domingo, 7 de agosto de 2022

El Secreto de Antoine de Saint-Exupéry



«Pido perdón a los niños por haber dedicado este libro a una persona mayor.

Tengo un motivo importante para ello: esta persona mayor es el mejor amigo que tengo en el mundo. Tengo otro motivo, además; esta persona mayor puede entenderlo todo, hasta los libros para niños. Tengo aún un tercer motivo; esta persona mayor vive en Francia, donde padece hambre y frío. Tiene mucha necesidad de ser consolado.

Si todos estos motivos no son suficientes, quiero, entonces, dedicar este libro al niño que una vez fue esa persona mayor. Todas las personas mayores han sido primero niños, (pero pocos lo recuerdan)».

Esta historia es real, siendo fuente de inspiración para uno de los libros más leídos de todos los tiempos.

La historia que vamos a relatar ocurre un 30 de diciembre de 1935. Antonie, mantiene una fascinación total por la aviación, escribe novelas, periodismo y trabajar de correo en la ruta comercial que une América con Europa.


Esta vez vuela junto a su compañero André Prevot, sobre el desierto del Sáhara, cuando en medio del trayecto aparece una extraña luz de color verdoso y de aspecto fantasmal, «como una extraña estrella verde».

Esto tal cual lo relata Antonie en su libro llamado «Tierra de hombres».

Persigue la extraña luz por entre las nubes sin conseguir darle alcance. Justo en ese momento la avioneta comienza a perder altitud, hace un extraño, y antes de estrellarse saltan sobre la arena del desierto como única vía de escape, quedando aislados a cientos de kilómetros y perdidos en medio del desierto.

André Prevot, queda mal herido entre los despojos del avión que se esparcen sobre la arena del desierto.

Lo único que salvan del desastre es unas mandarinas, unas uvas y una bota con un poco de vino, por lo que calculan que solo podrán sobrevivir un día, no más.


Antonie, le ofrece las mandarinas a su amigo André, intentando que este sobreviva, luego en la soledad de la noche encienden un fuego para calentarse con los restos de asientos y material del avión.

Las noches del desierto son tremendamente frías.

Cuando de pronto empieza a escuchar una voz que no reconoce, y que en principio parece ser parte de su propio «yo», pero allí no hay nadie, salvo André.

Se asegura que es en este momento cuando se encuentra con la figura que le inspiraría al Principito, siendo un niño rubio de cabellos al viento, vestido con un mono verde.

Le da consejos en medio de lo que él considera alucinaciones, es una voz infantil, y esa voz le dice la dirección que seguir.

    —Dirígete hacia al este primero, después al norte y luego de nuevo hacia el este.


Durante tres días, el camino se convierte en una odisea a través del desierto, hasta que de manera sorprendente consigue ponerse en medio de una ruta comercial.

Allí aguarda, hasta que a punto de morir se siente invadido por una paz que jamás ha sentido antes y es cuando aparece un beduino y le ofrece un plato con agua, dicha experiencia le cambiará la vida.

Ya recuperado y de forma sistemática comienza a dibujar a ese niño en todos lados; servilletas, papeles e incluso en los manteles. Se obsesiona con él, y a lo largo de diez años escribe la historia del niño.

Muchos de sus familiares le preguntan quién es ese niño y él siempre le contesta;

«Es alguien a quien debo una enorme gratitud».

«Lo hermoso del desierto es que en cualquier lugar esconde un pozo».

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