Visitando la tierra, sin decorados ni flores. Solo tierra y piedra que se mantendrá cuando ya no estemos e incluso cuando las edades ni tan siquiera recuerden nuestro paso por el planeta.
Bendita tierra, tú si que mereces mis oraciones y respeto. Aquí no subsisten banalidades ni decorado alguno. Tan solo el viento y un azul que carece de ornamentos. Todo es simple, demasiado simple; tanto que no necesita de escaparates ni vendedores de escoria. Por lo tanto, solicito que no llaméis a mi puerta y mucho menos a mi móvil. Queda dicho que en la tierra está el todo, en la flor y el loto que subsisten sobre la superficie del estanque.
La tierra, la madre en cierta forma, la que nos sostiene y si cuidamos, nos alimenta. Besos :D
ResponderEliminar¡Ahí de nosotros cuando esta se enfade!
ResponderEliminarBesos, Ricardo.