miércoles, 3 de noviembre de 2021

Rumi, poemas para sanar

Yalāl ad-Dīn Muhammad Rūmī nació el 30 de septiembre de 1207 en Balj (actualmente, Afganistán). Es importante señalar que en todo el mundo se le conoce simplemente como Rumi, que hace referencia a su lugar de nacimiento; se utiliza para indicar que alguien es originario de la Anatolia romana, la tierra de Rum.

Cuando tenía 12 años Yalāl ad-Dīn Muhammad Rūmī comenzó un camino de exilio, junto a su familia, huyendo de la invasión de los mongoles. Vivió en diversos lugares, entre los que se destacan Bagdad, La Meca, Jerusalén y Damasco. Su interés por la literatura y el pensamiento desde pequeño, lo llevaron a conocer a importantes eruditos de la época y a comenzar a desarrollar una estética y un pensamiento que lo acompañarían para siempre.

Cuando conoció al Jeque Attar, y este quedó tan impresionado que le regaló una copia del Libro de los Secretos. Después de unos años de peregrinaje la familia se instaló definitivamente en Konya (Turquía), un lugar relativamente seguro y tranquilo para la vida. Allí terminó de formarse el poeta que maduró completamente.

Gracias a la guía de su padre, Rumi se encaminó su vida hacia la espiritualidad y se adentró en los misterios del Sufismo. Su pasión por el pensamiento le llevó a asumir una rutina extrema de ayuno, meditación y trabajo intelectual.

Rumi falleció en Konya el 19 de diciembre de 1273. 


«Él es el conocedor y lo conocido,
el observador y lo observado;
Ningún ojo excepto el suyo
ha observado este universo».

«Cada cualidad suya encuentra una expresión.
La eternidad se vuelve el verde campo de tiempo y espacio;
amor, el jardín que da la vida, el jardín de este mundo».

«Toda rama, hoja y fruto
revela un aspecto de su perfección.
Los cipreses insinúan su majestad
las rosas dan nuevas de su belleza».

«Siempre que la belleza mira,
el amor también está allí.
Siempre que la belleza muestre una mejilla sonrosada
el amor enciende su fuego con esa llama».

«Cuando la belleza mora en los oscuros valles de la noche
el amor viene y encuentra un corazón
enredado en los cabellos».

«La belleza y el amor son cuerpo y alma.
La belleza es la mina y el amor, el diamante».


«Deja tus preocupaciones
y ten un corazón completamente limpio,
como la superficie de un espejo
que no contiene imágenes».

«Si quieres un espejo claro,
contémplate
y mira la verdad sin vergüenza,
reflejada por el espejo».

«Si se puede pulir metal
hasta asemejarlo a un espejo,
¿Qué pulido podría necesitar
el espejo del corazón?».

«Entre el espejo y el corazón
ésta es la única diferencia:
El corazón oculta secretos,
pero el espejo no».

Rumi

2 comentarios:

  1. Me parece fascinante Ricardo, como todo lo que rodea a la Casa en el árbol. Me ha maravillado la última estrofa de ese poema. "El corazón oculta secretos, pero el espejo no". Precioso. Besos :D

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  2. Gracias Margarita, Rumí pertenece a la gama de poetas dados al espíritu, junto a San Juan de la Cruz forman un tándem insuperable. Se intenta seleccionar, siempre, lo más adecuado para esta casa.

    Besos, Ricardo.

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