lunes, 4 de julio de 2022

Desde la distancia



Van pasando los años... y continuamos soñando como cuando entonces; bien que la vida lo puso difícil, para lo que fue necesario incrementar el ritmo, sudores he ir acumulando cansancio de caminos.

Desde la distancia se perciben muros y ciudades caídas, tal como sucedió en la conquista de de Alejandro; muchos fallecidos, demasiado para que todo sea limpio.
El recuerdo de todos ellos va conmigo; la maldición del errante persiste.

Subiré más sí cabe, explorares subsuelos y amaré con la misma pasión de cuando comenzaba a correr el semen por mi cuerpo.

Oiré grillos, la chicharra arrasará aún mas el verano y, de vez en cuando, te pediré hablar conmigo, detenernos y mirarnos frente a frente; a los ojos no, dolería demasiado. Eso sí, en la mesa de un bar, como antaño, cuando dormitaba o, mejor dicho, lloraba el guerrero.

1 comentario:

  1. No dejar de soñar es importante, sobre todo para el guerrero, pues incluso el más fuerte necesita un descanso de tanto en tanto. Me ha encantado tu reflexión, Ricardo. Supongo que la vida va poniendo en nuestro camino muchos avatares, pero lo importante, ir sorteando los que lo exijan así y de vez en cuando poder detenerse en los que sean más agradables. Buen camino :D

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