lunes, 10 de abril de 2023

El Paraíso Perdido


Ayer, haciendo tiempo para entrar en el dentista, me di un paseo por la calle Feria y sus alrededores, en los que no faltaron la concebida visita a los lugares de culto; tales como la calle Divina Pastora, la Plaza de Abastos, la parroquia de Omnium Sanctorum, el bar Vizcaíno y demás lugares de mi infancia; por cierto, que todos ellos se mencionan en «La luna en el Sauce».

Luego ya —como visita obligada—, me dirigí a una librería de segunda mano a la que
frecuento desde niño y a la cual le tengo un considerable cariño.

Aunque he de advertiros que Spiderman, Superman, Los Cuatro Fantásticos y Thor habitan allí, es un secreto que mantengo desde mi niñez; eso sí, los dueños desconocen que todos los súper héroes del mundo leen en sus pasillos, pero, por favor, guardarme este secreto.

Sigo que me conozco y salgo por peteneras, la cuestión es que en el día de ayer me encontré con algunos ejemplares de la Biblioteca Pulga, una edición a la que le debo cuanto soy. Razón por la que escribo y quizás es la responsable de haber desarrollado esta vía de escape a través de la fantasía.

Mi padre disponía de muchos de sus ejemplares de esta colección, luego yo, y a lo largo del tiempo, la he ido ampliando con ejemplares sueltos, como el que muestro en la fotografía; adquirido en el día de ayer por 50 céntimos.

No suelo leerlos, ya que ello supone un verdadero desafío a mi vista, pero sí que suelo observarlos con esa minuciosidad e inocencia con que lo hacía desde pequeño.
Una vez en la estantería, imagino que los personajes de los demás ejemplares le dan la bienvenida; Miguel Strogoff, el Capitán Nemo, Sandokan, Edmundo Dantes o Ana Karenina, entre muchos.

¡Qué vergüenza pasó Eva, nada más apearse de sus páginas! Le duró poco, nada más percatarse don Juan Tenorio de su presencia…

De esa manera, cuando la locura apremia de lo lindo, invito al imaginario a compartir estancia con todos esos seres notables que nos ha dado la literatura y a los que, en momentos de bajuna o desesperación, reconozco que les solicito consejo.

Muy buenos días, aguardemos con desespero la aventura de hoy.

1 comentario:

  1. Me he sumergido por completo en ese mundo que recreas amigo mío. Me alegra leerte de nuevo por aquí. Besos

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