martes, 8 de noviembre de 2022

En mi jardín


He andado muchos caminos...

Así comienza uno de los poemas más hermosos de la literatura castellana. Poema que ha servido como ejemplo e inspiración a lo largo de mi vida.

Detenerse, tan sólo, para retomar fuerzas, o para una toma de contacto con uno mismo.

Hoy toca seguir trabajando, que por cierto me viene muy bien; dado que de esa manera alejo la neurosis y ciertas inseguridades que, de vez en cuando, afloran por mi mente.

Multitud de ensoñaciones me acompañan, y ahora más, que leo un cuento de Horacio Quiroga. Ellas me custodian en cada tramo, en cada loza, tal como en la foto que muestro hoy, tomada en un patio de Córdoba.

Algunas personas llegan y otras se van y, por mi parte tan solo espero no volver a cruzarme con ellas en lo que me resta de vida.

En este camino, el respeto la consideración son necesarios para alcanzar cualquier tipo de objetivo, por más incierto que este parezca.

Leo que están a punto de cerrar el comedor social más grande de Málaga por falta de ayuda de la administración, por desgracia los depredadores continúan a nuestro lado, tal como una sombra amenazante, que por más sol que le dé continúa haciendo acto de presencia.

Miro a cada lado del camino, pero no me detengo, continúo caminando.
Todo se repite, el rico ayuda al rico y el pobre es más pobre todavía; a lo que se une el agravante de haber perdido, este último, la cordura.

En mi juventud creí que podría acompañarme de una idea, un istmo que hiciera avanzar a la especie humana, más hoy observo, con más curiosidad que nunca, a quienes aparecen ante mí y decido seguir solo, plenamente convencido; caminando.

1 comentario: