
El Río del Bosque
Esta tarde me he bañado en el río que atraviesa el bosque,
y las náyades se han asustado de mí.
Me pareció verlas muy lejos,
en el fondo del agua oscura.
Las llamé para que me adornasen los cabellos
con las flores amarillas y blancas que nacen entre los juncos.
Y con una hierba que pasó junto a mí,
arrastrada por la corriente,
me hice un cinturón verde,
oprimí mis pechos e incliné un poco la cabeza.
Llamándolas de nuevo: ¡Náyades! ¡Náyades!
¡Jugad conmigo! No huyáis de mí.
Pero como estas son transparentes,
puede que haya acariciado sus brazos,
y tocado sus muslos finos y ligeros,
sin apenas darme cuenta del roce de su piel.
Qué preciosidad Ricardo. Es como una canción que te va elevando del suelo. Gracias por esta entrada. Besos :D
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