jueves, 19 de junio de 2025
Sombra y Luz
viernes, 6 de junio de 2025
Las hijas de Adán, de Isamar Cabeza
La Regenta, de Leopoldo Alas “Clarín”, muestra el conflicto entre deseo y moral religiosa.
El corazón helado, de Almudena Grandes, con su saga familiar atravesada por la memoria colectiva.
La historia comienza en Cádiz, un 25 de diciembre. Doña Pepa, con apenas 16 años, se sienta en el primer banco de una iglesia.
«Una frontera invisible e infranqueable los separaba como clases sociales, casi como especie».
Estamos en pleno asedio napoleónico. Cádiz, símbolo de resistencia y cuna de La Pepa, la Constitución de 1812. Un escenario perfecto para arrancar una saga de mujeres valientes.
Mujeres que resisten
A lo largo de la novela, las mujeres entran y salen de escena. Los hombres... se ausentan, se pierden, se desvanecen. Aquí no hay complacencia con la mirada masculina. Esta es una novela de decisiones tomadas desde el dolor, desde lo inevitable.
Y sin embargo, brota la fuerza. Lo indemne. Lo que brilla incluso en la sombra.
Masculinidad sensible
Los hombres buenos, en esta historia, también existen. Pero son distintos. Sensibles, vulnerables, disidentes de la norma.
«¡Había deseado tanto encontrarlo y matarlo con sus propias manos...!»
«El barbero más alegre de Cádiz yacía en el suelo, bocarriba... rodeado por gatos en su soledad más extrema».
Espiritualidad, consuelo y aromas
La espiritualidad también se abre paso. Como Pura, que se convierte en Caridad. O Manuela, que encuentra refugio en sor Lucía.
Y si hay algo que destaca en esta novela es el aroma. Esta es una obra que huele.
Huele a letargo, a café, a mar, a lavanda, a azufre. A jazmín y castañas asadas. A leche caliente y a sábanas limpias.
Los sabores, sin embargo, son más ásperos: purgantes, hiel, dureza. Hasta que aparece Jorge, y con él, la ternura.
En la cocina, las mujeres se reencuentran. Es un espacio de redención y memoria. Y también de herencia:
«Doña Pepa apareció en la cocina toda vestida de blanco, radiante. Podía confundirse con una virgen de altar...».
Amor improbable, amor verdadero
La novela transita entre Cádiz, Sevilla y aldeas escondidas. En ese camino, germinan los amores improbables.
Como el de Constanza y Germán. Ella convertida en hombre. Él, reconociéndose mujer. Y ambos, reconociéndose el uno en el otro.
«Su amistad se convirtió en un poderoso bastión sobre el que ambos se apoyaban...».
Y mientras tanto...
Los franceses, Pepe Botella, los bandoleros, las epidemias... Y siempre: el río, la catedral y el mar.
Isamar Cabrera escribe con prosa limpia, directa, emocionante. No busca adornos: cuenta, y al contar, nos conmueve.
Una novela que sana
No es una novela más. Es un camino de sanación. De identidad. De salvación.
Y detrás de cada línea, de cada página, late una gran mujer. Una gran escritora. O mejor dicho: una escritora que es más mujer aún cuando escribe.
viernes, 30 de mayo de 2025
Sueño con las marismas, de Juan Clemente
Sueño con las marismas, de Juan Clemente
Una epopeya de los desposeídos narrada desde la belleza y el delirio
Presentar Sueño con las marismas, de Juan Clemente, es sumergirse en un universo tan crudo como onírico, tan real como un sueño. Desde sus primeras páginas, no solo asistimos a una historia de supervivencia y lucha: estamos ante un testimonio de la memoria, de los olvidados, de quienes desafían su destino con la sola arma de la esperanza.
Realismo mágico con raíces andaluzas
La novela se inscribe con firmeza en la tradición del realismo mágico. Las marismas no son aquí un mero escenario físico, sino un territorio simbólico donde el tiempo y la muerte se entrelazan, donde lo real y lo fantástico se confunden sin fronteras claras. Al igual que en Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, los hechos adquieren un carácter mítico y la naturaleza impone su propia ley como un personaje más.
Un mundo visual y sensorial
Es también una novela profundamente visual. Por momentos, evoca la imaginación desbordante de Miyazaki en El castillo ambulante o la atmósfera envolvente de Siberiada, de Konchalovsky. Las marismas de Clemente, como la taiga siberiana, desafían al hombre, le imponen límites y lo confrontan con su destino.
