lunes, 2 de mayo de 2022

Peter Ginz, la historia del niño que quiso ir a la luna.

 

Esta es la historia de Peter Ginz, un niño judío deportado al campo de Terezin (Praga) y asesinado, justo al cumplir los dieciséis años, en las cámaras de gas de Auschwitz, en 1944.

Fue poeta, escritor, dibujante, editor y director de la revista clandestina «Vedem».

Nos dejó un legado de 120 dibujos que permanecieron ocultos durante la segunda guerra mundial en Terezin y que un amigo superviviente los entregó a los padres de Peter.

Admirador de Julio Verne. Su dibujo «Paisaje Lunar» conmocionó al mundo, por lo que llegó a ser mitificado hasta en un sello de correos.

Pasó sus largos días hambriento y mal vestido en el Ghetto de Terezin, soñando con poder ir a la luna y con una libertad que le permitiera traspasaba aquellos muros.


Sus dibujos fueron donados al museo de la Shoá en Yad Vashem, y expuestos al público. Hasta que, debido a una increíble casualidad, el astronauta Illán Ramón se impresionó al verlos y decidió cruzar el espacio con ellos. Su intención era de llevarlos a la luna y poder así cumplir el sueño de Peter.

Según las palabras de Ramón;

«Siento que mi viaje al espacio cumplirá el sueño de Peter Ginz. Ensueño que es la prueba última de la grandeza del alma de un niño aprisionado dentro de los muros del Ghetto, muros que no pudieron ahogar su espíritu. Los dibujos de Peter son el testimonio del espíritu».

El transbordador Columbia cruzó el espacio, alrededor de la luna, llevando el dibujo de Peter en su interior. En su viaje de regreso, cuando tan solo faltaban 16 minutos para aterrizar y sobre las nueve de la mañana del 1 de febrero de 2003, la nave se desintegró al tomar contacto con la atmósfera.

Los titulares de prensa señalaron al día siguiente; «El dibujo que no quiso volver a la tierra».

Esa horrible catástrofe hizo que, de manera accidental, se produjera una nueva historia, debido a que, cómo si fuese un milagro, apareció su diario perdido.


Sucedio cuando la anciana Jiri Ruzicka, en su casa del barrio Mondrany de Praga, veía por televisión el anuncio de la tragedia del Columbia.

Tras distinguir el dibujo que portaba el astronauta, recordó algunas obras y escritos que guardaba en el desván. Efectivamente, tras aquella premonición se escondían los diarios de Peter Ginz, un testimonio desgarrador del exterminio nazi.

La única superviviente, su hermana Cheva Pressburger y residente en Israel, reconoció su letra al comprobar el diario;

«Y recordé incluso los acontecimientos que en ellos se describían...».


De la obra de Peter en Terezin se conserva una ínfima parte. Pintó más de 120 obras, fundó y dirigió la revista «Vedem», un semanario creado por el grupo de jóvenes del edificio número 1 del sector L417 del campo. Escribió infinidad de poemas y algunas novelas, lo que le convirtió en un joven serio y reflexivo.

Su hermana Eva llegó a Terezin dos años más tarde que Peter.

El 28 de septiembre de 1944, vio por última vez a su hermano. Cuando partía en tren hacia Auschwitz.

«Le di a Peter rebanadas de pan con mantequilla. Aún tuve tiempo de cogerle la mano a través de las rejas, antes de que el guardia del Ghetto me echara».

Murió al poco de llegar en la cámara de gas y su cuerpo fue arrojado a la fosa común. 

Sirva esta entrada como homenaje a Peter y los niños de Terezin. Que su testimonio y el de todos los niños caídos, en cualquier acto de guerra,  jamás sean causa de olvido.


El «Diario de Praga (1941 - 1942)» de Peter Ginz, edición a cargo de Cheva Pressburger, traducido por Fernando Valenzuela y publicado por la editorial «Acantilado».

4 comentarios:

  1. Alucinante. Me ha emocionado tu entrada, qué pena de exterminio y como la raza humana es única para destruir y acabar con la vida de las personas. Dieciseis años...
    Me alegro que sus dibujos viajasen a la luna, y que dejara el legado al que le dio lugar. Si hubiese podido continuar con su vida... ¿cuánto habría regalado al mundo?
    Besos Ricardo :D

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    1. Esta entrada es todo un clásico en mi vida. La historia del niño me removió desde lo más profundo. Desde entonces vive en mí.

      Besos, Ricardo.

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  2. Respuestas
    1. Gracias, es muy intenso todo cuanto rodea Terezing.

      Besos, Ricardo

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