sábado, 26 de junio de 2021

TEA, el trastorno invisible


TEA

      El Trastorno Invisible

«Ser una mujer, en compañía de otras mujeres jóvenes;
en busca de mi propia identidad»

                 

Las fotografías pueden ser herramientas poderosas en procesos terapéuticos. Mi trabajo consiste en partir desde la búsqueda de imágenes que nos hacemos de nosotros mismos, hacia la indagación y reconocimiento de nuestro propio retrato y la máscara superpuesta creada por un modelo o condicionamiento social.

En este caso, la obra hace referencia a las principales características externas de una mujer con Síndrome de Asperger, la inhibición en cuanto a habilidades sociales, falta de comunicación no verbal y la denuncia por la situación generada por ser mujer y los prejuicios añadidos que la sociedad impone al género femenino.

Existe una creencia de que el Síndrome de Asperger afecta a una mujer por cada 3/4 hombres, pero está creencia está cambiando. Parece que hay muchas chicas (dentro del espectro del síntoma) dadas a la fantasía como escape del encuentro social. Las mujeres están afectadas por el autismo del mismo modo en que lo están los hombres. Una mujer que presente estos mismos rasgos de personalidad puede ser calificada de rara, sorprendente, fría o dependiendo de la situación, incluso malintencionada. El autismo, con sus particulares efectos sobre la personalidad, ocasiona que uno parezca más racional y menos emocionalmente comunicativo o empático hacia los demás.

La dificultad de detectar el Síndrome hace que muchas mujeres nunca sean diagnosticadas. Sin embargo, una vez son diagnosticadas sufren un efecto liberador, ya que pueden empezar a comprender los “porqués” de su comportamiento.

El atreverse en exponer la imagen, más la gran capacidad de fantasía que otorga el síndrome hace que la fotografía sea un componente liberador y sanador del Síndrome de Asperger.


Modelo de la fotografía, Marta Reina

INAUGURACIÓN DEL I CERTAMEN NACIONAL
DE EXPRESIÓN ARTÍSTICA Y SALUD MENTAL

2 comentarios:

  1. Muy interesante Ricardo. Hay muchos síntomas de síndromes que pasan desapercibidos, culpándose en ocasiones a una mala educación o un aislamiento voluntario de la sociedad, cuando en realidad hay algo más detrás.
    Por cierto, las fotografías maravillosas también.
    Besos :)

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