Ecos de Pedro Páramo y las sagas de Allende
El imaginario de Clemente nos remite a Pedro Páramo, de Juan Rulfo: fantasmas vivos que habitan una tierra de condena y redención, una atmósfera opresiva en la que la muerte está siempre presente y los vivos no terminan de estarlo del todo.
A la vez, personajes como Raúl o Antonio Sangremuerta, sepulturero de un cementerio que se entierra a sí mismo, nos conectan con la primera Isabel Allende: sagas familiares, pasiones intensas, emociones con peso físico, y una memoria que se convierte en ancla de la identidad.
Un viaje mítico entre la vida y la muerte
Las marismas aquí evocan los pantanos del Estigia, el mítico río que separa la vida de la muerte. En esta novela, esa función la encarna Antonio Ribó, un auténtico Caronte marismeño, guía entre mundos. Su presencia nos recuerda que este no es solo un relato histórico: es una travesía espiritual, emocional y simbólica.
Personajes inolvidables
Entre los habitantes de este universo encontramos a Elías Matatrenes, romántico bandolero andaluz; a mujeres como Soledad Barrientos Castilla, Herculina o Neus Benet, desposeídas de todo salvo su honra; y a figuras oscuras como el capitán Felipe Malcriado Gómez o el teniente coronel Bocanegra, cuya sombra sangrienta estremece la memoria colectiva.
Pero Juan Clemente no se limita a recrear arquetipos. Reinterpreta toda esta tradición desde nuestra historia más reciente: la represión, el hambre, la resistencia, la lucha por la dignidad en un entorno tan bello como implacable.
Literatura como resistencia
Con un lenguaje evocador, casi hipnótico, el autor nos arrastra a un mundo que, aunque lejano en el tiempo, resuena con inquietante actualidad. Sueño con las marismas es una epopeya de los desposeídos, un canto de resistencia en forma de literatura. Nos recuerda que la realidad, a veces, no basta para explicar el mundo y que es en la imaginación donde hallamos sentido ante lo inexplicable.
martes, 24 de diciembre de 2024
Nochebuena
lunes, 21 de octubre de 2024
La Bruja de Dagaz, entrevista con Margarita Hans
martes, 15 de octubre de 2024
Sevilla tuvo una niña
miércoles, 9 de octubre de 2024
El Parsifal de la calle Alhóndiga
miércoles, 25 de septiembre de 2024
El inicio de una novela
sábado, 21 de septiembre de 2024
Reclusión literaria, donde el pensamiento habita.
Llevo medio año recluido en una aldea.
No, no voy a decir el nombre. No insistáis. Hasta que la novela no se publique, nadie sabrá dónde he estado.
Mis pensamientos han sido mi única compañía en este aislamiento, todo con el propósito de dar vida a una nueva historia, de crear personajes y trazar una nueva tragedia.
Durante este tiempo, he trabajado sobre la soledad y la presión desmedida que unos pocos ejercen sobre muchos.
He explorado el componente psicótico que todos llevamos dentro, esa tendencia a sucumbir a los delirios de nuestros semejantes. Para ello, elegí una aldea desconocida, lejos de la mirada de todos, un lugar que nadie sabe que existe.
Aquí, he profundizado en la opresión psicológica llevada al límite, utilizando los traumas pasados de mis personajes como combustible para la historia. Mi obra confronta demonios internos, tejiendo misterio y suspense en cada página.
Si en algún momento mi comportamiento les ha parecido extraño, ahora conocen la causa, y les pido disculpas.
Aquí, el que no corre, vuela.
Una cerveza, por favor... que tengo la boca seca.
sábado, 7 de septiembre de 2024
Escultura
Recuerdo la escultura, aunque el nombre del autor o autora se me escapa en este momento. Creo que la foto fue tomada en el Museo de Orsay, en París.
Me quedo, pues, con la obra que, sin ser mía, y tal como dice Kavafis, me pertenece.
miércoles, 21 de agosto de 2024
La Virgen de Picasso
domingo, 28 de julio de 2024
El Emperador del Hambre, de Aldo Ares.
domingo, 21 de enero de 2024
August Natterer y enigma del "Ojo de la Bruja"