viernes, 1 de abril de 2022

El amor tras de mí



Decía Erich Fromm; «Sin amor, la humanidad no podría existir un día más». Una frase sin duda para meditarla profundamente. Recuerdo en su época como nos jactamos de leer su tratado; «El arte de amar», que todavía debe encontrarse en algún anaquel de mi biblioteca.
Alejándome en todo lo posible de religiones y aforismos como el que acabamos de describir. Sería, sin duda alguna, dicha frase, un buen punto de partida, para iniciar un proceso de interlocución más intenso. Desde luego no para una conversación de café, nada de eso. Me refiero a profundizar lo más posible en el interior de uno.

Queda claro que no es una afirmación cualquiera; «Sin amor la humanidad no podría existir un día más», permitidle repetirla.

Tiene tela la afirmación, quizás para dedicarse una vida entera en deducirla o en el intento de teorizar sobre el tema. Existen muchas maneras de afrontar las dudas, y no se me antoja ninguna más complicada que las referentes al amor y sus derivados. Dado la confusión que nos ofrece un término tan relativo y puede que tan corrompido a lo largo de la historia.

Deberíamos plantear la cuestión partiendo de uno, repito; hacer una relación de las personas que hemos amado de verdad y si hemos tenido la suerte de atrevernos a amar alguien de fuera de nuestro círculo familiar. Porque el amor no debería ser una exclusiva, ni estar en posesión de nadie. El amor nunca debería formar parte de este candado cerrado, tal vez todo lo contrario; un candado abierto y sin la posibilidad de cerrarse.

Concluyo esta meditación en la mañana con una frase de Santa Teresa; «Fuiste por amor criada hermosa, bella, y ansía en mis entrañas pintada, si te pierdes, mi amada, alma, buscarte has en mí».

2 comentarios:

  1. El amor, ese sentimiento que puede otorgarte la felicidad más inmensa y a la vez, provocar que sientas la inseguridad del que teme perder lo que tiene. Opino que sí, que sin amor el mundo no podría sobrevivir un día más. Si lo hiciese, sería frío y descarnado, amorfo y deforme, y no tendría sentido.
    Por el contrario, si tenemos el valor de amar, empezando incluso por uno mismo aunque suene a egoismo, entonces el mundo se volverá tan flexible como queramos que sea y se extenderá hasta los confines que nosotros le pidamos.
    Besos Ricardo :)

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    1. Toda la razón del mundo, Margarita. El amor es el resorte, lo único que puede salvarnos. Todo lo demás está de sobra. Aunque, ándate con cuidado, bajo cada flor puede anidar la serpiente...

      Ricardo.

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