Siempre me gustaron los cuentos de hadas, significan un alto en el camino; algo así como un café a media tarde, un descanso o un dejar ir las contrariedades que diariamente embotan nuestra mente.
A través de sus lecturas mi imaginación escapa y, en cierta manera, casi podría manifestar que me sucede una especie de desdoblamiento astral; de esos que tanto menciona Leadbeater en sus escritos. Al regresar de ellos y tras la debida lectura siento cierta placidez y el muro que se había levantado ante mí ya no existe.
Ese es el principal poder de los cuentos de hadas; trasladarnos a un lugar donde los códigos que manejan nuestro entendimiento difieren del mecanismo al que, por norma general, están siendo sometidos. Charles Dickens dijo; "Todo viajero tiene un hogar, no importa dónde".
Es por ello que continuaré caminando, como cada día, pero cuando la terquedad sea insoportable; un buen vino, un café de media tarde será el vínculo mágico que me conecte con "la otra tierra", esa donde solo puede entrar uno.
Los cuentos de hadas han sido mi salvación desde pequeña, tal vez porque en ellos puede ocurrir cualquier cosa, incluso lo que ves imposible. Besos :D
ResponderEliminarLos cuentos han sido nuestra salvación, a través de ellos nos hemos permitidos crear nuestro mundo.
ResponderEliminarBesos, Ricardo.