lunes, 18 de abril de 2022

Demian de Herman Hesse.

 


«Mi historia no es agradable,
no es dulce y armoniosa como las historias inventadas.
Tiene un sabor a disparate y a confusión, a locura y a sueño,
como la vida de todos los hombres que ya no quieren
seguir engañándose a sí mismos».

Título: Demian

Autor: Hermann Hesse

Edición: Alianza Editorial

Año: 1983

***

Toca esta obra que sin duda marcó parte de mi vida. Uno de esos libros que uno comienza y ya no puede parar de leer. Puede que fuese a finales de 1983 la primera vez que cayó Demian en mis manos. Recomendado por un amigo en la biblioteca de un cuartel.

Con ciertas reticencias cogí el libro, y nada más comenzar con su pequeño prólogo, este ya me cautivó. Relataba situaciones e ideas de las que nunca antes había oído decir, como el encontrarse a sí mismo y dejando entrever la palabra «búsqueda» como compromiso vital.

 

Brünnhilde la Valkiria, de Odilon Redon

No sabía que quería decir exactamente aquel escritor alemán, pero sus palabras conseguían trasladarme cierta inquietud, sin duda la misma que sentía Emil Sinclair ante el lenguaje de su amigo Demian.

Se trata de una historia de iniciación, del paso del protagonista desde la infancia, la pubertad y hasta la llegada de la madurez.

«Estos acontecimientos, que nadie ve, forman la línea interior y esencia de nuestro destino. El desgarrón cicatriza y se olvida, pero en el interior del ser continúa existiendo y sangrando».

Habla de tradiciones y de los miedos que se siente cuando uno se atreve a salir de la zona de confort y la familia, esos límites que hacen de frontera entre ese yo- idea que se nos implanta desde pequeño hasta el desmoronar unos principios en los que nos creíamos seguros y a salvo.

Reflexión de Odilon Redon 

Relato de estructura lineal, en el que nuestro personaje principal va asimilando las experiencias que le llevan al encuentro de una serie de experiencias, las cuales le harán trascender y preguntarse cosas. Un viaje hacia el interior de uno mismo magníficamente retratado y en donde percibimos parte de la vida y semblanzas del autor.

Como curiosidad, decir que la primera edición fue firmada bajo el seudónimo de Emil Sinclair y no como Herman Hesse. Primera obra de cierta relevancia de Hesse, aunque ya anteriormente hubiese destacado con «Bajo las ruedas» y «Peter Camenzind».

«Había amado y, a través del amor, se había encontrado a sí mismo. La mayoría ama para perderse».

A Demian, le siguió otro clásico como «El Lobo Estepario», obra de culto y de cierta melancolía. Donde nos lleva a recorrer un mundo de soledad; necesaria a su vez para el encuentro con otras formas de experiencias.

Los principales personajes de la obra son; Emil Sinclair, Demian, la idealizada Beatriz, Pistorius, Franz Kromer, como la gran prueba de la infancia, Abraxas como ideario y Frau Eva, la madre de Max Demían, representación de la gran madre.

La obra fue publicada en 1919, nada más concluir la primera guerra mundial. Siendo declarada por el insigne Thomas Man como una obra maestra. Sirviendo de reflexión a una juventud atormentada tras el paso de la contienda.

Han pasado los años y la obra consigue mantener su frescura y singularidad, aunque las excesivas referencias simbólicas, puede hacernos algo empalagosa su lectura, cuestión de tiempo nada más.

A pesar de ello ha conseguido traspasar décadas, manteniéndose como punto de referencia, junto al «Guardián entre el centeno» de Salinger, como las obras de iniciación más importantes de la historia contemporánea.

«El amor no debe pedir ni tampoco exigir. He de tener la fuerza de encontrar en si mismo la certeza».

Beatrice de Odilon Redon

2 comentarios:

  1. Lo leeré Ricardo. Ya he conocido a Hesse a través de Sidhartta y este queda anotado. Besos :D

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  2. Es un libro que contiene muchos libros, y resultado de las vivencias de Hesse durante la primera guerra mundial. Contenido iniciático de un joven que aspira al conocimiento de las cosas...

    Besos, Ricardo.

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