domingo, 29 de enero de 2023

El "Sleepy Hollow" sevillano



Todo apunta a que la famosa leyenda de Sleepy Hollow de Washington Irving, le llegó desde Granada.

Supongo que no hará falta recordar que el señor Irving fue autor de «Los Cuentos de la Alhambra».
Sin embargo, se disponen datos de una antigüedad mucho mayor a las leyendas relacionadas con la conquista de Granada.

El mismísimo Cervantes menciona en «El coloquio de los perros» que el «Caballo sin cabeza» era una superstición popular muy extendida y con la que las viejas se «entretienen al fuego en las dilatadas noches de invierno en Sevilla».

Igualmente, Rodrigo Caro, en su estudio folclórico «Días geniales o lúdicros» (1626), hablaba de una Mula descabezada con la que se asustaba a los niños de la Sevilla del s. XVII.

¿De dónde surge pues dicha leyenda?

Vayamos pues al final del ciclo visigodo y a su último rey Rodrigo, traicionado en la laguna del Guadalete, cerca de la actual Medina Sidonia.

Se dice el conde Don Julián, gobernador de Ceuta, tenía una hija bellísima llamada Florinda, que llegó a Sevilla a principios del siglo VIII, con la intención de casarla con algún príncipe. En su estancia, el rey don Rodrigo, se quedó prendado de ella, y todas las papeletas nos hacen imaginar que mancilló el honor de Florinda.

Aunque también he de referir que parte de la leyenda también se ubica en Toledo y dice así;
«Florinda fue escogida, entre las doncellas del séquito real, como la destinada al servicio personal de Rodrigo, encomendándosele la delicada tarea de extraerle la sarna, cometido que realizaba, a diario, con un alfiler de oro. Tanta intimidad con el monarca acabó con la violación de Florinda. Indignada, la joven escribió a su padre, contándole lo sucedido. El conde don Julián acudió a buscarla y se la llevó con él a Ceuta».

A partir de ahí, la leyenda queda situada en Sevilla y en la que se pasó a llamar a Florinda como «la Cava» que quería decir, algo así como cierta prostituta elegante.

El mito dice que el palacio de la «princesa Cava» estaba en la actual calle Pagés del Corro; os recuerdo aquello de «La cava de los gitanos».

Su padre, el conde don Julián y en venganza se llevó a Florinda a Ceuta, donde reunió a un ejército de 13.000 jinetes, que atravesaron el Estrecho y se unieron a Witiza, traicionando de esta manera al rey Rodrigo. El rey godo peleó hasta el final, animando a unas tropas que, finalmente, acabaron huyendo.

Acabada la contienda, algunos supervivientes encontraron en la orilla del río, a Orelia, el caballo de don Rodrigo, muerto y asaetado; también hallaron su corona, sus lujosas vestimentas y sus zapatos, pero no su cadáver.

Desde entonces, Orelia y don Rodrigo, regresaban a Sevilla en busca de venganza, sin cabeza y aterrorizando a los niños, lo que podríamos interpretar como aquello que se suele decir; sin corona y sin reino.

¡Qué! ¿Cómo os habéis quedado?

2 comentarios:

  1. Pues a mi me has dejado con la boca abierta, del tirón. Por suerte, con la cabeza sobre los hombros, pero ya sabes... Besos :D

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    1. Jejeje, son leyendas, tampoco te lo tomes tan enserio. Eso sí, cuidadito por donde transitas.

      Besos, Ricardo.

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