ¡Grande siempre León Felipe! ¡El eterno buhonero!

Concluyo pues con esta afirmación de Platón y en la que dice; «Donde reina el amor sobran las leyes...»