martes, 25 de enero de 2022

Una carta de Clarice Lispector a Olga Borelli



11- 12- 1970

Olga, te escribo esta carta a máquina porque mi letra anda pésima. He encontrado, sí, una nueva amiga. Pero tú sales perdiendo.

Soy una persona insegura, indecisa, sin rumbo en la vida y sin timón para guiarme: en realidad no sé qué hacer conmigo. Soy una persona muy miedosa. Tengo problemas reales gravísimos que después te contaré. Y otros problemas, de esos de la personalidad.

¿Tú me quieres como amiga, aun así?

Si lo quieres no digas que no te he avisado. No tengo cualidades, sólo fragilidades. Pero a veces (no pongas atención en los acentos, quien los pone por mí es el tipógrafo), tengo esperanza. El paso de la vida a la muerte me asusta: es igual como pasar del odio, que tiene un objetivo y es limitado, al amor que es ilimitado. Cuando me muera (modo de decir) espero que tú estés cerca. Tú me has parecido una persona de enorme sensibilidad, pero fuerte.

Tú has sido mi mejor regalo de cumpleaños. Porque el día 10, jueves, fue mi cumpleaños y tú me has regalado el Niño Jesús que parece un niño alegre que juega en su cuna tosca. A pesar de que, sin que tú lo sepas, me has dado un regalo de cumpleaños; sigo creyendo que mi regalo de cumpleaños ha sido tu propia aparición, en una hora difícil, de gran soledad.

Necesitamos charlar. Resulta que yo creía que no había más que hacer. Entonces vi un anuncio de un agua de colonia Coty, una llamada a lo imprevisto. El perfume es barato, cierto. Pero me sirvió para recordarme que lo bueno e inesperado también sucede. Y siempre que estoy desanimada, me pongo al imprevisto. Me da suerte. Tú, por ejemplo, no estabas prevista. Y yo de manera imprevista acepté la tarde de autógrafos.


Tuya, Clarice

2 comentarios:

  1. Una carta que muestra una faceta de la personalidad de Clarice que me ha sorprendido. Al leer sus relatos me la imaginaba segura. Besos :D

    ResponderEliminar
  2. Sonrio No entiendo mucho pero me gusta Soy nueva en este tipo de libro

    ResponderEliminar