jueves, 4 de agosto de 2022

Sexo, Literatura y Cocina


«El buen sexo es como la cocina»

Llevo un buen rato dándole vueltas a esta frase que acabo de leer en el noticiario de la mañana. No importa quien la haya dicho, es lo de menos; así me ahorro la propaganda.
Se me ocurre que la persona que ha dicho semejante pamplina, una de dos; o desconoce el sexo o desconoce la cocina, no le queda otra.

¡Mira que le he dado vueltas al tema!

Qué son complementarios; perfectamente, que caben metáforas, alegorías u otras comparaciones entre ambos contextos; todas las que quieran, la literatura está llena de ellos.

Revisar el Decamerón, hacedme caso.

Qué después de una buena comida y supliendo el postre cabe un gigantesco orgasmo, de esos que se producen de vez en cuanto; también.

Qué después de una buena comida y tras el postre cabe un pequeñísimo orgasmo, de esos que se producen de vez en cuanto; también.

Qué hay que elaborar el acto al igual se elabora un rico menú; pues también.

Pero, y aquí vamos al lío, en el sexo no caben los cubiertos, sería degradante tener que tener ayudarnos con ciertos enseres para poder disfrutarlo y ni se me ocurre utilizar tenedor ni cuchara, ni poner nada de por medio en pleno delirio del contacto (y menos servilletas).

¡Ojo que no me refiero a ciertos útiles que ahora se venden hasta en los mercados; como si uno comprase un kilo de boquerones! ¡No listillos, no van por ahí los tiros!

Dice Isabel Allende en uno de los mejores tratados sobre el tema que conozco:
«Para las mujeres el mejor afrodisiaco son las palabras. El punto G está en los oídos; el que busque más abajo está perdiendo el tiempo».

Esa sí que sabe del tema, no me cabe la menor duda de ello, ya lo demostró en su «Afrodita».

En el sexo, contrariamente al acto de comer, no son convenientes las servilletas ni mucho menos mantener la compostura; nos entregamos con un frenesí que de seguro sería contraproducente en el acto de nutrir… o engullir; como vosotros veáis, pero os aviso que puede llegar a ser altamente peligroso.

Qué podemos utilizar nata montada, siropes, chocolate o ciertas frutas combinándolas en el juego amoroso; es plenamente de recibo y bastante saludable, lo suscribo como cocinero.

Pero, ojito, cuidado con confundirnos y no vayamos a morder donde no debamos…
Muy buenos días, continuaré dilucidando sobre el tema, os lo prometo.

1 comentario:

  1. Interesantísima entrada amigo mio y me quedo con la frase de Isabel Allende que me ha encantado. Bueno, y también con esa última frase tuya, jaja. que sí que sí, que hay que tener cuidado. Besos :D

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