martes, 3 de enero de 2023

Green Book, y nuestro ciclo de películas navideñas


 Ayer, dentro del ciclo que hemos seleccionados para películas navideñas, le tocó el turno a este film «Green Book» de Peter Farrelly, al que ya conocíamos por sus delirantes comedias.

En este caso, el planteamiento es bien distinto, nos enfrentamos a una película que denuncia, con su sentido del humor, eso sí, a Farrelly que no le falte, pero donde dos grandes de la pantalla se comen al director enterito.

La magistral interpretación de Viggo Mortensen, junto a un Mahershala Ali, que apuesta con paso firme a pasar a ser uno de los grandes actores de nuestro tiempo.

Una interpretación que supera los simulado y nos lleva hacia un encuentro con lo amistoso, y que sin duda supera el papel asignado a cada uno de ellos por Peter Farrelly.

Un canto a la amistad, al encuentro entre dos seres los más alejados del universo.
Uno; un matón del Bronx, y el otro un pianista de música clásica, internacionalmente reconocido, que vive alejado del mundo, en una nube que él se ha levantado para escapar de la realidad.

Viggo Mortensen hubo de poner cerca de treinta kilos para interpretar el papel, con eso ya vamos viendo la seriedad con que se tomaron la cosa, eso sí, reparte ostias al estilo Bud Spencer con una facilidad que nos hace templar las pantorrillas. Come asquerosamente y se pasa media película en calzoncillos y con una corta camisa interior que le permite lucir su indecoroso vientre.

Mahershala Ali, interpreta a una persona elegante, extremadamente refinada y en la que cada paso está calculado.


Ambos han de bajar al sur, a la zona más prejuiciosa de Estados Unidos; uno como chofer y el otro como empresario contratista, a ambos les separa un firmamento, pero poco a poco, y conforme se van introduciendo en la aventura, las situaciones les obligan a interactuar; como ejemplo, el chofer le muestra la música de Little Richard o Ray Charles, entre otros, y el pianista, la de Franz Liszt o Chopin.

El libro verde es la guía para poder cruzar un «negro» el sur. En él se muestran los bares y moteles en donde le está permitido pernoctar a una persona de color, y mientras que el chofer y el grupo de música acompañante lo hacen en hoteles de lujo, la figura estelar pasa las noches solitarias bebiendo en moteles de mala muerte…

La interacción entre ambos me lleva a recordar algunos mitos literarios que hablan de la amistad entre dos hombres; ese camino iniciático tan bien descrito por Herman Hesse en algunas de sus obras; como Demian o Narciso y Golmundo. Aunque en estas haya separación y reencuentro. Aquí no, en esta película no hay descanso.


Un film hermoso, duro a veces, con una música soberbia y un mensaje, sobre todo un mensaje, que nos hace cuestionar el sentido de cuanto somos capaces de aportarnos el uno al otro.

La película está basada en el viaje que realizó el pianista Don Shirley en la década de los sesenta al viejo sur estadounidense.

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